Todo fue armado por el gobernador Rubén Rocha para que su candidata presidencial, Claudia Sheimbaun, se le viera y ni así pudo superar su imagen gélida y discurso mecanizado, sin ninguna expresión refrescante que modificara en algo el discurso presidencial acartonado, demagógico y populista, vaya, ni tan siquiera una referencia para los oídos de los sinaloenses, resultando retorica pura sin sustancia.
Lástima, por que el acarreo del gobernador fue apabullante y el control de los entrevistadores a modo, los que aleccionaron para que en la entrevista estelar, “que ni con el pétalo de una rosa” la tocaran.
Según los organizadores, seguramente piensan que salió con “rabo y orejas”, pero el respetable, tanto de los que concurrieron al mitin, como los que vieron y escucharon la entrevista, la opinión es que no convencen ni a los de casa, menos que pueda restaurar heridas que ha dejado su proceso de selección de candidatos y peor aun que no es factible elevar sus preferencias y ni siquiera mantenerlas.
La encuesta de la semana pasada empieza a marcar una tendencia, Xóchitl Gálvez ya se aproxima a ocho puntos de distancia de la candidata de MORENA que desde hace dos años anda en campaña y desde la presidencia de la república apuntalada, con un techo de 51.6, contra un 43.6 de Xóchitl y un 3.2 de MC de Álvarez Maynes.
El primero de marzo inician las campañas presidenciales y para el “arrancón” no se descarta que Xóchitl ya este emparejando los números, después de su regreso de Europa y la marcha ciudadana en apoyo a los organismos autónomos, que se realizara el próximo domingo 18 de febrero en más de cien ciudades del país.
Por eso hay voces en MORENA, ciertamente alimentados por la inconformidad interna, pero también por la incertidumbre del resultado final de la elección, cuando los 23 gobernadores de MORENA en su mayoría son un fracaso y para el presidente López Obrador ya resulta la carga política de su candidata muy pesada y difícil de seguir cargando, a riesgo del propio prestigio e investidura, que al final resulta que son los soportes de la propia Claudia Sheimbaun.
Y qué decir de MORENA cuyo paso de movimiento a partido y luego a partido estado, pues resulta que no existe una maquina electoral, ni una fuerza política organizada, como tampoco una institución con prestigio de un bagaje ideológico y político para la propaganda electoral.
La tarea de cargar a Claudia Sheimbaun por el presidente López Obrador, tal parece se está convirtiendo en un lastre de su movimiento y eso seguramente lo ha de tener muy preocupado, cosa que podremos ver en Sinaloa, el próximo 16 de febrero, cuando visite la entidad para inaugurar por enésima vez algunas de las presas del sur. ¿a cuál le tocara? ¿a la Sta. María?….ya veremos.