El salario mínimo tuvo un aumento del 20 por ciento. A partir de enero será de 123 pesos diarios. ¿Esto es bueno o es malo?.
¡Bueno!....Muchos podrán decir que depende para quien y para qué y la verdad tendrían toda la razón.
El salario mínimo desde el régimen de Carlos Salinas dejó ser un tabulador salarial y se convirtió en un instrumento financiero.
¿Por qué?. Bueno, porque hasta antes de Salinas de Gortari, el salario mínimo alcanzaba para comprar los satisfactores mínimos en una familia. Con el salario mínimo se compraban los productos que integraban la canasta básica de alimentos y se aseguraba el vestido y derecho a la educación gratuita para los miembros de la Familia.
Así conforme se perdía el poder adquisitivo del salario producto de la inflación, el Gobierno de manera unilateral decidía subir el monto y listo. Los empresarios contraatacaban y subían el costo de los productos o de los servicios.
Más pronto que de inmediato, la carrera alcista al salario mínimo y por consiguiente el aumento a los precios de productos y servicios, se convirtió en un círculo vicioso y en un factor más para disparar la inflación a niveles estratosféricos como los que se llegaron a tener desde Echeverría hasta Miguel de la Madrid.
Con Salinas entre otras medidas financieras para controlar la inflación, se optó por controlar primero el alza a los salarios mínimos y frenar la práctica alcista de precios de productos y servicios por parte del sector empresarial. La etapa de la estabilidad llegaba.
El salario mínimo dejó de ser un tabulador salarial que midiera el nivel de vida de los trabajadores, y se convirtió en una medida o instrumento financiero nada más.
El Gobierno dejó de tener la rectoría de aumentar el salario cuando lo quisiera y dejó a los trabajadores y empresarios esa facultad a través de negociaciones o impulso a la productividad.
La misma política la continúo Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto. ¿Quiénes fueron los grandes perdedores?. Las instituciones de Gobierno como IMSS, Infonavit, las instituciones financieras que prestaron dinero con la unidad de medida de salarios mínimos.
En la actualidad es un porcentaje menor el trabajador que gana un salario mínimo en realidad. Eso sí. 3.4 millones se encuentran registrados con ese salario aunque perciban más ingresos por otros conceptos.
Así el salario mínimo quedó como una referencia o instrumento financiero para el pago de créditos sobre todo hipotecarios para la clase trabajadora. Después del fracaso de las UDIS fue el salario mínimo el que quedó como referencia financiera.
Pero también el salario mínimo quedó como referencia para el pago de prestaciones sociales y laborales como las cuotas al IMSS y al Infonavit por poner dos ejemplos.
Entonces a partir de enero un trabajador que paga un crédito hipotecario cotizado en veces salario mínimo tendrá que pagar un 20 por ciento más, pero no todos los trabajadores tendrán un incremento del 20 por ciento en sus percepciones, porque aquellos patrones que ya paguen más, no estarán obligados a subir ese porcentaje.
Lo mismo sucederá con el pago de prestaciones sociales del trabajador y del mismo empresario, quienes ahora tendrán que pagar un 20 por ciento más de cuotas al IMSS, Infonavit, etc.
Entonces, siendo el salario mínimo un instrumento de referencia financiera, realmente le conviene al grueso de la clase trabajadora y sobre todo obrera un incremento del 20 por ciento como el que se decretó y autorizó para que entre en vigencia a partir del mes de enero próximo.
Pues habrá quien diga que sí es bueno, pero habrá muchos más que digan que no.
Eso sí, mediáticamente se escucha bien y el presidente sigue cumpliendo los ordenamientos que le hicieron sus socios comerciales de Estados Unidos y Canadá de subir salarios para evitar una supuesta competencia desleal de México en la atracción de inversiones.
Eso sí, el Gobierno de México como el marido mandilón, dice que hace las cosas no porque se lo mandó su mujer, sino porque es su convicción y gusto hacer las labores del hogar.
En fin, sube el salario mínimo y se puede dar el caso de que de enero en adelante, el salario de un trabajador alcance para menos.
Habrá que estar pendientes.
PASO A PASITO.-Diciembre y sus posadas. Y es que las posadas navideñas están sirviendo para el reagrupamiento político. Tan solo en Ahome, Joaquín Vega concentró a varios cuadros que fueron sus compañeros en la legislatura y entre ellos hubo dos supremos aspirantes a la gubernatura. Mario Zamora y Jesús Valdés.
Ahí en El Rancho El Alacrán se lanzó la consigna que de ahí –de los presentes- saldría el nuevo gobernador de Sinaloa… ¿Será?.
En Ahome también, el ex alcalde Arturo Duarte aprovechó su posada para reagrupar a las gentes que lo acompañaron en su administración Municipal. La consigna. Estar listos para el regreso en el 2021.
El ex alcalde Alvaro Ruelas también tenían programada su posada y reagrupamiento pero por alguna razón la suspendió.
OTRO PASITO.-El gobernador de Sinaloa de nuevo estuvo en Los Mochis para junto a Carlos Gandarilla poner en marcha el programa “Muévete Chilo” que consiste en usar la bicicleta como medio de transporte público.
Ahí en medio de ese evento, el gobernador anunció la entrega de casi 30 millones de pesos más que ésta semana se radicaran en las arcas del municipio de Ahome para ser destinados de manera exclusiva a reparación de más tramos de drenaje sanitario dañado de la ciudad.
El mal estado del drenaje de la ciudad se ha convertido ya en un problema de salud pública para los Ahomenses.
UN PASITO MAS.-Manuel Clouthier siempre da de que hablar con sus candentes comentarios en twitter. Desde pedirle al Presidente López Obrador que ya no que pudo enjuiciar a Ovidio Guzmán que por lo menos se congratule con los sinaloenses enjuiciando el ex gobernador Mario López Valdez.
En su más reciente twett hace alusión a la bandera blanca que ondea en la ciudad de Culiacán con motivo de alcanzar la máxima cobertura en alfabetización.
Dice que en Culiacán ondea una bandera blanca aunque no sabe si por que los sinaloenses quieren paz o porque ya se rindieron.
Uff…agudo el comentario