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La noticia la dio el fiscal Juan José Ríos Estabillo: 43 desaparecidos en noviembre en el municipio de Ahome y solo uno ha aparecido. No se trata de Ayotzinapa, Guerrero, sino del municipio cañero que preside el famoso Billy Chapman, quien con ello suma otra mancha más a su gobierno, que quién sabe por qué los diputados del Congreso del Estado lo toleran.

 

También la semana pasada se conoció el fallo del Tribunal Electoral del Estado de Sinaloa que ha calificado la conducta del presidente municipal de Ahome, los regidores y otros funcionarios del ayuntamiento por violencia política de género y acoso laboral, allanando con ello un obstáculo para que el Congreso del Estado y la fiscalía procedan en las múltiples denuncias que se han hecho en contra del primer edil.

 

Desde la amenaza de muerte del año pasado hasta todos los obstáculos que le han impuesto para impedir que la síndica procuradora desarrolle su trabajo, al impedir que fueran a fondo en contra de los ex alcaldes Arturo Duarte y Álvaro Ruelas, quienes fueron señalados por la ASE (Auditoría Superior del Estado) para reparar el daño patrimonial en contra del municipio por permutas irregulares que realizaron en sus gestiones, con el argumento de que no era función de la síndica procuradora, pero tampoco nunca hubo alguien que actuara en consecuencia.

 

Por “cielo, mar y tierra” ha andado la licenciada Angelina Valenzuela, síndica procuradora de Ahome, visitando a dios y hasta al diablo en busca de apoyo para detener las agresiones y obstaculizaciones a su trabajo y persona, pero ni así ha podido desempeñar su cargo a plenitud, además teniendo que defenderse del presidente municipal y frenar su conducta agresiva, irresponsable e ilegal.

 

Los alcaldes de las principales ciudades de Sinaloa se han hecho famosos por sus desatinos, ineptitud y agresividad en el desempeño de sus cargos y lo más lamentable es que ni su partido, MORENA, ni sus líderes han dicho “esta boca es mía” ni se han hecho cargo de sus gobernantes ajustando cuentas de sus desempeños de tan bajo nivel.

 

Hoy que el Tribunal Electoral del Estado de Sinaloa ha caracterizado la conducta del presidente municipal de Ahome y su cabildo como violencia política de género y acoso laboral, por lo menos ya existe una calificación de un tribunal respecto a esas conductas de los funcionarios públicos, por lo que el Congreso del Estado ya no tiene pretexto para calificar los hechos como tampoco la fiscalía general de justicia, que con ello pueden dar curso a los procedimientos políticos y judiciales que corresponda, salvo que ahora pretexten otra cosa en aras de seguir protegiendo a Billy Chapman, y así definitivamente condenar al Congreso a permanecer callado ante cualquier denuncia.

 

No es posible que los tres síndicos procuradores, los de Ahome, Culiacán y Mazatlán, vivan en sus funciones acosados, agredidos y hasta marginados. Lamentable ejemplo de MORENA.