columna jose luis lopez duarteNuestra solidaridad para el compañero y amigo Abel López López y toda su familia por el lamentable fallecimiento de su hermana DEP

Según el informe de INEGI sobre el comportamiento de la economía en todos los estados del país, el último lugar lo obtiene Sinaloa y no solo eso, el penúltimo lugar tiene el doble de porcentaje de crecimiento que Sinaloa, el estado de Coahuila con 1.2% de crecimiento y Sinaloa solo un 0.6%.

Y los que andan por el 4 por ciento (casi 7 veces mas que el crecimiento de Sinaloa), son los estados de Colima, Hidalgo, Durango y la Cd. De México.

El informe de INEGI no es sobre el tamaño de la economía, si no de su crecimiento, por que sin duda, las economías más robustas, son los exportadoras, como los estados fronterizos de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, además de la ciudad de México, Estado de México, Veracruz y Guanajuato, juntos suman el 64% de la riqueza nacional.

La economía Sinaloense ocupa el lugar 17 con un PIBE de 33 mil millones de dólares, mientras que un estado Coahuila, del mismo Tamaño que Sinaloa, integrado a los circuitos económicos de la industria y las exportaciones, tiene un PIBE de 57 mil millones de dólares, un 75% por ciento mas que la riqueza que produce Sinaloa anualmente.

Y esta caída de la economía sinaloense tiene mucho que ver con la crisis en la agricultura , particularmente el caso del maiz , cuya cadena de valor pierde alrededor de 20 mil millones de pesos y algo del caso del trigo y frijol

¿por que este recorrido por las cifras del INEGI? Simplemente para comparar el comportamiento de nuestra economía, desde hace ya mas de 30 años, de Francisco Labastida Ochoa, cuando planeo la integración de Sinaloa a la “cuenca del pacifico” creando una base industrial exploradora en alianzas con los entonces llamados “tigres de Asia” como Korea y Singapur, por ejemplo, al mismo tiempo que recibiría la industria y capital de Hong Kong al regresar este territorio a china comunista.

Francisco Labastida no se anduvo por las ramas y puso manos a la obra con la modernización de Mazatlán (zona dorada y la maxipista), la presa “Huites” para abastecer la industria que se instalaría en Ahome, la construcción del puerto de “Topolobampo” y el sueño de modernizar el “Ch-P”, para conectar por tren desde topo hasta estados unidos.

Esas ideas y esos proyectos no fueron un sueño, fueron una realidad como lo siguen siendo ahora, sin lo cual no existirían alternativas, mas que intensificar la agricultura y esto no se logra sin las industrias y el comercio.

Para quienes conocieron la frontera con los estados unidos antes de los años noventa y más atrás, bien sabemos que la frontera no era más que aglomeraciones de pobreza, tráfico de fayuca, mariguana y goma de amapola. No eran los centros industriales que son hoy, como jamás imaginamos que serían los estados que exportan más del 50 por ciento de toda la exportación industrial de México a los Estados Unidos. ¿cómo lo hicieron?

Trabajando duro sus gobiernos y ciudadanos para pensar que soñar con una economía boyante en ingresos propios mejores sin tener que cruzar la frontera era posible.

Hoy, que cientos de grandes empresas en el mundo piensan en al relocalización lo más cerca del mercado más rico del mundo, como lo es Estados Unidos, ya es hora de ofertar por lo menos tierras para construir fábricas y si se puede, hacer “galerones” y hasta promover ensambladoras, si las fábricas no son posibles, pero algo hay que hacer, si no saben cómo, pregúntenle a Labastida, a los Coppel, o a Jesús Vizcarra, o al que quieran pero pregunten.