columna oswaldo villaseñor

El pasado viernes fue un día clave para México, para los mexicanos y para el futuro de la Cuarta Transformación, pero sobre todo, para el futuro del presidente López Obrador.

 

El Pasado viernes, el ministro de la nación, Fernando Franco González Salas, dio a conocer el proyecto de sentencia que presentaría ante el pleno de la Suprema Corte para ser discutida y votada sobre la famosa Ley Bonilla.

 

En pocas palabras, la Suprema Corte decidiría sí Jaime Bonilla, actual gobernador de BC se queda 2 años en el poder, periodo para el cual fue votado por los electores, o bien, se quedaba 5 años, periodo que le otorgó de manera posterior el Congreso Local de su estado.

 

El sentido del proyecto fue comunicado por el mismo ministro Fernando Franco González Salas al resto de sus compañeros magistrados y de paso se dio a conocer de manera pública. González Salas resume en su proyecto de sentencia que la famosa Ley Bonilla es contraria a los principios constitucionales de elecciones libres, auténticas y periódicas mediante el sufragio universal, libre, secreto y directo. En palabras, llanas, viola la constitución y no respeta el principio de la No Relección.

 

Ayer 11 de los ministros votaron a favor del proyecto de sentencia que prohíbe a Jaime Bonilla quedarse más de dos años en el poder del Gobierno de Baja California.

 

Pero ese mismo viernes que ya se conocía la orientación de la sentencia a la ley Bonilla, el presidente aprovechó para hacer lo que mejor sabe hacer. Reaccionar de manera política. Sí a través de adaptar la ley a su antojo y conveniencia, no se garantiza su permanencia en el poder, había otra más dura y radical.

 

Agarrar ahora si el control total del Ejército, Marina y en sí de todas las fuerzas armadas y policiacas y mandarlas a la calle.

 

Ese mismo viernes, el presidente firmó el decreto dado a conocer en este mismo espacio el día de ayer, donde ordena al Ejército, Marina y Guardia Nacional, formar parte de la Fuerza Armada Permanente para junto a la Secretaría de Seguridad Pública, realices labores propias ya no solo se resguardar la soberanía nacional, sino ahora de seguridad Pública.

 

En pocas palabras, el presidente manda el mensaje de que si no puede tomar un poder total por la vía de adaptar la ley a su antojo, si lo puede tomar por la vía de las armas y de la fuerza.

 

¿No hay otro mensaje?

 

Veamos.

 

1.-En política no existen las casualidades. El viernes 8 de Mayo se vino promocionando como el día peor de la pandemia. El miedo en la gente se alentaba. No salgan de casa.

 

2.-Ese mismo viernes, se conoce el sentido del proyecto y de inmediato, la mayoría de los personajes en los cuales descansa el quehacer político de Morena, empezaron a preocuparse por contener el daño político para su partido.

 

3.- El domingo, llegó la señal de que la causa estaba perdida. El diputado federal con licencia, Alfonso Ramírez Cuellar en su función de Presidente del CEN del partido del presidente, salió a fijar la postura de que Morena rechazaba –ahora sí- la ley Bonilla porque era inconstitucional.

 

4.-Otros actores, entre ellos, la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, la misma que avaló la ley Bonilla, salieron ayer, a “celebrar” .porque les dolía en el alma- el falló de la Suprema Corte que garantizaba el respeto a la constitución.

 

No se diga Mario Delgado, quien defendió como gato panza arriba en la Cámara de Diputados la Ley Bonilla, ahora salió a aplaudir el falló de la Corte que fue en sentido contrario.

 

5.-El Golpe Político ya estaba dado. Con este fallo, por un lado se acaba, ahora sí, cualquier tentación presidencial de mantenerse en el poder más allá del periodo para el cual fue electo, pero de paso se exhibió a Morena y a sus principales personajes una vez más de incongruentes y de cómo son capaces de mentir y adaptarse para intentar sacar ventaja política.

 

6.-Ah pero la respuesta a esa cerrada de puertas legales para una eventual tentación de permanencia en el poder, seguramente no acabó con ellas. En los hechos se mantiene.

