columna joseluisEufóricos, embriagados de satisfacción, libaban un grupo de militantes de MORENA, luego de la consolidación de su mayoría constitucional en el senado de la república, la última frontera que existía para detener sus apetitos de dinamitar al estado de derecho e inventar quien sabe qué cosa en sustitución de los jueces y magistrados federales del país, que se habían convertido en el garante de la constitución del país.

 

Después de haber desarrollado la 4T la elección de estado que impusieron para el 2 de junio pasado, cuando con todo el poder de aparato gubernamental, ganaron todo empezando con la presidencia de la república, tanto que las denuncias de Xóchitl Gálvez fueron aceptados por el tribunal federal electoral, en más de 30 ocasiones resolvió que sí, que el presidente López Obrador si violo la ley, no hicieron nada, mucho menos las múltiples irregularidades que cometieron al realizar actos anticipados de campaña durante meses.

 

Luego vino el ataque al INE que golpe a golpe fueron desestructurándolo, hasta convertirlo en un peón de MORENA, con esa conducta sin peso político para detener aquella maquinaria de estado, que MORENA y López Obrador habían echado a andar para arrollar en la elección.

 

Y más tarde, en el mes de agosto fabricaron una sobrerrepresentación política de más de 20 puntos que vino a dar al traste en la cámara de diputados y senadores, aplastando a la oposición.

 

Pero por si hicieran falta más clavos para el ataúd de la democracia, salieron a relucir los más burdos, arcaicos e inmorales métodos políticos de las amenazas, la coacción, la presión, el chantaje y hasta la prisión para alcanzar el 66 por ciento de los votos en el senado de la república.

 

Al final de la noche, como la risa de la hiena, festinaban su triunfo, pero surgía la pregunta, si, gano MORENA, pero ¿Qué gano México? , ¿Qué gano el país? ¿la enseñanza de cómo hacerse del poder violando la ley?¿la repetición remasterizada del PRI, el partido de estado?

 

Porque no se puede soslayar este debate que al final debe prevalecer la preocupación ¿en qué estado quedo el país?

 

Y tratar de resolver esta pregunta nos lleva a recordar que tuvimos un presidente de la republico que mintió cerca de ciento cincuenta mil veces desde el pódium de palacio nacional, que violo la ley en reiteradas ocasiones y que impuso su voluntad por encima de todos, al pasar de un presidencialismo metaconstitucional a una autocracia, que camina rumbo hacia un “Maximato”.

 

Que atravesamos por una crisis estructural de cuatro de los pilares, como son la seguridad, el sistema de salud, la educación nacional y la democracia política, cuando se desangro al país con 200 mil muertos y 50 mil desaparecidos; le quitan el dinero a médicos, hospitales y medicinas, como ocurrió en julio que le recortaron 20 mil millones de pesos, como si no le hubieran hecho daño al sistema de salud con el gigantesco fracaso del INSABI; le quitan a la niñez y juventud nacional el presupuesto para educación al quitar programas de educación básica y reducir subsidios a las universidades públicas; y para rematar, aplastan a la oposición y eliminan prácticamente la división de poderes.

 

La caída de la suprema corte, fue el último clavo en la cruz de la república, poder judicial que se había convertido en el dique y freno de los excesos de poder con la garantía de la vigencia de la constitución del país, validar que con la correlación de fuerzas que ha creado MORENA el probable Maximato del presidente López Obrador, será removido y reconstruido en correspondencia con esa autocracia que ya finco sus pilares ¿de qué se ríe la hiena?