= Tras cambio con Algodoneros de Guasave
= Avila, ganador de guante de oro en 20-21
= Se va, en definitiva, el culichi Romario Gil
= Todo listo para la nueva temporada de LMB
Apenas seis semanas después de concluida la reciente temporada de la Liga Mexicana del Pacífico-y cuando faltan todavía siete meses para el arranque de la siguiente-,Tomateros de Culiacán resolvió ya su problema derivado de la falta de un tercera base de primerísimo nivel, para la próxima campaña del circuito invernal.
Y lo solucionó, ni más ni menos, que con el ganador del guante de oro en esta última edición de la LMP: Emmanuel Avila.
Avila, en efecto, llegará a Tomateros, como resultado de un cambio con Algodoneros de Guasave, en el cual Culiacán se desprende de un pitcher muy prometedor como lo es Romario Gil – originario precisamente de esta ciudad -, quien durante la campaña pasado militó, en calidad de préstamo, con Sultanes de Monterrey.
Y Romario, hay que decirlo, registró muy buenos números con el equipo de la Sultana del Norte y había planes para él, de parte del manager Benjamín Gil; pero la necesidad de contar con un antesalista de prestigio reconocido, era mucho mayor. Sencillamente, una prioridad
Y de ahí justamente el trueque con Guasave.
Usted, amigo lector, debe recordarlo: aquí subrayamos en diferentes ocasiones que uno de los principales problemas de Culiacán a lo largo de esta última edición lo fueprecisamente la falta de un tercera base natural, reconocido, primero, por su defensiva y luego por su ofensiva.
Afortunadamente, Joey Meneses y Michael Wing, con el profesionalismo que les distingue, sacaron las castañas del fuego; pero, hay que aceptarlo: ninguno de los dos es antesalista.
El nuevo Tomatero, en cambio, reúne muy bien ambas cualidades: defensiva y ofensiva.
Diga usted si no: Emmanuel Avila se hizo acreedor al guante de oro, con un porcentaje de .964, en 56 partidos jugados y bateó .279 con 21 carreras producidas. Y en resumen, ya suma 12 temporadas en la Mexicana del Pacífico, con 605 juegos, .258 de promedio y 195 carreras producidas.
Héctor Ley López, el presidente ejecutivo de la franquicia, piensa, muy en serio, en conquistar un tercer campeonato en forma consecutiva. Y de aquí al día del “play bol” hará todo lo que esté al alcance de su mano para lograr ese propósito.
Ya dio el primer anticipo de ello.
Más los que faltan.
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Por cierto.
La semana que ya se fue, nos dejó una serie de cambios entre distintos clubes del circuito invernal, lo que no es otra cosa que un claro reflejo del interés de sus directivos, por romper la hegemonía impuesta por Tomateros de Culiacán durante las últimas dos temporadas. Y déjeme decirle, no son transacciones menores. Claro que no. Hablamos de movimientos de suyo relevantes.
Mire usted:
Aguilas de Mexicali, por ejemplo, obtuvo los servicios del aporreador dominicano Leandro Castro, de parte de los Cañeros de los Mochis, quienes, por su parte, obtuvieron a cambio al pitcher Greg Mable. Leandro Castro, que terminó por cerrar calendario con Yaquis de Obregón -donde estuvo en calidad de préstamo -, cerró campaña con .237, 11 jonrones y 31 carreras producidas. Mable, a su vez, tiene calidad de Big Leaguer, donde registra saldo de 3. 34 en carreras limpias admitidas.
Charros de Jalisco, a su vez, obtuvo al receptor Alan Espinoza y al lanzador Iván Salas, en un cambio con los Mayos de Navojoa, quienes recibieron al cátcher Fernando Flores y al serpentinero Jaime Lugo.
Finalmente, trueque de tres por tres, entre Charros de Jalisco y Sultanes de Monterrey. Los de la perla tapatía se hicieron de los jardineros José Juan Aguilar y Félix Pérez y del pitcher Freddy Quintero. Los Sultanes, por su parte, incrustan en su roster al jardinero Carlos Figueroa, al jugador de cuadro Henry Urrutia y al lanzador derecho Linder Castro.
Jalisco y Monterrey fueron los equipos que estuvieron involucrados en un mayor número de cambios durante la campaña pasada y ahora, por lo que se ve, no será la excepción.
Representantes de dos grandes ciudades, traen la daga hasta el cuello.
Lo mantendremos informado.
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En tanto.
Con todos los santos de cabeza, en espera de un decrecimiento de la pandemia, que permita el desarrollo de una nueva temporada, la Liga Mexicana del Beisbol trabaja con todo para iniciar hostilidades el 20 de mayo, con un desafío estelar: Sultanes de Monterrey-Acereros de Monclova.
Una liga que tuvo que hacer un alto el año pasado, como consecuencia de la crisis del coronavirus; pero que ahora retorna con nuevos y renovados bríos, como se manifiesta plenamente en la incorporación de dos nuevos equipos: los Mariachis de Guadalajara y Aguila de Veracruz; este último, uno de los clubes de mayor tradición en el beisbol mexicano.
Estas dos nuevas franquicias permiten la configuración de dos grupos de ocho cada uno – para un total de 16 – de los cuales seis por grupo calificarán a unos “pley offs”, que culminarían a mediados de septiembre, con la llamada Serie del Rey.
Otra noticia interesante es que el circuito de verano dio luz verde a sus clubes para la contratación de hasta siete peloteros extranjeros -con dos o tres más en condición de reservas – lo que incrementará el nivel de competencia y aumentará también la calidad del espectáculo en la legendaria Liga Mexicana.
Es decir: todo listo, prácticamente.
Solo una duda, la que tenemos todos sobre la duración de la pandemia y si disminuirá lo suficiente de aquí a fines de mayo, como para permitir la asistencia de publico en los parques, factor, precisamente, que obligó la suspensión de la temporada el año pasado.
En fin. Ya veremos.
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A manera de colofón.
Antes de irnos, nuestra invitación para que siga Palco Premier en nuestro sitio de internet www.jorgeluistelles.com, así como en sitios afines que nos favorecen con la publicación. Aquí, las mejores columnas deportivas de la actualidad, autoría de especialistas en la materia.
Así las cosas, nos despedimos con nuestros deseos de siempre: que Dios los bendiga.
Y nuestra invariable recomendación: cuídese mucho. Ahora más que nunca…
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