“El que a hierro mata… a hierro muere”, señala un pasaje de la biblia y tal parece, que en el proceso electoral 2024, después del sexenio de AMLO y la 4T, cuando llego en 2018 con el discurso de combate a la corrupción y que “las escaleras se barrerían de arriba hacia abajo” y quien sabe que más frases, hoy AMLO y la 4T, sufren la misma embestida acusados desde observaciones de la auditoria superior de la federación, denuncias de corrupción (SEGALMEX) por la misma ASF, licitaciones bajo sospecha, uso de recursos ilícitos, presupuestos desviados, tráficos de influencias, costos de obra a sobreprecio, hasta derroches familiares y oficiales, como si se tratara de una competencia de “tírenle al negro” y una abierta campaña contra AMLO y su 4T.
Tanto viene ocurriendo, que desde que empezó el año, no hay semana sin que inicie con un nuevo escándalo, al grado que ya abruman y se acumulan, como una pesada loza que cada día que pasa mina la resistencia del presidente y su partido.
Y lo que parece y es una guerra política, corresponde en buena medida a los hechos de un ejercicio de gobierno siempre bajo sospecha por la incompetencia, la frivolidad y la sobreideologización, que los arropo al extremo de opacar y hasta borrar, lo que fueron sus armas en la guerra que ganaron el 2018.
La frase “no mentir, no robar, no engañar”, poco a poco, con el paso de los días y los meses de gobierno, fue siendo recubierta por una mano de irregularidades, ilegalidades, ilícitos, prepotencia, manejo faccioso de las instituciones, modificación inconstitucional del estado, hasta llegar a la corrupción más abierta y descarada, que los ha llevado hasta la entrega de su “alma al diablo”.
Se olvidaron, que, así como se han conocido las tropelías gubernamentales de los anteriores sexenios y de que vivimos cada vez más en un “mundo de cristal”, lo que hicieron, bien o mal, como lo que no hicieron, se sabría, por lo que por eso no paramos de escándalo en escándalo y de montaje en montaje, incluido por supuesto, también al que realiza el mismo gobierno a todos los niveles.
Así vimos cómo se “electrizaron” las redes sociales y medios de comunicación, el lunes pasado, cuando el periodista Héctor de Mauleon, publico en “el universal” en su columna, la denuncia de una subdelegada de “bienestar” en Sinaloa que hablo, de robos de tarjetas de los programas de dicha secretaria, de ingresos ilícitos a la campaña electoral de MORENA el 2021 y la impunidad del manto protector del mantra de la 4T.
Este último episodio de denuncia, además de gravedad intrínseca por que viene acompañada de otros, no solo trae consecuencias en general, para la 4T y el presidente López Obrador, sino que afecta directamente al gobierno de Sinaloa, tanto el gobernador Rubén Rocha, como a su secretario de agricultura, Jaime Montes, señalados explícitamente en las grabaciones de la subdelegada de bienestar en Sinaloa Jocelyn Hernández Jiménez.
Sin duda, lo expuesto por la subdelegada de Bienestar, tendrá que ser recogido por la autoridad de la fiscalía estatal y la fiscalía federal, por que la denuncia contiene de todo y en el caso de los funcionarios estatales, el gobernador y su secretario de agricultura, deberán poner a disposición de la autoridades que su voluntad y argumentos para aclarar los dichos y reflejar la certeza de su inocencia de lo que se les pudiera acusar. Creo que así debe de ser.