columna oswaldo villaseñorEn el PRI, sus supremos aspirantes a la gubernatura pareciera que solo aspiran a ser candidatos, pero ninguno trae mayor sustento que el abrazo de sus sueños para llegar a serlo.

La máxima aquella de que si se quiere saber quién trae la línea, solo basta seguir la huella del dinero, aquí pareciera no cumplirse. No hay huella. Nadie trae dinero y nadie quiere arriesgar el suyo.

La otra máxima de político pobre, pobre político pareciera ser la más aplicable entre los políticos sinaloenses de todos los partidos, excepto uno. Morena.

Ahí se ve dinero en la movilidad de quienes aspiran a ser candidato a gobernador. ¿Es dinero suyo el que gastan e invierten? Se duda. Pero diremos que son “aportaciones”.

¿Y que sucede con los supremos aspirantes del PRI y del PAN? Bueno, todo parece indicar que se cumplió un pronóstico hecho desde inicio de año. Aspirante que no genere expectativas de triunfo al mes de mayo, para Junio, no encontrará quien financie, mucho menos a muchos financiadores tradicionales, dispuestos a darles dinero para cristalizar sus respectivos proyectos.

Y tal parece que así fue. Los que suenan por el PRI suenan por la simple búsqueda de quien puede ser el supremo aspirante a suceder a Quirino Ordaz, pero no porque traigan algún movimiento fuerte.

¿A 4 meses de que el PRI tenga precandidato hay alguno a quien se le vea la cargada? No.

¿Y dónde pareciera estar al día de hoy la cargada de los priistas? Le atinó. En Morena y con el Senador Rubén Rocha Moya. Han sido largas las filas de los priístas que se han sentado ya a platicar con el senador morenista.

El senador ha hecho más campaña y más amarres con los priistas que con la gente de su propio partido. Ahí tiene su grupo de apoyo y párenle de contar. No tiene más.

¿Dónde están las fortalezas y las debilidades de los supremos aspirantes que quedan con posibilidades de éxito?

Veamos.

1.-En otras columnas hemos dicho que la lista de supremos aspirantes con posibilidades reales de llegar, se ha reducido. En el caso del PRI, si va en una alianza parcial solo quedan dos. Jesús Valdez, actual líder estatal del PRI y Mario Zamora, actual Senador de la república.

2.-En el caso de Jesús Valdez sus fortalezas en definitiva, está en el trabajo político y amarres que ha hecho a su favor con los cuadros príistas, aunque su misma posición, lo convierte en juez y parte y desde luego también se convierte en una vulnerabilidad.

¿Trae la línea Jesús Valdez? No se le ve y sí alguna debilidad trae, es precisamente la ausencia de esa huella del dinero.

3.-En el caso del Senador Mario Zamora, su principal fortaleza está en los amarres que viene haciendo a nivel central, con presidentes nacionales de los partidos, con personajes de altos vuelos y con su líder nacional del PRI. Mario empuja la construcción de una gran alianza donde él pueda ir como candidato.

¿Y cuál es su debilidad? La misma que distingue a los príistas. No deja a su paso la huella del dinero y sus amarres entre la base priista y social es mínima.

4.-En el caso de Morena, sucede todo lo contrario. Hasta ahorita no se ha logrado cambiar la percepción de que el senador Rubén Rocha es el portador de la línea oficial priista y la popular cargada tricolor se ha notado más que con los mismos militantes de este partido.

Esa es la fortaleza principal del senador Morenista. La cargada príista a su favor que no se ve hacía los supremos aspirantes de este partido. ¿Se ve la huella del dinero? Uff desde hace meses la empezó a dejar bien pintada.

5.-¿Y dónde están las debilidades de Rubén Rocha Moya? En el mismo.

Cuando ya se desmenuzan las mediciones, el nivel de posicionamiento personal es muy pobre. Apenas si alcanza un 14 por ciento de intención de voto.

Así, Rocha depende casi al 100 por ciento de la fortaleza de su partido Morena con el riesgo de que siga cayendo, pero sobre todo, depende de seguir contando con la cargada priista existente hasta el día de hoy.

6.-De ahí para allá, o sea de esta tercia hacia afuera, el resto de los supremos aspirantes, depende en gran parte de ser bendecido por la mano del Gobernador en el caso del PRI o del presidente en el caso de Morena. Esos ni se mueven, no pintan aún y mucho menos dejan marcada la huella del dinero.

En Sinaloa al día de hoy no hay esa figura en el PRI que se vea como candidato, mucho menos, como un candidato que pueda ser fuerte y asegurar el triunfo. La posibilidad del tapado crecerá conforme pasen los días y ninguno de los visibles logre crecer, o bien, se cumpla la máxima del buen político.

Cuando un político engaña con la verdad, ya está listo para ser un buen político y finalmente efectivamente Rocha sea el candidato de los priistas, aunque vaya postulado por Morena.

Tiempo al tiempo.

Habrá que estar pendientes.