= Crónica de un insólito desenlace político
= Eran diez, Quirino saltó del último al primero
= La primicia, de David López, desde un mes antes
= Que falta mucho para 2021, dice el gobernador
A Quirino Ordaz, los sectores del PRI lo destaparon como su candidato al gobierno de Sinaloa, la mañana del 24 de enero de 2016, en una conferencia de prensa escenificada en el lobby del auditorio “Benito Juárez”, encabezada por la presidenta del Comité Directivo Estatal, Martha Sofía Tamayo Morales.
Para entonces, ya era un secreto a voces. Desde el amanecer, la especie ya se había propagado por todos los rincones de la entidad. Y casualmente, quienes la difundieron fueron los mismos aspirantes, que se quedaban en el camino. Un total de nueve, si mal no recuerdo.
Todos ellos habían recibido la amarga llamada madrugadora de parte del entonces presidente del Comité Ejecutivo Nacional, Manlio Fabio Beltrones: Aarón Irizar López, Heriberto Galindo Quiñones, Diva Hadamira Gastelum Bajo, Daniel Amador Gaxiola, Alfredo Villegas Arreola, Sergio Torres Félix, Gerardo Vargas Landeros y Oscar Lara Aréchiga (qepd), el último en apuntarse.
-No sé como decírtelo. Dime como te lo digo… – les acotó, un mortificado Beltrones, a través del teléfono celular.
Esa misma mañana, cuando todavía no aparecían los primeros rayos del sol, sobre los volcanes del Oriente de la ciudad de México, había aterrizado el avión presidencial (TP-001), procedente de la ciudad de Davos, Suiza, sede de la reunión anual del Foro Económico Mundial. Conforme a las instrucciones que le fueron giradas desde el aire, Manlio Fabio esperaba al presidente Enrique Peña Nieto, al pie de la escalerilla del principal avión de la Fuerza Aérea Mexicana, tras estacionarse en uno de los hangares del segmento militarizado, en el aeropuerto internacional “Benito Juarez” de la capital del país.
Y apenas tocado suelo patrio, Peña Nieto fue contundente:
-En Sinaloa, nos vamos con Quirino. Habla con todos, menos con David (López). El ya lo sabe, desde hace tres semanas.
El regreso de Peña Nieto a México, tras su participación en el foro económico mundial, se había convertido, de hecho, en el temido y al mismo tiempo anhelado día “D”. De hecho, todos esperaban, por esa fecha, la llamada telefónica del presidente del CEN del PRI o bien del secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong. Algunos con moderado optimismo; otros con duda y unos más ya con marcada resignación. Lo de Quirino ya se palpaba en el ambiente.
Y el telefonazo llegó puntual. Para ocho de los diez aspirantes, en tono fatal. Quirino supo lo suyo primero que todos y David López, mucho antes, que el resto.
El PRI tenía ya su candidato a la gubernatura de Sinaloa.
= “CLARO QUE NO ES UNA INOCENTADA”: DAVID LOPEZ =
Era, repetimos, el 24 de enero de 2016.
Este columnista, sin embargo, conocía el desenlace desde hacía casi un mes atrás. Para ser más exactos, desde el 28 de diciembre de 2015, de labios del mismo diputado federal David López, quien era, entre todos, el hombre más cercano, indiscutiblemente, al presidente Peña.
David me localizó, en mi celular, a eso de las 8 de la noche, de ese día de “Santos Inocentes”, en una de las salas del conjunto cinematográfico del residencial la Isla, aquí en Culiacán.
López Gutiérrez, a su vez, estaba en una reunión en Guamuchil, en la que participaban los egresados de la primera escuela preparatoria de aquella ciudad. Al fondo se escuchaban los sones de la tambora, con toda claridad.
-Tu amigo, el presidente Enrique Peña Nieto –me dijo, a través del aparato – te pide, por mi conducto, un gran favor: que nos ayudes a socializar el nombre del diputado federal Quirino Ordaz Coppel, para lo que te estás imaginando. Como sabes, es un empresario mazatleco, con buena carrera en el servicio público y con magnífica aceptación entre la sociedad en general.
-¿El va a ser el candidato a gobernador, entonces? – repliqué.
-Así te la dejo. Tú has acertado siempre y te has llevado muchas primicias de éstas. Tienes enfrente una más – reforzó su comentario.
-David, con todo respeto – objeté - ¿no es una inocentada?
-Mi querido Jorge Luis, con todo respeto, me extraña de ti. Con estas cosas no se juega, menos si es una indicación presidencial. Por supuesto que no. Ayúdanos, por favor, con esto, en todos tus espacios. ¿De acuerdo?
De inmediato, al colgar, y para corroborar la información, me comuniqué con Heriberto Galindo, el de mayor presencia mediática entre todos los aspirantes; el que presumía de una sólida cercanía con el presidente Peña Nieto y el que todavía aseguraba seguir en la pelea, a pesar de no contar ya con la plataforma política adecuada. Para eso, precisamente, había creado una fundación cultural y filantrópica, cuya vida terminaría exactamente el 24 de enero del 2016.
