columna joseluisQuién sabe si a estas alturas, con los problemas por los que atraviesa el gobierno de Sinaloa, quien había lanzado un paquete de múltiples proyectos multimillonarios en las principales ciudades de Sinaloa, que según sus cálculos, rebasarían los 75 mil millones de pesos durante los próximos tres años, una enorme fortuna, los proyectos brotaron como hongos de temporada de lluvias y como aquí no estamos para rechazar dicha inversión y si desear que realmente existan, solo nos resta recomendarle a nuestros gobernantes tres cosas: la sapiencia, la experiencia y la eficacia.

 

Si, son tres cuestiones elementales en razón de que se trata de gastar dinero público, dinero de la sociedad y esas responsabilidades son sustantivas para un buen ejercicio de gobierno.

 

El conocimiento es primordial por lo que se deben analizar los planes de desarrollo municipal que existan, alguna, como el caso de Culiacán, el famoso plan 20-20(1990-2020), que se perdió en el olvido de los presidentes municipales, como el caso de sacar de la ciudad la estación de ferrocarril, las vías férreas que la atraviesan, los viejos almacenes a sus orillas, el gran hacinamiento irregular que subsiste en su seno y obviamente el proyecto donde estará la nueva estación, trazos de la vía.

 

Se olvido también la planeación de la movilidad urbana a fuerza de golpe de intereses particulares que han desarrollado asentamientos privados, según sus intereses, como es la sustitución del “paso elevado” que se construiría desde “la capilla de malverde” hasta el entronque con “pedro infante” a la altura de SEPyC, pretendiéndose ahora, un puente adelante de la presa derivadora que conecte la colonia “Flores Magón” con el boulevard “pedro infante”, por un lado del congreso.

 

O también el caso del malecón “nuevo” que se construiría a la altura de “la divisa”, atrás de “la campiña”, señalo estos aspectos solamente para ilustrar el abandono de la planeación.

 

Quizá sea peor el puente inconcluso sobre el rio “Humaya” que tiene 30 años empezado y que conectaría a la colonia “Stase” con el boulevard “Sánchez Alonso”.

 

La sapiencia no solo ha sido en el terreno de la planeación, elemento vital para el desarrollo sustentable, sino también el tema de la experiencia y para ello solo vale recordar tres cosas recientes de presidentes municipales de Culiacán: Jesus Vizcarra Calderón, Aaron Rivas Loaiza y Sergio Torres.

 

El caso de Jesús Vizcarra fue la creación de soluciones creativas, sencillas y baratas. Amplio el puente “Juárez” sin modificar su cimentación, creo mecanismos de circulación solo con “boyas” para separar la circulación de los vehículos y creo una gasa del malecón “niños héroes”, lo que represento una ampliación aérea de 400 metros, obras que en su momento resultaron de gran utilidad para la movilidad de los culiacanenses.

 

Aaron Rivas, lo que más aporto, fue su talento político para negociar la solución de obras que no se hacían por conflictos vecinales, habilidad que se tradujo en soluciones expeditas, prácticas y concretas, como fueron la ampliación del “malecón nuevo”, la gasa aérea en el aeropuerto sobre la carretera a Navolato y la creación de la “ciudad educadora” por allá rumbo a Imala, con una obra que abarca 60 hectáreas.

 

Y el último presidente municipal, Sergio Torres, que resolvió dos problemas históricos de Culiacán: la fractura que sufría Culiacán todos los veranos con el gran arroyo que se convertía la calle Aquiles Serdán que partía la ciudad por horas y el cuello de botella que significaba el paso del puente “Miguel Hidalgo” por la Obregón, que en hora pico, se tardaba hasta una hora en cruzar 300 metros.

 

Sergio torres creo un drenaje pluvial creando “bocas de tormenta” para capturar la corriente de agua, con lo que se eliminó aquella fractura de siglos de Culiacán y el caso del puente “Miguel Hidalgo”, creo un “par vial” (Obregón de norte a sur y Aquiles Serdán de sur a norte ) que resolvió de golpe el problema y trajo otros beneficios a más de 200 mil vehículos, se redujo el consumo de gasolina en 60 por ciento y el recorrido de extremo a extremo de la ciudad se hace en 15 minutos.

 

Por eso pienso, que la salida norte de Culiacán, particularmente crear otro puente aéreo sobre el puente Almada, es una medida no estudiada y muy costosa, cuando ya ingenieros locales, “a ojo de buen cubero” han calculado la factibilidad de abrir, dos carriles más al puente (uno a cada lado) y crear entre 6 y 8 gasas de accesos y salidas, en la misma extensión que pretenden el puente elevado, solución mucho más sencilla, barata y a más corto plazo, digo.