columna joseluis

Para el amigo Jesús Aguilar Padilla y toda su familia, nuestra solidaridad por el fallecimiento de su querida hermana Angélica. Que en paz descanse.

 

Después de la definición por MORENA de una de las candidaturas municipales más puras (en el sentido ciudadano) y más honestas, no solo en Sinaloa, sino en buena parte del país, al parecer se desataron los demonios y lo que parecía una fiesta y faena política completa de parte de este partido, se están viendo los suplicios de un conflicto soterrado y a todo vapor, en el que el menos involucrado en el fue, han sido y son, el propio Martín Ahumada, presidente municipal electo, y muchos menos el municipio de Guasave.

 

Con la candidatura del Dr. Ahumada, representaba una alegría para todo el morenismo, por la sencilla razón de que entraba en la competencia sin sombra y sin dudas, pero desde el momento del registro del candidato, resultó obvio que, al margen de él, hubo múltiples jaloneos, tanto que aceptó lo acompañara una planilla de regidores de los cuales no propuso a ninguno.

 

Luego, también surgieron los boicots a la presidenta municipal, Aurelia Leal, para que encabezara la lista de diputados plurinominales después de que obviamente había coincidido en abrir el espacio político y ella ascender a la diputación, donde fue torpedeada con que debía encabezar una persona indígena, como resolución de MORENA, que Aurelia Leal no lo era, y por lo tanto la quitaron de la lista.

 

Después de una lucha prolongada de la presidenta municipal en todas las instancias electorales, por fin ganó la diputación y ella encabezó la lista de diputados plurinominales de MORENA.

 

Pero luego, este conflicto al interior de MORENA, y en el que menos culpa tiene, es más, resulta hasta víctima, es el presidente electo Martín Ahumada, cuando afloran cambios en puestos del gabinete municipal, que ya dañan el buen funcionamiento del próximo ayuntamiento.

 

¿A qué me refiero? Primero, a la designación del titular del órgano de control del municipio, bajo la responsabilidad del síndico procurador, que por maniobras del PRI y dolosamente, en el trienio antes de que llegara Aurelia Leal, lo nombraron antes de salir, para dejar una “cabeza de playa” dentro del ayuntamiento, asunto que se repite ahora también, sin darle oportunidad de operar al nuevo síndico procurador.

 

Segundo, la intención de socavar las relaciones políticas al proponer a un nuevo director de la Junta de Agua Potable, a un mes de salir la administración, que venía de la fórmula política PRI-PAN-PRD.

 

Y, en tercer lugar, repetir una vieja práctica del PRI, de engrosar la nómina del ayuntamiento que dejan, basificando decenas de trabajadores sin derechos laborales, cuando eso desde hace años, precisamente combatiendo siempre desde la izquierda y contra el PRI y el PAN, de nuevo se repite.

 

Decía Shakespeare, en su obra “Algo huele mal en Dinamarca”, que luego se ha aplicado para asunto político, ahora es aplicable a este caso: “Algo huele mal en Guasave”.

 

Y no está bien esa guerra fratricida desatada al interior de MORENA, y diría el Dr. Ahumada y MORENA, precisamente en contra de él, y lo peor, del ayuntamiento y el municipio de Guasave.