-Maestro: – me dijo Heriberto – vengo en carretera, de Guamuchil y voy para Mazatlán. Acabo de estar en la reunión de todos los años con los egresados de la preparatoria. Por allá se quedaron López, Lie, Regino y todos los demás. Se puso buena la cosa.
-Y de lo otro ¿alguna novedad? – pregunté con cierto sigilo.
-No maestro – contestó – no hay nada y todavía falta rato. Yo creo que no tendremos noticias, sino hasta después del viaje del presidente a Davos. Es lo que todos creemos, al menos. Yo por mi parte aquí sigo. Tranquilo y relajado.
-Bueno, Heriberto. Seguiremos pendientes. Avísame si sabes algo, por favor.
-Pendientes maestro. Serás el primero, no tengas dudas. Por lo pronto, disfruta de las fiestas de fin de año y ya sabes: lo mejor para el 2016.
Galindo era, en efecto, de los más cercanos amigos de David López Gutiérrez, con quien compartía el liderazgo del grupo político conocido como “Chilorio Power”, hoy día de reducido peso en las esferas políticas nacionales y del Estado. Siempre intuyó, sin que el popular “Pecuni” le ocultó mucha información y por eso su relación se enfrió notablemente. Y hasta la fecha.
Sin embargo, fueron muchas señales que Heriberto, con todo y su caudal de experiencia política, no entendió. Como tampoco la captaron, por ejemplo, el resto de los pretensos.
Una de ellas, la más evidente, la más categórica de todas:
El grupo – que el 12 de diciembre había a dado a conocer públicamente sus respectivos programas de trabajo, en un acto efectuado en el auditorio “Benito Juárez” del Comité Directivo Estatal del PRI – acordó presentar sus saludos de año nuevo al entonces gobernador Mario López Valdez, un día de esos. Y fueron todos a la sede del Poder Ejecutivo Estatal, menos dos: David López Gutiérrez y Quirino Ordaz Coppel.
La justificante fue, ahora que sí, para inocentes:
-Nos dejó el avión. Había un tráfico encabronado en la ciudad de México.
Orale.
= LA VISPERA, TENSION Y EXPECTACION =
La noche previa al “destape” de Quirino, una gran parte de la llamada clase política de todo Sinaloa, coincidía en una agencia de pompas fúnebres de Culiacán, donde se velaba el cuerpo del destacado empresario Juan Manuel Ley López, también propietario del club de beisbol Tomateros de Culiacán, el cual, por cierto, había sido prematuramente eliminado de esa temporada de la Liga Mexicana del Pacífico. “A Juan Manuel, lo mató el Benjamín Gil”, decían en las exequias.
Todos los rostros, sin excepción, denotaban ansiedad, expectación, curiosidad, incluso entre aquellos carentes de la menor posibilidad por la “grande”; pero si de formar parte del reparto de posiciones nada despreciables, como presidencias municipales y diputaciones locales, por ejemplo.
Era cosa de horas, se sabía. Lo que no había certeza del todo era en torno al ungido.
Quirino estaba en algún lugar, entre Mazatlán y la ciudad de México. Muy pendiente de su WhatsApp, por supuesto.
-¿Ya? – le pregunté con una confianza que databa de años atrás, a través del celular.
- Todavía no amigo – me contestó en una breve conversación, grabada en mi teléfono inteligente.
-¿Algún indicio?
-Ninguno todavía. Si tú sabes algo, coméntamelo por favor. Hay te encargo. Mucha discreción.
-Sale.
Eran las 23 horas del 23 de enero de 2016.
A las 6 horas, del 24, el mensaje a mi teléfono, remitido por Quirino.
-Ya
Y consumatum est.
= “FALTA MUCHO PARA EL 2021”: QUIRINO =
Y bien.
Todo esta historia, íntegramente real y vivida personalmente – sin ningún invento pues – viene al caso porque, aunque el gobernador se resista y le dé urticaria hablar sobre el tema, los tiempos políticos ya están aquí y baste señalar que el proceso legal para los comicios locales del 2021 comenzará en septiembre de este nuevo año, con la convocatoria a elecciones por parte de la sexagésima tercera legislatura del Congreso del Estado.
Este primero de enero, Quirino iniciará su cuarto año de gobierno; pero también es el penúltimo, de un periodo acortado a cuatro años y diez meses, cuando se hizo concurrente la elección gubernamental con la federal de mediados de sexenio presidencial. Para ser más concluyentes, entonces, a Ordaz Coppel le resta un año y diez meses de mandato.
Bajo esta circunstancia, resulta lógico y natural, la inquietud que se advierte ya entre los aspirantes a la candidatura gubernamental, particularmente en el PRI, partido que asegura tener posibilidades reales de conservar el poder en Sinaloa.
Sin embargo, diferencia del tricolor, en otros partidos ya se advierten, en efecto, algunos síntomas de claridad en ese sentido.
