columna joseluisEste lunes, anuncio el coordinador general de agricultura, de la secretaria de agricultura y desarrollo rural (SADER), Nicolas Vega Román, que ya estaban disponibles los recursos para los apoyos a los productores de maíz en Sinaloa de 750 pesos por tonelada, apoyo que no solo se brindará a los pequeños productores con una derrama de 2800 millones de pesos, esto será para toda la cosecha que rebaso los tres millones de toneladas.

 

No quedara ningún productor sin los apoyos de gobierno y mucho mérito tiene esta conquista por parte de los productores, las acciones oportunas que desplegó la organización “productores unidos de Sinaloa”, que dirige Baltazar Valdez, perseguido y estigmatizado por el gobernador Rubén Rocha que, sin aquel despliegue de bloqueo de casetas, seguramente hoy no contaría con ese estímulo a sus cosechas.

 

A sido ardua y persistente esta lucha de esta organización y sus líderes encabezados por Baltazar Valdez, por que tampoco hubiera sido factible conseguir el año pasado, que se pagaron a 7 mil pesos la tonelada de maíz para el 80 por ciento de los productores.

 

Y a propósito de la cosecha 2023, cabe hacer varias preguntas y revisar lo que ha pasado con el manejo de aquella cosecha por parte del gobierno del estado.

 

En números redondos fueron dos millones de toneladas las que se beneficiaron, de las que se adquirieron un millón 300 mil toneladas para DICONSA del gobierno federal y setecientas mil toneladas que almaceno el gobierno estatal.

 

Para las setecientas mil toneladas que compro el gobierno de Sinaloa, el estado erogo la cantidad de 5 mil millones de pesos, ambas compras fueron para beneficiar a productores de menor superficie (15 hectáreas o menos), que suman poco mas de 20 mil.

 

Sin duda la acción del gobierno que obedeció de nuevo a la presión de los productores, como fue aquella toma del aeropuerto internacional de Culiacán, sin alcanzar a los grandes productores quedando por fuera de ese beneficio 4 millones de toneladas de maíz.

 

El caso está en que hoy en día el gobernador Rubén Rocha declara que no venderá el maíz embodegado por que no quiere quitarle espacio de comercialización a los productores y dos días después, declara que se los andan comprando “industriales foráneos”.

 

Y mientras no se venda ese “maíz embodegado” continuara pagándose tanto los costos de las bodegas, como los costos financieros del crédito, crédito que por cierto, ya declaro la titular de la ASE, Ema Guadalupe Félix, que ese crédito será auditado, el que por cierto nunca aprobó el congreso del estado y seguramente estará como deuda de corto plazo (¿en cuánto andará ahorita?).

 

Si fueron 5 mil millones de pesos el crédito para comprar el maíz, ya se han pagado 1700 millones por el costo del embodegado y por lo menos 500 millones del costo financiero del crédito, estamos hablando de 2200 millones, por lo que hasta ahora saldría costando el “maíz embodegado” 10300 pesos la tonelada, digo si se quiere sacar los costos.

 

La pérdida mínima será de 2200 millones de pesos y se puede elevar, en caso de que se alcanzara a rondar en 6 mil pesos la tonelada, se perderían otros 700 millones que agregado a los 2200, sumarían 2900 millones de pesos de pérdida total.

 

Como va a explicar el gobierno de Sinaloa a la sociedad ese pésimo manejo de un asunto económico tan elemental. ¿por que seguir dilapidando dinero? Cada día que pasa la perdida será mayor.