Es costumbre que durante todos los fines de año algunas personas se divierten mediante el uso de la pirotecnia, pero hay para quienes no lo ven así, siendo el caso de los perro y gatos a quienes les afecta de una manera criminal, por decirlo de alguna manera. Así lo manifestó el médico veterinario Joel Gaxiola Montoya, adscrito a la Clínica de Pequeña Especies de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS)
En ese sentido y ante estos escenarios, Gaxiola Montoya dijo que los perritos sufren problemas de ansiedad, fobia e incluso batallan para respirar, teniendo problemas cardiacos donde el corazón late a una velocidad muy alta y empiezan a salivar, temblar y paralizarse, lo cual es considerado algo muy cruel para las mascotas, pues es demasiado el sufrimiento que les ocasiona la pirotecnia.
Asimismo, en cuestión de la audición de los perros, el médico veterinario dijo que estos animales tienen una audición muy fina, ellos pueden escuchar a una mayor distancia que los seres humanos y el tirar cuetes que parecen dinamitas resultan muy agresivos y, por más adaptado que pueda estar un animal, puede tener un daño de oídos
Puntualizó que, ante esta situación que atraviesan las mascotas cada fin de año, es muy conveniente tenerlos alejados de esos estruendosos ruidos que genera la pirotecnia, donde se recomienda hacerles un rinconcito, algo seguro. Por ejemplo, una cajita de cartón en un lugar alejado de la casa, distanciados de las ventanas y puertas; ponerles un camita y una cobijita y, para distraerlos, ponerles un juguetito, una carnaza que estén mordiendo y se entretengan durante el transcurso de estos eventos.
Mencionó que, en casos extremos, donde el animal presenta demasiada fobia, es bueno adaptarles algunos taponcitos de algodón en los oídos, sobre todo previo a las fechas del 24 y el 31 de diciembre cuando la gente más realza esta práctica y, si es necesario, previo es bueno sacar a los perros a pasear para que se cansen y tengan menos energía al momento de escuchar los truenos, además de que lo idóneo es estar siempre al pendiente de ellos.
Resaltó la importancia de que, en el caso de utilizar algún medicamento o tranquilizante, este debe ser prescrito por un médico veterinario y sería muy particular en cada animal, ya que cada uno es diferente y no se debe usar medicamento solo porque se lo recomiende algún amigo o vecino, porque podría ser más perjudicial que benéfico.
Por último y con respecto a los gatos, Gaxiola Montoya expresó que estos son menos perceptibles y manejan esta situación de manera diferente. Y aunque ellos también escuchan estos truenos producidos por la pirotecnia, son más relajados; ellos generalmente van y se arrinconan rápidamente dentro de la casa y se esconden es el rinconcito que tienen de manera normal, son más despreocupados e independientes y no es tanto como en los perros.
Redacción/Visionciudadana