columna joseluis

El día de ayer jueves, muy temprano, llegaba al programa de Olegario Quintero para acompañarlo en la mesa política que dirige todas las mañanas en su programa de radio, y antes de empezar vimos una foto de la diputada Graciela Domínguez en la portada de una revista y preguntaba Olegario “Tu que la conoces desde hace mucho ¿Vale la pena como líder del Congreso del Estado?”, a lo que respondí que me parecía uno de los mejores valores políticos de la izquierda sinaloense, con una trayectoria brillante y destacada tanto en sus virtudes personales como en sus capacidades políticas, y le agregué “pero está parada en un polvorín”.

 

No sabíamos lo que ocurriría tres horas más tardes, cuando “estalló la bomba” en el Congreso del Estado, donde una mayoría de diputados de su fracción parlamentaria, el grupo de MORENA, le había destituido como su coordinadora y por lo tanto dejaba de ser la Coordinadora de Junta de Coordinación Política del Congreso.

 

Se había dado una sublevación donde 14 diputados firmaban una carta dirigida a la mesa directiva del Congreso, carta que no llegó a concretarse por la renuncia de 4 de los diputados de MORENA a la firma, quedando la diputada Graciela en su posición de líder del grupo de MORENA y coordinadora de la JUCOPO del Congreso, pero en el contexto de una crisis que seguramente será inevitable y los derroteros inescrutables a corto plazo.

 

Son múltiples las variables que han madurado esta crisis de MORENA en su conjunto en Sinaloa y que se ve muy difícil puedan resolver sin fracturas, como no sea la firma de un pacto de paz por un determinado tiempo y encuadrado en la perspectiva también de su crisis nacional como partido.

 

Pero eso es muy probable sea insuficiente, porque hay actores políticos externos que están incidiendo en el interior de los problemas de MORENA, como son los nuevos partidos políticos que se están organizando en su interior, como Redes Sociales Progresistas (RSP) de la maestra Elba Esther Gordillo, pero el más fuerte y radical es la operación política del gobernador Quirino Ordaz por tener el control de la Cámara de Diputados después de dos choques violentos con las huestes de la diputada Domínguez Nava, el primero que, valga, por primera vez en la historia le modifica sustancialmente un presupuesto a un gobernador, y la segunda ocurrió en julio pasado, cuando los diputados de MORENA le suspendieron las cuentas públicas al gobernador Quirino Ordaz.

 

El grupo de diputados de MORENA es muy heterogéneo, surgido de una revuelta electoral del pueblo sinaloense que los ungió como diputados, más allá de quién era cada quién, como son siempre las descargas del coraje y el rencor político del pueblo, por lo que no es una facción política preparada y quien más sabía de ellos, sin duda, era Graciela Domínguez e hicieron bien nombrándola como coordinadora, liderazgo que seguramente ha sido muy complicado con sus diputados y no se diga ahora con la crisis nacional y las embestidas que le llegan de fuera desde antes que tomaran protesta.

 

Fraccionar y fracturar al grupo de diputados de MORENA en el Congreso para luego despedazarlo políticamente es un objetivo medular del gobernador del Estado y el PRI ante lo que MORENA puede hacer contra los manejos financieros oscuros y corruptos de los gobiernos estatales y los municipios como también la orientación del presupuesto estatal que no sea al antojo del gobernador.

 

Seguramente del PRI y el gobernador tienen múltiples aliados fuera e incluso dentro de MORENA, y lo que ha dificultado que logren su objetivo principal ha sido sin duda la claridad política, la integridad moral y la fortaleza personal de la diputada Domínguez Nava, y eso lo saben, por eso no es casual que pretendan su destitución.

 

Ojalá y los diputados de MORENA entiendan la voluntad popular que se depositó en ellos y el compromiso de cambio que eso significó para que no sigan siendo manipulados por el poder del gobierno y fortalezcan su fracción parlamentaria. Hay talante y talento en la diputada Graciela Domínguez Nava… ya veremos.