columna joseluis 

Es cierto que toda la guerra sucia que se está presentando en vísperas del proceso electoral 2021, son absolutamente incorrectas y no tienen ninguna cabida en ningún espacio democrático, y por lo mismo en ninguna mente que se catalogue de demócrata, por lo que de suyo son tan negativas y vergonzosas las campañas contra Rubén Rocha, cómo contra Gerardo Vargas, el lic. Arnulfo Mendoza y cualquiera otra que esté circulando, máxime si todos ellos provienen de su mismo partido.

 

Esas son cosas indebidas, cómo lo es también la conducta de la dirigencia nacional de MORENA que previamente, y sin consideración alguna reúne a algunos de los precandidatos a gobernador, supuestamente para alcanzar una candidatura de unidad, cuando su convocatoria ya está abierta y los registros no se han registrado y menos cerrado los plazos.

 

Tanto el presidente nacional de MORENA, como la secretaría general asumen una actitud sectaria y carente de institucionalidad y legalidad partidaria al considerar de facto que existen precandidatos con más derechos que otros, asunto que solo corresponde cualificar a la convocatoria: cumplen o no cumplen los requisitos y punto.

 

Se registraron 13 precandidatos, los senadores Rubén Rocha e Imelda Castro, el presidente municipal de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, el agricultor Raúl Inzunza, el ex secretario general de gobierno Gerardo Vargas.

 

Todos serán ponderados quién sabe bajo qué mecanismos y de ellas y ellos saldrá una propuesta de cuatro para que sean encuestados y de allí surja el candidato a gobernador de MORENA para Sinaloa.

 

Cualquiera que sea el indicado por el procedimiento establecido, será reconocido por todo el partido MORENA, que mucho cuidado deberá tener para frenar la locura moral que invade a algunos que se consideran obligados a descalificar, desprestigiar y negar en absoluto como si no tuvieran derechos y no fueran capaces de ganar y merecer nada.

 

Hemos visto videos tan absurdos y cargados de irresponsabilidad por personas que tienen cargos, que son corresponsables del partido MORENA y que le deben respeto a todos, lo mismo que quienes combaten desde el poder público a algún precandidato porque según ellos no les conviene, cómo también medios y comunicadores que abrazan causas ajenas (lo que no quiere decir que no puedan tener causas e impulsar causas), como los de la política electoral y partidista.

 

Ojalá y después de que pase la tempestad de la definición del candidato a gobernador, la racionalidad, la prudencia, el respeto y la actitud democrática prevalecen porque la ciudadanía se lo merece en primer lugar y no está para tanto demuestro y malos ratos.