columna miguel

MELESIO CUÉN es el único político que hoy puede presumir una militancia activa y sostenida, eso es ya un atractivo para el PRI y MORENA, las dos corrientes que encabezarán las coaliciones, ya que es el Partido Sinaloense quien puede inclinar la balanza en cualquier caso y hay motivos en ambos lados, otra opción es que el PAS vaya solo en las elecciones, pero al parecer, con la polarización actual eso es de mucho riesgo. Seguramente esto ya está contemplado por el líder pasista Héctor Melesio Cuén Ojeda, quien de nuevo puede ser el fiel de la balanza.

 

QUIRINO TIENE AMPLIA BARAJA, claro que me refiero al proceso electoral en puerta, porque hay personajes que por su naturaleza y presencia social, son un imán electoral que puede atraer beneficios a la fuerza que tenga el PRI con la venia de Quirino Ordaz, de las cuales, es muy clara la de Guamúchil con Carlo Mario Ortiz Sánchez, quien cuenta con muy buena aprobación de la gente del Évora, así también hay un buen nicho en Ahome para Álvaro Ruelas y donde más notorio es este fenómeno, es en Mazatlán con Fernando Pucheta, que además, se ve que su simpatía ha permeado a otros municipios del sur del estado, que aunque él no diga que hace política, pues es la misma gente quien lo relaciona con la política, debido al buen sabor de boca que dejó en su reciente cargo como alcalde del puerto.

 

QUIRINO NO ES GOLPEADOR, no es maloso, así lo dicen sus acciones, es el gobernador que algunos desestimaron y creyeron que sería torpe en su gobierno, su pragmatismo no nos permite ver que valore sus cartas, porque en su gabinete hay gente muy capaz, mismo que son atacados por los hoy desempleados priistas y eso lo sabe Quirino Ordaz, que por ejemplo, yo no veo que le dé jugada a sus jóvenes talentos del gabinete o tal vez prefiere reservarse, porque sí es muy pragmático, pero yo diría a los priistas desempleados, no se equivoquen, Quirino puede ser el guía al palacio nacional, aunque entren por la puerta no convencional, pero, esos sí, la cola no debe ser tan larga ni la fachada tan manchada. Hoy, no hay de otra, para reír es con Quirino y para llorar es contra él, me refiero exclusivamente a priistas y “priistas”…