columna jorge luis telles circular

 

= Vigésimo quinto aniversario de los hechos en Lomas Taurinas.

 

= ¿Qué cenó Luis Donaldo la última noche de su vida…?

 

= Un sándwich club frío y cocas sin gas: Heriberto Galindo

 

= Aquella tarde en la redacción de El Sol de Sinaloa

 

= Marcado descenso de índices delictivos en nuestro Estado

 

Esta historia ya le he contado. Lo haré de nuevo, con el permiso del aguantador y noble lector, por lo emblemático de la fecha: vigésimo quinto aniversario luctuoso de Luis Donaldo Colosio Murrieta, candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional para el sexenio 1994-2000. Una respuesta a quienes preguntan con frecuencia: “Y tu ¿Qué hacías en ese momento?”

Aquí voy:

La mañana del jueves 23 de marzo, luego de trotar a lo largo del andador que hoy lleva su nombre – por los rumbos del Malecón – y antes de tomar su desayuno, Luis Donaldo Colosio recibió en privado, todavía en su hotel, al gobernador del Estado, Renato Vega Alvarado, a quien, entre otras frases, le mostró su enorme agradecimiento por el acto político que le había organizado un día antes en el teatro helénico del parque Culiacán-87, el mejor de su campaña hasta ese momento.

Ahí, Renato lo despidió; le deseó el mejor de los éxitos y el gobernador viajó a la ciudad de México, donde cambiaría de avión para volar a Canadá, al frente de una misión sinaloense, a la caza de inversionistas para nuestro Estado. Colosio, a su vez, abordó el pequeño jet ejecutivo, para transportarse a la Paz y de ahí a la ciudad de Tijuana, a cumplir su cita con el destino.

Y tras el éxito de la gira por la entidad de Luis Donaldo, el priismo sinaloense (encabezado por Víctor Manuel Gandarilla Carrasco) pareció volver a la rutina, la normalidad y la cotidianidad.

Bueno, por unas horas, cuando menos.

Apenas tres días atrás, David López Gutiérrez había renunciado a su puesto como coordinador general de comunicación social del gobierno del Estado, para aceptar la oferta en un cargo similar; pero en la secretaría de Gobernación de la República, donde ya despachaba Emilio Chuayffet Chemor, gran amigo de David y de todos los sinaloenses militantes en ese grupo político llamado “Chilorio Power”, en algún momento de sólido peso específico en la política nacional y estatal.

Así las cosas, fue Pascual Cervantes, del “CH-P”, de quien recibimos la primera llamada telefónica, de esa inolvidable tarde primaveral del 23 de marzo, desde la capital del país, cuando nos disponíamos a iniciar nuestra labor vespertina en el periódico El Sol de Sinaloa. Pascual era el representante del gobierno del Estado en la ciudad de México.

-Te comento: el señor gobernador ya vuela a Canadá. De allá vendrán buenas noticias, en unos días más. El programa es muy atractivo.

Las manecillas del reloj, caminaban hacia las cinco de la tarde y en la redacción de El Sol se trabajaba a toda intensidad. El material informativo ya estaba jerarquizado. Obvio: la nota principal eran las opiniones de diversos actores – del mundo político, empresarial y social – en torno a la visita del candidato presidencial del PRI.

Héctor Lie Verduzco (otro del “CH-P”) también contactó por el hilo telefónico tradicional (los celulares aún no alcanzaban, ni por asomo, la dimensión de la actualidad), para confirmar jugada de dominó en su casa de la colonia Las Quintas. Lie fungía como delegado regional del Instituto Mexicano del Seguro Social y su oficio lo había convertido en un personaje estelar de la política sinaloense.

-A las 8 – me dijo.

-Ahí nos vemos.

La tarde comenzaba a languidecer, cuando hizo su aparición otro de los exponentes del “CH-P”: Heriberto Galindo Quiñones, quien presumía de una gran cercanía con Luis Donaldo. Heriberto llegó hasta la oficina de la dirección y entró de manera directa. Sudoroso y precipitado. Todavía no tomaba asiento, cuando ya había iniciado la conversación:

-Vengo de con Manuel Clouthier – arrancó -: comimos en Los Arcos y comentamos todo lo de la gira de Colosio. Le causó, por cierto, una grata impresión.

Clouthier, era, por esos años, director general del periódico Noroeste, medio habitualmente crítico y agudo contra el sistema y por esos tiempos alentaba la candidatura presidencial del panista Diego Fernández de Cevallos, en quien se cifraban las esperanzas de una posible victoria de ese partido, ante el divisionismo que se apreciaba al interior del Revolucionario Institucional.

-Pero ¿Qué crees maestro? Te lo tengo que contar: anoche cené con Colosio en el “penthouse” del Executivo. Estuve con él cerca de casi una hora y hablamos de todo. Claro que estoy contento. Hay cosas buenas para mí – subrayó, al tiempo que su rostro se iluminaba con una amplia sonrisa. Lucía radicante y optimista.

-Heriberto – le repliqué – Colosio cenó anoche con los empresarios de Sinaloa. Yo me di la vuelta por ahí.