 

¿Cómo ahora? Muy sencillo, ese mismo día el Presidente abrió otra ventana y militarizó al país. Si no es por la vía legal, puede ser por la fuerza.

 

7.-La pregunta obligada es la siguiente. ¿Para qué militariza al país el Presidente, el mismo quien basó su campaña en decir todo lo contrario?.

 

Solo hay dos vías para entenderla.

 

La primera de ellas, es que el presidente ya esté visualizando lo mismo que le plantearon en el informe real del pasado 17 de marzo. Vienen tiempos de fuertes disturbios sociales.

 

8.-La primera causa puede ser la saturación de los hospitales y la incapacidad de infraestructura para atender tantos casos de contagios de Covid y necesidad hospitalaria. Los anuncios de que ya pronto regresaremos a la calma, de que ya se domó el monstruo o la curva ya se aplanó, han resultado puras mentiras usadas quizás para guardar la calma, pero los hechos, dicen todo lo contrario.

 

9.-Las fuerzas armadas, ya empezaron a agarrar el control de los hospitales Covid para que los administren y de paso los controlen. En otros hospitales, entrarán solo al resguardo del orden.

 

La crisis económica que el presidente ya no supo lidiar, provocará y de hecho ya aumentó, los casos de delitos, sobre todo patrimoniales. El presidente ocupa a las fuerzas armadas en las calles para garantizar el orden. De ocurrir lo contrario, su permanencia en el poder se pone en riesgo.

 

10.-Pero Las Fuerzas Armadas en las calles y ahora supeditadas y aliadas al Presidente, sin lugar a dudas, serán el principal sostén de López Obrador en el poder. Lo mismo se ha hecho en Cuba, en Venezuela y otros países, donde el poder presidencial descansa en Las Fuerzas Armadas.

 

11.-El presidente ya les dio miles o cientos de miles de millones a las fuerzas armadas como nunca en la historia había ocurrido. Ya construyen los megaproyectos de infraestructura del presidente con mega presupuestos asignados. Ya administran 119 hospitales en el país.

 

Tan solo en Sinaloa las pocas obras que se realizan con presupuesto federal, se realizan por la Marina o el Ejército. ¿ O no?.

 

12.-En pocas palabras, el Presidente ya cebó a las Fuerzas Armadas, ya las hizo socias de las mieles del poder, y hoy los enemigos de la ostentación de ese poder, estarán en las calles y no serán los narcos, eso son aliados según se puede ver. Los enemigos serán los ciudadanos que violenten el orden público o quienes atenten contra su poder.

 

13.-¿Oh el presidente militarizó al país para combatir al narco y a la delincuencia organizada? ¿Usted lo cree?.

 

Habrá que estar pendientes.

 

PASO A PASITO.-¿Y dónde están los Senadores de Morena, los diputados federales de Morena?

 

Y es que no hace muchos meses atrás, protestaban por el uso del Ejército en el combate al narco y clamaban por su regreso a los cuarteles.

 

¿O será que antes pedían el regreso de los militares a los cuarteles adornada de una supuesta defensa social, cuando en realidad defendían a los narcos?

 

Uff… será interesante conocer la postura de Rocha Moya y de Imelda Castro por la decisión de su Presidente de militarizar el país y sin la certeza clara de que lo quiera para combatir a la delincuencia organizada.

 

Uff… tendrán defensa o alguna razón por esgrimir. ¿A poco no es obligada conocer su postura?.

 

¿Para qué quiere el Presidente al Ejército en las Calles?

 

A esa pregunta le urge respuesta social.

 

OTRO PASITO.-La ley seca le crea un escenario social y político cada vez más complicado al gobernador Quirino Ordaz.

 

Por un lado prohíbe la venta legal, pero por otro lado permite o su gobierno es permisivo con la venta ilegal de cerveza.

 

Los hechos están a la vista y las autoridades policiacas se dan el lujo o tienen el descaro de todavía poner retenes alcoholímetros en las carreteras.

 

O sea que saben de la venta ilegal y se hacen de la vista gorda.

 

¿Qué piensa la gente?. Creo que deben escucharla.

 

En Ahome ya se presentaron dos muertes por consumo e intoxicación por metanol. La gente le busca al vició, de eso no hay duda.