columna joseluis

He visto tantos denuestos y descalificaciones en contra de Gerardo Vargas Landeros desde que pretendió ser candidato a gobernador por MORENA a fines del año pasado, hasta ahora que se inscribió para la elección de presidente municipal y que resultó nominado para contender en el municipio de Ahome, que me sorprende el que todas esas voces nunca hayan recapacitado en el capital político del ex secretario general de gobierno en el sexenio de Mario López Valdez.

 

Desde Francisco Frías Castro con Renato Vega Alvarado, había habido un secretario general de gobierno del estado tan influyente en el gobierno como lo fue Gerardo Vargas con MALOVA, quien seguramente acumuló un capital político que sumó al que ya había adquirido desde que se armó la coalición que llevó al gobierno a Mario López y que significó la alternancia política en Sinaloa, cuando por primera vez el PAN, PRD y una corriente del PRI sustituían al PRI después de 70 años consecutivos de gobernadores emanados de ese partido.

 

De aquel gobierno solo quedó activo Gerardo Vargas Landeros, quien buscó desde 2018 su reinserción política luego del triunfo de AMLO y haber sido como secretario de gobierno, el enlace con el gobierno de Marcelo Ebrard con quien se hermanó el gobierno de MALOVA y luego, después del triunfo de AMLO, se vinculó con los líderes del SNTE, particularmente la maestra Elba Esther y su yerno Fernando Gonzáles para encabezar el proyecto de Redes Sociales Progresistas (RSP) en Sinaloa, que se frustró para él ante el primer fallo del INE que le negó el registro como partido.

 

Incluso, llegó a ser nominado coordinador de campaña de Jaime Martínez Veloz para el gobierno de Baja California, coordinación que se esfumó cuando AMLO y MORENA nombraron candidato a gobernador a Jaime Bonilla, el gobernador de los dos años, quedando fuera Martínez Veloz, que luego emigró al PRD, su origen.

 

Gerardo Vargas es sin duda un personaje con experiencia, relación política nacional en todos los partidos y una corriente electoral cuyo soporte principal lo tiene en el municipio de Ahome: El malovismo.

 

Y es por eso que me parece un acierto de MORENA, precisamente por esa base electoral, donde además tiene su plataforma política personal el candidato del PRI, PAN y PRD, Mario Zamora.

 

Con el ingrediente del desgaste que ha sufrido MORENA a través de las desafortunadas gestiones de su presidente municipal Billy Chapman, acompañada del hecho de que la militancia de AMLO no se desarrolló como para enfrentar retos del tamaño de esta competencia, reduciéndose sus liderazgos al ámbito doméstico de la cotidianeidad política que les brinda el manto de AMLO y que ya no alcanza para todo y para todos.

 

Finalmente, que se trata de una competencia electoral estatal donde la victoria radica en la suma de votos que sea posible integrar a la contienda y que Gerardo Vargas le suma y potencia toda la campaña de la alianza MORENA – PAS.