-Bueno, bueno. Colosio si tuvo un encuentro con la iniciativa privada y la aceptación fue excelente; pero ahí no cenó. Fueron tantas las intervenciones que el tiempo no le alcanzó. Subió a su habitación poco después de las 10 de la noche y desde ahí me llamó para cambiar impresiones – precisó.

Y acotó:

-Por cierto, se molestó, aunque no dijo nada, con la gente del Executivo. Le llevaron un club-sandwich frío y un par de coca colas sin gas; pero bueno, nada más allá de una mínima inconformidad.

Otro telefonazo interrumpió, justo en ese instante, la plática con Heriberto Galindo. Era José Flores Pineda, quien formaba parte de un grupo de brigadistas sinaloenses – encabezados por el chaparrito Humberto López Favela – quienes trabajaban a favor del candidato del PRI. A Flores Pineda, el autor de este escrito, lo conocía desde la campaña gubernamental de Francisco Labastida Ochoa, cuando formaba parte del equipo de prensa del zacatecano Ignacio Lara Herrera. Ya fallecidos los dos, a propósito.

-Jorge Luis – me dijo en un tono sepulcral -: ¿estás viendo la televisión?

-No – le contesté -. Estoy platicando con Heriberto Galindo ¿pasa algo?

-Prende la tele – subió la voz – y sintonízala en CNN. Parece que hubo un atentado contra Colosio en Tijuana y la cosa pinta grave.

-Que atentaron contra Colosio en Tijuana – comenté con Galindo al tiempo que activaba el televisor y buscaba rápidamente los canales de noticias de los Estados Unidos. Ya estaba Televisa en directo desde Lomas Taurinas, con el audio original; pero con Jacobo Zabludovsky, transmitiendo en cabina, desde la ciudad de México.

-No. Eso no es cierto. No puede ser. Seguramente fue un incidente menor – opinó Heriberto, mientras se acercaba a la televisión. Sudaba copiosamente, abría desmesuradamente sus ojos y frotaba sus lentes con un pañuelo, reflejo claro de su intenso nerviosismo.

La señal nos traía solo una imagen: la de un pandemónium en Lomas Taurinas.

Gente que corría por doquier. Gritos sin ton ni son. Rostros alarmados y desencajados e informaciones confusas y encontradas que, sin embargo, se clarificaban gradualmente y que comenzaban a coincidir: el candidato presidencial fue impactado de un balazo en la cabeza. Será trasladado al hospital de la Joya, San Diego, ante lo crítico de su estado de salud.

A partir de ese momento, todo fue silencio; concentrados en el aparato receptor, con la esperanza de una información alentadora. Nunca apareció.

Y la oficina de la dirección general de El Sol de Sinaloa de pronto se vio llena de gente: Mignor Sinagawa, el jefe de redacción; Juan Manuel Partida, de información; el reportero Humberto Millán; Mario Montijo de la Rocha; Héctor Lie Verduzco y Antonio Pineda Gutiérrez, acompañado por su médico de cabecera, el doctor Víctor Manuel Díaz de la Vega.

-Si el balazo fue en la cabeza; hay poco por hacer. Lo más seguro es que Colosio ya esté muerto, a menos que se trate de una herida en sedal – apreció el doctor de la Vega, con la frialdad propia de un profesional. Era, en ese momento, la voz más autorizada del grupo.

Ahí seguíamos todos, callados, concentrados en las informaciones procedentes de la ciudad de Tijuana. Heriberto Galindo comenzaba a gestionar, desesperadamente, un viaje en esos momentos hasta Tijuana. Le auxiliaba la secretaria del doctor Héctor Lie, desde sus oficinas en la delegación regional del Seguro Social.

Las sospechas se confirmaban, minuto a minuto, por desgracia.

Jacobo Zabludovsky, desde la capital del país, cedió por completo los micrófonos a la también periodista y presentadora de TV, Talina Fernández, comisionada para cubrir las actividades de la señora Diana Laura Riojas de Colosio, quien apenas una hora antes había arribado a aquella ciudad y quien ya se encontraba en una sala contingua al quirófano del hospital, donde “rosario en mano” oraba por la recuperación del candidato. Toda la voz la llevó Talina, a partir de entonces.

Y llegó el momento: un prolongado sollozo de Talina Fernández, interrumpido por la voz de Jacobo en la ciudad de México:

-Talina. Ya no hace falta que lo digas: la presidencia de la República lo acaba de confirmar: el licenciado Colosio ha muerto.

El grupo en el edificio de El Sol se desintegró:

Cabizbajos, incrédulos, conmocionados, Minor Sinagawa y Juan Manuel Partida volvieron a la sala de redacción, mientras Humberto Millán (con el profesionalismo que siempre le caracterizó) abordaba su viejo vehículo en búsqueda de las reacciones en el mundo político, social y empresarial. Toñico Pineda y el doctor de la Vega se despidieron y Heriberto Galindo, al lado de Héctor Lie, emprendió camino al aeropuerto con la esperanza de encontrar, en esos momentos, un vuelo hacia Tijuana.

