columna joseluisHoy, después de 20 años, la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) se prepara para una jornada electoral histórica, donde más de 100,000 universitarios tendrán la oportunidad de elegir a sus autoridades de manera directa y secreta. Este evento no solo marca el retorno a un sistema democrático ya conocido, sino que también brinda la oportunidad de cerrar un capítulo de crisis política que ha afectado a la institución en los últimos dos años.

Sin duda será un cierre político a la crisis que se vivió durante los últimos dos años y que para fortuna de la UAS y el pueblo de Sinaloa, se impuso el diálogo y la conciliación que derivaron en ese nuevo sistema de elección de las autoridades universitarias

En más de 1000 urnas bajo el resguardo de los consejeros universitarios de todas las escuelas de la UAS y consejeros técnicos, funcionarán las casillas desde las 8 de la mañana hasta las 6 de la tarde

Casi 200,000 universitarios con derechos planos a emitir su voto se darán cita en los más de 130 planteles con que cuenta la UAS, por lo que es de esperar una votación mayor a los 100,000 sufragios

Cualquiera que sea el ganador de esta contienda, su legitimidad será innegable. La elección, realizada de manera ordenada y transparente, restablecerá la confianza en el liderazgo universitario y ofrecerá una base sólida para cualquier proyecto de desarrollo institucional que desee implementar. El nuevo rector enfrentará el desafío inmediato de consolidar lo logrado hasta ahora, en un entorno donde la incertidumbre económica y social se cierne sobre el horizonte.

El rector saliente, Jesús Madueña Molina, ha puesto en la mesa un plan claro denominado "Visión 2029". Este documento esboza un futuro donde se busca adaptarse a las realidades cambiantes que plantean no solo el entorno académico, sino también la esfera global. A medida que las sociedades de todo el mundo luchan por reinventarse, la educación se presenta como un pilar fundamental en esa transformación, aunque no exento de desafíos.

Sin embargo, el dilema que enfrenta la nueva administración es complejo. ¿Cómo consolidar los logros sin arriesgar el futuro? Es necesario que se discutan estrategias claras dentro de los órganos de gobierno de la UAS, definiendo el escenario y las perspectivas en las que se inscribe la institución para así trazar un plan de acción eficaz.

Los retos no son exclusivos de la UAS; también el gobierno federal, estatal y municipal tendrán que unir fuerzas en un esfuerzo colaborativo para abordar la crisis económica que amenaza con surgir. La historia reciente nos enseña que la frivolidad y la improvisación no tienen cabida en tiempos de inestabilidad. Los próximos meses serán cruciales, y la comunidad universitaria deberá estar preparada para actuar de manera conjunta y solidaria ante lo que se avecina.

En conclusión, el regreso al voto universal directo en la UAS representa no solo una recuperación de derechos democráticos, sino también la oportunidad de iniciar un proceso de reformas y transformaciones que permitan a la universidad adaptarse a las exigencias de la nueva era. El liderazgo que emerja de esta elección deberá estar a la altura de las circunstancias, dispuesto a enfrentar los retos venideros con seriedad y compromiso, asegurando que la UAS no solo sea un referente en la educación superior, sino también un actor clave en el desarrollo de la sociedad Sinaloense y mexicana en su conjunto.