columna joseluis

Este martes se reportó otra cifra récord de muertos por covid, más de 1300 mexicanos perdieron la batalla, rebasando con ellos los 135 mil fallecimientos por este mal en medio de un cuadro dramático que vive la población del centro del país cuando se han saturado prácticamente los hospitales y los medicamentos ya son escasos para este mal, declarándose prácticamente “código negro” por las autoridades de salud para casi 50 millones de habitantes, el 40% de la población del país.

Este panorama de la pandemia ha roto todos los pronósticos de fallecimientos que durante semanas y meses se han señalado, y que se está convirtiendo en el más grande desastre nacional después de la revolución mexicana, donde se calculan entre 500 mil muertes hasta un millón en aquella guerra civil de una población de 10 millones de mexicanos entonces.

El escenario nacional es de alarma, tanto que obliga a todos a juntar y redoblar los esfuerzos para ayudar al gobierno y al sistema de salud a parar esta tragedia nacional.

Es obvio que el gobierno ha cometido errores en el manejo de la pandemia, tanto en los mecanismos de contención, como de tratamiento y recuperación de los enfermos, que ahora cuando ya existe la vacuna, también se equivocan y no son capaces de atreverse a ir a fondo manteniendo la misma actitud que a veces raya en la frivolidad ante los estragos del virus.

Se ha publicado la semana pasada por el New York Times, la lista de países que compraron anticipadamente vacunas a todos los laboratorios que realizaban experimentos para encontrar la vacuna contra el COVID-19, donde sobresalen evidentemente los países más ricos del mundo como Canadá, con 500 millones de vacunas; Inglaterra, 300 millones; Europa, 200 millones; Estados Unidos, 200 millones; Australia, 200 millones y Chile curiosamente también con 200 millones.

Entre ellos aparece México en vigésimo lugar con 80 millones de vacunas que solo le alcanzaría para una dosis de su población prioritaria, por lo que le faltaría otros 80 millones de vacunas para la segunda dosis, sin prever cuando hizo esos contratos que la demanda va a superar por un buen tiempo la producción de vacunas y se le dificultará adquirir más.

México sin ser un país pobre y contar con recursos suficientes para comprar muchas más vacunas, no ha tenido la previsión de un país como Chile que contrató 200 millones de vacunas con una población de 20 millones de habitantes, sabedores las autoridades de aquel país, que viven cerca del polo sur, que es un país frío, como Canadá y Europa, han tenido la previsión de protegerse por un tiempo suficiente.

El gobierno mexicano, como lo ha hecho durante toda la pandemia, no han tomado las medidas adecuadas, que pudiera ser explicada en la primera etapa si usted quiere, pero cuando venían el otoño y el invierno, ni las vacunas para la influenza adquirieron, trabajaron con lotes del año pasado, no fueron capaces de vacunar a toda la población (parece que tan solo llegaron al 30%) y sabían que la eficacia de la vacuna contra la influenza era del 60%.

¿Cómo no va a ocurrir lo que nos está pasando? El “Código Negro” no es una amenaza, es una realidad en todo el centro del país y Nuevo León en el norte, son 50 millones de personas en altísimo riesgo y esta situación puede extenderse a todos los estados.

Por ello es urgente que todos los gobiernos locales deberán reunirse en la CONAGO, los federalistas y las asociaciones municipalistas, como quieran hacerlo y los grupos empresariales es momento que den un paso adelante y más allá de las diferencias y conflictos que tengan con el gobierno hay que hacerlos a un lado para juntar esfuerzo, dinero y voluntades y detener esta pandemia.

Es cierto que siempre los ciudadanos siempre debemos de estar atentos y criticar a nuestros gobiernos, pero ahora es momento en que todos demos una mano, apoyar en algo porque es momento de salir al rescate de todos. Nos urge.