columna joseluisAnte pregunta expresa en la “semanera” al gobernador de Sinaloa, le pregunto una reportera, “que sí que había tratado con el presidente López Obrador y la presidenta electa Claudia Sheinbaum, en la reunión que habían tenido con todos los gobernadores del país”, pregunta a la que rehuyó sin decir nada y a lo más, comento, que el gobierno de Sinaloa no tiene injerencia de nadie y que los asuntos del estado, prácticamente informo, el los resuelve, como quien dice “nomas mis chicharrones truenan”.

 

Obviamente estableciéndolo como premisa para evitar cualquier otra pregunta que se relacionara con la instrucción del presidente en semanas pasadas para atender y resolver el conflicto del gobierno con la UAS.

 

Ello como se vio, cuando después de hablar casi una hora del conflicto con la UAS, reitera sus peroratas pseudo legal e hipócrita sobre la honradez y transparencia, ningún periodista de los asistentes, se atrevió a hacer una sola pregunta al gobernador sobre la UAS, como si se tratara de un guion pactado sobre un tema tan incomodo que estigmatiza al gobernador y le provoca malestar, malhumor e incapacidad para tratar un problema tan sencillo y practico, que solo requiere que deje de abusar de su poder y se dedique a trabajar por Sinaloa.

 

El gobernador quisiera que Sinaloa fuera una república, un estado nacional, en donde el y solo el, pudiera decir lo que se hace, como se hace y por quienes se hace, como ocurre en repúblicas con dictadores, como el caso de nicaragua y quisiera ser el Daniel Ortega de Sinaloa, faltaba mas.

 

La vocación de dictador es obvia su existencia en su desempeño y quisiera que así fuera, por eso se enrarece su discurso cuando tiene que hablar de asuntos nacionales, por que sabe la competencia de los poderes nacionales en donde no convence a nadie y su prestigio esta por los suelos.

 

Así lo expuso categóricamente en el programa “los noticieristas” que dirige Luis Alberto Díaz, cuando el buen amigo Milton Rojo le pregunta de manera expresa sobre la mesa de dialogo con la UAS a la que está citando la secretaria de gobernación, categóricamente respondió que no acudiría a ninguna mesa de dialogo convocada por gobernación. Como quien dice, “aquí mando yo”.

 

Y en otro tema ya había mostrado sus excesos, cuando se refirió al estatus legal de Héctor Melesio Cuen Díaz, al declararlo “prófugo de la justicia”, cuando ha hecho tan solo uso de sus derechos legales para defenderse de las acusaciones que llevan en los juzgados, precisamente todo usado legalmente y aprobado por el juez de la causa ¿de dónde saca “prófugo de la justicia”?

 

Ese es el “pelo” de gobernador que tenemos en Sinaloa. Usted mídalo y estime el tamaño y alcances.