Descanse en paz mi amigo Ignacio Niebla Aispuro y vaya nuestra solidaridad para toda su familia.
Como sucede en todo cambio de gobierno, siempre sucede que antes de tomar posesión, en este caso Claudia Sheinbaum, hay una cauda de gabinetes que se convierten en un ejercicio hasta ocioso, pero de alguna manera, en lo que ha expuesto la virtual presidenta, es la urgencia de tener su equipo plenamente integrado, capaz de saber que hacer desde su primer día de gobierno.
En los tiempos del PRI, incluidos los gobiernos del PAN, el anuncio del gabinete legal y el gabinete ampliado, se conocían poco antes de la toma de posesión y ahora, como AMLO, se cambió, y desde su triunfo electoral, prácticamente se conocía su gabinete.
Por ahora, no debemos soslayar que Claudia Sheinbaum, será el primer gobierno de la continuidad de la 4T y MORENA, lo que por consecuencia significa que el nuevo gobierno tiene uno o muchos compromisos con el gobierno que sale y esa tesitura, significa un jaloneo de poderes que se está dando ahora, lo que implica una enorme dificultad para los oráculos que pretenden adivinar quien quedara en que oficina.
Lo que si se advierte, es que este jaloneo, está demostrando la existencia de diferencia en los objetivos, medidas, ritmos, plazos y compromisos, lo que puede significar según sea el caso, hasta que hablemos dos visiones distintas.
Han pasado dos semanas después del 2 de junio y ya hay signos de acelerar el relevo presidencial, tanto por uno que no quiere irse, como la que llega que no quiere que le dejen “la mesa servida”, precisamente por que está planeando hacer su propio gobierno.
¿Qué tan distinto y distante de AMLO? Quien sabe, pero de que apunta, apunta, por lo que no es casual el jaloneo entre ambos presidentes que se ha dado en este corto plazo.
Para nadie es un secreto que López Obrador pretende continuar mandando en la presidencia del país, tener la mayor cantidad de controles mediante instituciones bajo el mando de sus súbditos, y es entendible entonces, que la nueva presidenta procure que no tenga ese poder.
Se trata de un asunto normal, natural y seguramente lo que va a suceder, será la traición como siempre ha ocurrido, AMLO y Claudia Sheinbaum se van a separar, van a romper y no sé si vaya a haber un pleito, yo no lo descarto conociendo la naturaleza del presidente.
Si ocurren estos casos, seguramente veremos sucesos no vistos en la era moderna de los presidentes de la república, jaloneos, escándalos, gente en la cárcel, represiones, mayor inestabilidad y mucha violencia en el país.
Quién sabe si la presidenta pueda tener la fortaleza de domar al toro que ya está enfrentando o si el toro la cornee, e incluso la lleve al referéndum sobre el desafuero, lo que sería extremadamente lamentable.