“Leer lo es todo. La lectura me hace sentir que he logrado algo, he aprendido algo, que soy mejor persona”, Nora Ephron
ROSTRO SOCIAL
La transformación que vive Culiacán comienza a tomar forma en el terreno más tangible: las calles y los hogares de la gente. Con la entrega de cinco nuevas vialidades en la colonia Buenos Aires, y el anuncio de la construcción de 7 mil viviendas dignas para trabajadores de bajos ingresos, el gobernador Rubén Rocha Moya y el alcalde Juan de Dios Gámez Mendívil consolidan una agenda de gobierno con enfoque social, pero también con visión de futuro.
El mensaje es claro: no se trata solo de obras, sino de justicia social. En un país donde millones de personas viven al margen de los servicios más básicos, garantizar vivienda con todos los servicios para quienes ganan entre uno y dos salarios mínimos es, sin duda, una decisión que trasciende el asistencialismo y apuesta por la dignidad.
Acompañado de vecinos, funcionarios y regidores, el mandatario estatal destacó que estas viviendas no solo serán habitables, sino equipadas con los servicios fundamentales, y lo más importante, accesibles para quienes más lo necesitan. Además, su construcción, en colaboración con Infonavit, se traducirá también en empleos directos, impulsando así una cadena virtuosa de desarrollo económico.
El Plan Sinaloa de Reactivación Económica no es un eslogan: ya arrancó el malecón del margen izquierdo y pronto seguirá el Bulevar Agricultores para conectar con La Costera. Son obras que conectan, integran y reactivan, pero que también elevan la calidad de vida.
Del lado del municipio, Gámez Mendívil no se queda atrás. Con estas cinco calles recién entregadas, suman ya 72 vialidades pavimentadas en su administración. Más allá del número, el alcalde apuesta por una narrativa distinta: transformar el olvido y el abandono en bienestar común. Y lo dice desde los hechos, no desde el discurso.
Testimonios como el del señor Juan Ríos Astorga, vecino beneficiado, dan cuenta del impacto real que tienen estas acciones: "más de 50 años esperando las calles pavimentadas", dijo. Esos 50 años pesan en la historia de muchas colonias populares, pero también marcan el antes y el después de una administración que promete y cumple.
Las inversiones por más de 40 millones de pesos en estas nueve obras son una señal de que el presupuesto puede usarse con sentido humano, y no solo para engordar cifras. Se invierte en la periferia, en donde históricamente se había marginado, y eso en sí mismo es un acto de justicia.
Hoy, el gobierno de Rocha Moya refuerza su narrativa de cercanía, escucha y acción. El reto será sostener este ritmo, ampliar los beneficios y garantizar que el progreso llegue a todos los rincones de Culiacán y Sinaloa. Pero por ahora, ahí están los hechos, las calles, las casas y los rostros de quienes, por fin, comienzan a vivir mejor.
SALIDA
Las recientes renuncias en el gabinete municipal de Ahome han generado revuelo, pero también señales claras de una administración que busca reconfigurar su estructura de cara a la segunda mitad del trienio. Antonio Menéndez del Llano, alcalde sustituto, asegura que se trata de una estrategia previamente establecida, y no de una crisis interna o improvisación.
Áreas clave como IPAMA, Salud Municipal, el Instituto de la Juventud y Ecología han quedado sin sus titulares. La respuesta oficial es directa: era parte del plan. Sin embargo, en política pocas cosas son casuales y muchas se disfrazan de programación.
El edil ha sido enfático en que hay continuidad, que los encargados de despacho ya están al frente y que el servicio a la ciudadanía no se verá afectado. En el discurso, hay mesura, hay control, hay institucionalidad. Pero en los pasillos del Ayuntamiento, el movimiento no deja de generar especulaciones: ¿vienen ajustes de fondo? ¿Se trata de una depuración? ¿O de una reacomodación con miras a las definiciones del 2027?
El propio Menéndez ha hablado de "sorpresas positivas", lo que sugiere que en los próximos días podríamos ver nombramientos que no solo cubran vacantes, sino que envíen mensajes políticos. En ese sentido, la expectativa es alta.
Lo cierto es que la administración municipal no puede permitirse vacíos prolongados. Ahome enfrenta desafíos importantes en materia de servicios públicos, desarrollo social y atención ciudadana. Los relevos, por muy estratégicos que sean, deben traducirse en resultados concretos y no solo en movimientos de escritorio.
El alcalde sustituto ha insistido en que hay comunicación constante con los equipos de trabajo y que la administración mantiene su rumbo. Veremos si en los hechos esa estabilidad se sostiene, o si las renuncias marcan el inicio de una nueva etapa con otras prioridades y otros rostros.
Por lo pronto, en Ahome la política se mueve, y lo hace con la narrativa de la planificación. Pero no hay que perder de vista que en todo reacomodo también se juega el poder.
ACUERDOS
En Culiacán, el derecho a la vivienda parece estar dejando de ser una promesa de campaña para convertirse en una política pública concreta. El anuncio del alcalde Juan de Dios Gámez Mendívil sobre el próximo convenio entre el Infonavit y desarrolladores inmobiliarios privados para poner en marcha la construcción de miles de hogares para trabajadores de bajos ingresos es, sin duda, una señal positiva de coordinación entre niveles de gobierno, sector privado y voluntad política.
El proyecto —respaldado directamente por la presidenta Claudia Sheinbaum y operado a través del Infonavit— contempla utilizar una reserva de 80 hectáreas para desarrollar entre 6 mil y 7 mil viviendas dignas, con todos los servicios, pensadas especialmente para quienes ganan entre uno y dos salarios mínimos. No se trata de casas de cartón ni promesas al aire: serán hogares con valor comercial accesible, entre los 550 mil y 600 mil pesos, ajustados a las posibilidades reales de más de 100 mil derechohabientes en el municipio.
La clave aquí es el modelo de colaboración. El gobierno no impone, coordina. El Infonavit no improvisa, planea. Y los empresarios no solo invierten, también se comprometen con una visión social del desarrollo urbano. Este tipo de sinergias rara vez se dan con tanta claridad en la administración pública, pero cuando ocurren, los beneficios pueden ser trascendentales.
Gámez Mendívil ha sido claro en el respaldo que dará desde el Ayuntamiento: incentivos, gestión de permisos, facilidades administrativas y cero trabas para que el proyecto se ponga en marcha lo antes posible. Aquí, la eficiencia institucional se vuelve aliada de la justicia social. Y eso, en un país con tanta tramitología como México, ya es una ganancia.
Este anuncio se suma a otras acciones de infraestructura y desarrollo social que ha impulsado el alcalde en colonias históricamente olvidadas. No es casualidad. Hay una línea clara de trabajo: dignificar a las y los trabajadores desde la base, con servicios, vialidades y ahora con vivienda propia. El mensaje no solo es de acción, sino también de inclusión.
El reto será garantizar que estas viviendas no se queden en el papel, que se construyan con calidad, en zonas habitables y conectadas, y que realmente lleguen a quienes las necesitan. Porque transformar un terreno en un hogar no es solo cuestión de ladrillos, es cuestión de voluntad, sensibilidad y capacidad de gestión.
Por lo pronto, Culiacán se perfila como ejemplo de lo que puede lograrse cuando la política se usa para resolver, no para estorbar. Si este proyecto se concreta como está planteado, estaremos ante una de las decisiones más trascendentes en materia de vivienda social en los últimos años para el municipio. Y eso, vale más que mil discursos.