columna joseluis

Hay personas que les molesta que escriba sobre el PAS y bien vale una explicación. Los del PAS son mis amigos, como los del PRI, los del PAN, los de MORENA y soy miembro del PRD, pero como observador de la política confieso que desde el PRD y el PAN de los años noventa, no había visto otro partido tan activo, dinámico y terco como el PAS, que justo es reconocerlo e intentar ubicar su rol en la vida política sinaloense.

 

El viernes pasado fuimos testigos de una manifestación al congreso del estado de Sinaloa, exigiendo legislar (darle trámite a las iniciativas que hay) sobre el uso obligatorio de cubrebocas en tiempos de pandemia, siendo el único partido con ese esfuerzo, como si se tratara de cosa menor y no el principal instrumento para disminuir los contagios del COVID-19.

 

El jueves, ya su líder Héctor Melesio Cuén, estallaba de júbilo al obtener el fallo que obligaba al senado de la república a dar curso al dictamen sobre el horario de verano en el estado de Sinaloa, iniciativa que durante seis años el PAS ha venido luchando tercamente por modificarlo, lográndose ahora que los senadores ya no eludan el tema, luego que hace tres años lo rechazaran por dos votos de diferencia.

 

La orden que contiene el fallo del tribunal al senado es para que dictamine en favor o en contra, para que no sea omiso, lo cual es un esfuerzo sobresaliente, como también la gestión ante el gobierno federal y el congreso del estado, para que Sinaloa tenga la tarifa 1F en el cobro de la energía eléctrica y el periodo de verano se amplíe a 8 meses.

 

Esas y otras luchas llevan a cabo en el PAS y lo destaco porque ellos han sido muy insistentes, tercos, como dice su líder, pero ahí van, “ahí la llevamos”, como se dice coloquialmente, esfuerzo que los ha convertido en un partido fuerte y decisivo que será fundamental su rol este 2021.

 

¿Qué va a ocurrir con el PAS? ¿Con qué partido se aliará en la elección federal y local? ¿Lo hará todo o en partes? Yo no sé qué ponderaciones tenga su dirigencia y para dónde encamine su destino político, pero pienso que lo más sencillo, favorable y recomendable es no ir solo, sino acompañando alguna coalición nacional de partidos que se está formando.

 

¿Por qué creo tal cosa? Por la sencilla razón de que el electorado en los casi 8 años de vida del PAS y de otras experiencias de partidos locales en otros tiempos y otras latitudes, son muy escasos los éxitos en gubernaturas y de hegemonía política sin estar acompañados de referentes nacionales, como el presidente de la república, o partidos nacionales, que se puede romper, por supuesto que sí, pero los antecedentes indican que son casos excepcionales.

 

El más reciente fue el caso de Jaime Rodríguez, el Bronco, en Nuevo León, que fue candidato independiente, pero al final tuvo el apoyo de Movimiento Ciudadano y su candidato que renunció para apoyarlo, el dueño de FEMSA, Fernando Elizondo, pero no hay más.

 

¿Y por qué digo que sería lo más favorable y recomendable una alianza con algún bloque político nacional? Porque al ser el partido decisivo prácticamente de todas las elecciones (la federal y la local), tiene condiciones para una buena negociación y construir una larga y fructífera perspectiva política ¿No lo creen?