Veamos:
En MoReNa, por ejemplo, está muy cantada la posible candidatura del senador Rubén Rocha Moya, a quien nadie parece hacerle sombra en su ruta hacia ese escenario. Imelda Castro, su compañera en la cámara alta del Congreso de la Unión, es otra carta, así como la de Jaime Montes – el “super delegado” – y la de los alcaldes Jesús Estrada Ferreiro y el Químico Benitez. Por ahora (porque las condiciones cambian) Rocha va en caballo de hacienda. Sin duda. ¿Tatiana Clouthier? La hermana del Maquío junior se ubica por Nuevo León, a no ser que se geste por ahí alguna travesura del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En el Partido Sinaloense, es un hecho que el abanderado volverá a ser el presidente de su comité estatal, Héctor Melesio Cuen Ojeda. Es una apuesta segura.
Por Redes Sociales Progresistas, el de mayor presencia mediática es el ex secretario general de gobierno, Gerardo Vargas Landeros; pero sería un infantilismo no incluir, en este bloque, a Manuel Cárdenas Fonseca, debido a su lealtad y cercanía con Elba Esther Gordillo Morales. Y también suena por ahí el nombre de, su yerno (de la maestra) Fernando González Sánchez, originario de Mocorito. Los tres ex priistas, por si le interesa.
La breve lista de Acción Nacional la encabezarían, en este momento, el diputado federal Carlos Castaños y el diputado local Jorge Villalobos. No hay mucho de donde escoger.
Aquí, en este punto, una pausa para dejar muy claro que el PAN irá en alianza con otros partidos, desde donde puede surgir la candidatura gubernamental. Se trata de partidos pequeños, microscópicos, como el PRD y Movimiento Ciudadano, ambos, incluso, sin reconocimiento oficial en Sinaloa por no haber alcanzado la votación mínima requerida en los comicios de 2018 .
Sin embargo, la coalición podría extenderse hasta el Partido Sinaloense y hasta el mismo Revolucionario Institucional, sujeto esto último a los acuerdos que se tomen en las cúpulas de estos institutos políticos. Y se cita, incluso, el nombre de Juan Pablo Castañón, como la propuesta unificadora. Castañón es presidente de CoParMex, originario de la ciudad de Los Mochis, donde su familia es ampliamente conocida por ser propietaria de la tienda “El Faro”, un ícono en los municipios del norte de la entidad.
Quizás sea por esto, por la factibilidad de una alianza, que Quirino se niegue invariablemente a hablar de la sucesión en Sinaloa. O quizás sea también porque, a estas alturas, sigue pensando que “todavía falta mucho para el 2021”.
En fin.
= DE OTRAS COSAS =
¿Lo recuerda?
Hace 20 años, cuando el tránsito del siglo XX al XXI se produjo, a nivel mundial, una discusión:
Que si, con la llegada del año 2 000, arribábamos, en efecto, a la nueva centuria o había que esperar un año más, hasta el 2 001, para el repiqueteo de campanas en los templos de todas las religiones del orbe.
Esto, sin embargo, era lo de menos.
Más allá de la polémica, se advertía un verdadero pánico entre mucha gente, ante las profecías de los agoreros del desastre, quienes advertían que, justo primer segundo del 2 000, aparecerían en el cielo los Siete Jinetes del Apocalipsis, para castigar a toda la humanidad, por sus excesos y pecados y para dar inicio a una nueva época, basada en las enseñanzas de Jesús, como líder inobjetable de todas las creencias del universo. Horas antes del cambio de siglo, había quienes juraban y perjuraban de haber escuchado ya las trompetas que anunciaban la apocalíptica embestida.
Sin embargo, en algún punto de la tierra, llegó el año 2 000, cuando en otros confines apenas y si iniciaba el último día de 1999 y nada pasó.
Y aquí seguimos todavía. Veinte años después.
Y de algún modo, quienes discrepaban en torno a la fecha del inicio del siglo XXI llegaron a un acuerdo y así quedó: la nueva centuria comenzó el primero de enero del 2 000.
Y bueno, esto viene a cuento porque, por estos días, se suscitó, en ciertas esferas, una discusión similar sobre el arribo de la nueva década, la de los veintes, calificada de “fabulosa”, cien años atrás.
Nada que alegar: entre el primero de enero de 2010 y el 31 de diciembre, se cumplen diez años, así que, oficialmente, estamos ya en la tercera década del siglo XXI.
Por si estaban con pendiente.
= CON LOS MEJORES DESEOS =
Y bien.
Si usted es una parte del grupo que nos favorece con su preferencia, entonces leerá esta columna entre el 31 de diciembre de 2019 y el primero de enero de 2020. El 20-20, como le llaman ya.
La fecha, entonces, más que propicia para remarcar, como lo hacemos año con año, que lo que aquí plasmamos es solo nuestra muy particular opinión sobre los acontecimientos de Sinaloa (en especial) y que en ningún momento llevan la intención de aparecer como una verdad, ni mucho menos imponer nuestros criterios y tesis, sobre los suyos, amigo lector, que también está en libertad de expresarlos abiertamente y que merecen todos nuestros respetos.
En este entendido, nuestros mejores deseos para el nuevo año: salud, prosperidad y unión familiar. Y otro deseo: que siga dentro de nuestro pequeño bloque de lectores. Comunicarnos con usted, a través de este medio, es para nosotros un motivo de satisfacción y felicidad.
Que sea un gran 2020.