Prácticamente, está resultando patético el cierre de la campaña electoral del PRI y sus aliados PAN y PRD, que no atinan en absolutamente nada de lo que hacen contra la candidatura de Rubén Rocha, de MORENA-PAS, a tal grado de llegar al extremo de vaciar el garaje político en aras de sumar algunos votos más.
Los recientes “golpes” a Rocha y MORENA-PAS, como fue la renuncia de Gloria González, candidata a gobernadora por el PT, y se adhirió al PRI. Esta acción se ha revertido al grado que la militancia del PT en varios municipios se ha pronunciado a favor del voto para Rocha, votos con los que no contaba el ex rector, lo que refleja que el PRI y Mario Zamora no le han podido sacar jugo a tanto reciclamiento político que han atraído porque más parece un deseo que una realidad la frase que han acuñado sus ideólogos “que se desmorona la campaña de Rubén Rocha”, idea que ni ellos se creen cuando la andan presumiendo.
Son tan absurdas las conclusiones de los “ideólogos” del PRI y del propio Mario Zamora, que quizá lo que pretendan es justificar su trabajo e ir pintando un cuadro político que no existe.
Ni los morenistas “indignados” contra Rocha y el PAS, ni los intelectuales de la UAS resentidos contra Cuén, ni la candidata a gobernadora de RSP: Yadira Cabrera, ni la candidata del PT a gobernadora, han tenido un efecto que trastoque en algo las preferencias electorales que a todas luces se ven a favor de Rubén Rocha, como tampoco en el animo de la campaña electoral, como quedó demostrado con el acto de apoyo que brindaron a su campaña los maestros de la sección 27 del SNTE.
Igual está pasando con la ofensiva del sector empresarial, que, sin el menor recato ni escrúpulo, violando los reglamentos de sus respectivas cámaras, han definido que sus agremiados voten a favor del PRI, haciendo la campaña electoral más sucia desde el 2006, contra MORENA y sus candidatos.
Y como las “llamadas a misa” de las élites nacionales y renombradas figuras como el expresidente Felipe Calderón, que han lanzado un alud de propaganda en contra de AMLO y MORENA, como también de Rubén Rocha y Cuén en Sinaloa. Sin darse cuenta de que asumen el viejo corporativismo del PRI, la intromisión arbitraria e ilegal al proceso electoral, creyendo que así hacen crecer a los candidatos del PRI.
Todos ellos, desde los indignados, los resentidos, los excandidatos, los empresarios, y las iglesias, están violando abiertamente la ley en contraposición a una lucha democrática y atentando contra un sistema electoral y de partidos plural y democrático que los mexicanos nos hemos dados en los últimos 25 años.
Para nada les ha importado hacer las barbaridades políticas que vienen cometiendo. Quizá pensando que el fin justifica los medios (como dijera el inmoral).
Tan aberrantes han sido, que ha habido quien escribió, que votar contra Rubén Rocha y votando por el PRI y Mario Zamora, será posible tener medicina para los niños con cáncer, lo cual representa toda una farsa primero y segundo deja ver la perversidad y la miseria moral con la que escriben sus argumentos para justificar sus conductas políticas.
La verdad es que yo no los entiendo, porque llegan a esos extremos, quien quiera apoyar al PRI que lo haga, por el motivo que quieran desde el convencimiento político hasta el más vil pragmatismo, está en plena libertad y nadie se lo va a impedir de hacerlo, pero buscar estos pretextos para lavarse la cara. Eso ya es cinismo.