gilberto soto

Ya estamos regresando a una nueva normalidad de actividades económicas, en la cual, como ya lo hemos conversado, muchas empresas no regresaran, abra aquellos que no les importara comenzar de nuevo, pero con una carga de obligaciones mercantiles, laborales y fiscales por cubrir derivado de este cierre temporal, con lo cual le puede dificultar la operación inicial por los pocos flujos con los que cuenta actualmente.

Una buena opción para poder obtener un respiro para unos pudiese ser el Concurso Mercantil, la Ley de Concurso Mercantil (LCM) tiene como objetivo principal la conservación de las compañías y evitar que el incumplimiento generalizado de sus obligaciones de pago pongan en riesgo la viabilidad de las mismas y de las demás con las que mantenga relación de negocios, es un juicio de carácter universal que se promueve por el deudor o por sus acreedores lo cual regula la LCM y es de aplicación federal.

El concurso mercantil es un recurso legal al cual acuden las empresas para entablar negociaciones con sus acreedores cuando el peso de sus adeudos es tal que les es imposible seguir al día en sus pagos acorde se van venciendo.

El mismo consta de tres etapas, la cual comienza con la controversia que es cuando es presentada la demanda ante un juez de distrito, la segunda que es la mas importante que es la de conciliación la cual tiene como finalidad procurar que las partes lleguen a un acuerdo respecto de los términos y condiciones conforme a las cuales el empresario pagará sus adeudos, a este acuerdo de le denomina “Convenio de Conciliación”, durante esta etapa el empresario continuará administrando su compañía bajo la supervisión y en algunos casos requiriendo la autorización expresa del conciliador el cual es designado por el Instituto Federal de Concurso Mercantil, la tercera etapa es la quiebra esta se da una vez que el empresario y sus acreedores no logren suscribir el Convenio de Conciliación durante el plazo máximo señalado en la LCM el cual es de un año siendo declarado en quiebra y a partir de ese momento el objetivo será el vender la totalidad de los bienes y derechos a fin de aplicar el producto de dicha venta al pago de los pasivos.  

Como en un inicio se señalo el objetivo que promueve esta ley es que el empresario liquide sus deudas y se conserve la empresa, para muchos puede el Concurso Mercantil ser un respiro y una ventana para continuar sus actividades económicas y con ellos conservar los empleos que genera.

Lo importante ahorita es analizar debidamente si se adapta a las necesidades que la empresa pudiese tener derivado de los diferentes compromisos de pasivos que la compañía tiene y debe sacar adelante y la conciliación con los acreedores mediante este procedimiento pudiese ser benéfico para dar un respiro y comenzar a sanear las finanzas.

CP y MI Gilberto Soto Beltrán

Email: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Facebook: Gilberto Soto

Twitter: @gilsoto70