-Hasta luego maestro – me dijo -: no sé que voy a hacer allá; pero siento que tengo que estar en Tijuana. Quizás pueda serle útil a la familia.

En El Sol de Sinaloa, por nuestro lado, nos esperaba una larga noche. Larga y triste.

-No se mueva de ahí; hasta nueva orden – disposición tajante de la redacción central.

La televisión todavía trajo imágenes de la conferencia de prensa protagonizada por Liévano Sainz y Alfonso Durazo, para luego congelar el rostro de Luis Donaldo, con un moño negro como fondo, a la vez que repetía, una y otra vez, las principales frases de Colosio en su inolvidable discurso del 4 de marzo, al pie del monumento a la Revolución Mexicana, cerca del centro histórico de la ciudad de México.

Una historia, subrayamos, ya contada; pero todavía con vigencia: 25 años han transcurrido desde aquel fatídico día hasta entonces y nada se sabe del asesinato de Luis Donaldo. Un tipo se pudre en la cárcel de Almoloya de Juárez, acusado del crimen del candidato presidencial del PRI; pero ¿fue él el único culpable?

Aquí la dejamos. De este tamaño.

= DE AQUÍ Y ALLA =

01.- Primer bimestre de 2019 con excelentes noticias para nuestro Estado en el área de seguridad. En efecto, según los resultados mostrados por el secretariado ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, Sinaloa se ubica, dentro del escalafón de todo el país, en el lugar número 26 en incidencia delictiva total y en el 24 en delitos por cada cien mil habitantes. En lo que ha homicidios dolosos correspónde, en estos dos primeros meses, la incidencia ha experimentado un marcado descenso de un 11 por ciento, mientras que a nivel nacional se ha disparado en un 13 por ciento. Y algo más: los asesinatos cometidos en febrero próximo pasado, son los más bajos de los últimos diez años. O sea: el gobernador Quirino Ordaz Coppel tiene sus buenas razones para presumir. ¿No?

02.- Por cierto, acompañado por el presidente municipal de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, el titular del Poder Ejecutivo Estatal se dejó ver en el pleno extraordinario de la sección 53 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, donde comprometió su apoyo al gremio magisterial para la resolución de sus problemas más urgentes; entre ellos la cobertura de los adeudos que se arrastran de tiempo atrás y la creación de un nuevo fondo para la vivienda. Y no podía ser de otro modo, bajo la declaratoria pública de Quirino Ordaz en el sentido de que “los maestros son los mejores aliados para el desarrollo de Sinaloa”. Ahí presente, mezclado entre los ex secretarios generales de la 53, el ex senador Daniel Amador Gaxiola, presidente de Enlace Cívico Magisterial y “líder moral” del profesorado sinaloense. ¿Cómo ve?

03.- Nada bien que le fue a la titular de la Auditoría Superior del Estado, Emma Guadalupe Félix Rivera, en su comparecencia ante el congreso sinaloense, la mañana del viernes próximo pasado. Le tupieron duro los diputados de MoReNa y sus aliados; incluso, los del PAN, PRD, PAS e independientes. Y no solo le dieron sino que hasta la amenazaron con promover su destitución si no hay castigos severos para quienes han hecho mal uso de los recursos públicos. Y en el mismo saco los metieron a todos: a los de la administración gubernamental pasada y a la actual. La única defensa, y muy moderada, vino de la diputación del PRI, a través de las diputadas Cecilia Morena y Lupita Iribe Gazcón. Los nuevos tiempos de la política sinaloense.

04.- La fundación Colosio, que preside el diputado Sergio Jacobo Gutiérrez, evocó la memoria de Luis Donaldo Colosio Murrieta, en el aniversario número 25 de su asesinato en Lomas Taurinas, Tijuana. Hubo de todo: un certamen estatal de oratoria y debate político; una conferencia magistral a cargo del periodista Federico Arreola y el acto oficial, la mañana del sábado, al pie del busto a Luis Donaldo, en el andador que lleva su nombre. Todo esto, un factor común: la demanda de justicia, que si bien nunca ha sido atendida en estos 25 años, no hay síntomas de que esto se rectifique al corto plazo. El actual presidente Andrés Manuel Lopez Obrador, por cierto, declaró haber cenado con Colosio un par de días antes de la tragedia. ¿Hará algo por hacerle justicia a quien fuese candidato presidencial del PRI?

Y:

05.- Con diversas actividades, el presidente municipal de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, y el gerente general de JAPAC, Jesús Higuera Laura, celebraron el día mundial del agua, cuyo objetivo medular es la de hacer conciencia entre la ciudadanía de la importancia de cuidar el agua en todo el orbe, a sabiendas de que es un elemento imprescindible para la vida humana. Evento oficial en el poblado de Culiacancito; distribución de material gráfico en los principales cruceros de la ciudad y rodada en la pista del parque municipal Ernesto Millán Escalante. Informados.

= EL COLOFON =

Por hoy hasta aquí.

Nos vamos ya con nuestros deseos en el sentido de que disfrute usted de la mejor semana de su vida y además que Dios los bendiga.