columna joseluis

 

En la medida que AMLO desarrolla su política de ocurrencias y egolatría, otros vientos soplan en el país, pero en sentido contrario, que pronto van a chocar y quién sabe a dónde irá a parar el país, en lugar de que sean los vientos del cambio que tanto ha soñado la mayoría de los mexicanos.

 

Hay muchísima gente que antes no se atrevía ni a mirar, hoy habla, confronta, grita y hasta vocifera, algunos como leones que despiertan de su letargo y otros aprovechando la oportunidad para aparecer como adalides de lo que sea, reflejo de esos aires de libertad donde muchos hilos y ataduras se han roto y que, en mi opinión, debiera ser mejor aprovechado por las fuerzas democráticas y de izquierda.

 

Evidentemente muchos sueñan con el fracaso de AMLO, de que continúe con sus desatinos y que pierda el control del gobierno, aunque se pierdan los vientos nuevos de aquella irrupción electoral de julio de 2018, como si fueran tiempos que en cualquier momento se pueden desatar sin pensar que duran muchos años para madurar, como ciclos de la historia que se abren y se cierran.

 

Es triste ver a todos los partidos políticos que no atinan a crear y menos abanderar esa libertad que bulle en la sociedad para implementar pensamientos nuevos que inicien el tránsito para romper con esa subcultura política de la dominación y la subordinación, sin pensar en que podemos crear una sociedad nueva.

 

Peor aún, el gobierno amlovista y su partido MORENA, que como en los tiempos de la caída del régimen porfirista, desatienden las tareas del nuevo gobierno y más aún la nueva sociedad que demanda la transición democrática que debiéramos cursar, al extremo que en 1913 provocó aquella desatención una guerra civil que se concilió en el constituyente de 1917.

 

Tal parece que a AMLO no le importa un programa democrático para el país y que solo es suficiente asumir el gobierno y controlar su fuerza, cuando la experiencia fue que el pueblo lo impulsó y que es la única garantía de su éxito y la posibilidad de la transición.

 

Y es que no se trata, como muchos creen, de alentar al populacho con dádivas y diatribas del atraso, sino con las propuestas de cambio del régimen presidencialista.

 

Muy lamentable será que ocurra el pacto electoral con los gobernadores, la dispersión y bancarrota de MORENA como partido político y que en cualquier momento regresen los zarpazos políticos de esta oligarquía revanchista que domina México, lo que en suma significaría que los vientos de libertad se empiecen a apagar.