columna joseluis

Para la familia Inzunza Wong nuestra plena solidaridad durante este duro trance.

 

Dio a conocer el INE la propuesta de presupuesto para los partidos políticos para el 2020 y de nuevo el discurso en contra no se hizo esperar por parte del presidente López Obrador, de parte de MORENA y también por parte de los organismos empresariales, asumiendo que es mucho dinero y que existen muchas necesidades urgente de otros tipos en el país, por lo que concluyen que debe reducirse y se desata una campaña en todo el país que seguramente concluirá en ese objetivo.

 

Es cierto que 5 mil millones de pesos es mucho dinero, como también es cierto que existen múltiples necesidades urgentes de otro tipo en el país, pero la pregunta es ¿eso resuelve la crisis general de todos los partidos políticos, del sistema de partidos y del propio régimen presidencialista?

 

Como también es cierto que durante 30 años hemos producido varios hombres de los más ricos del mundo, así como generado una desigualdad que no para de crecer, es decir, tenemos más riqueza en menos manos y más pobreza en más personas.

 

Si se observa el sistema de partidos políticos, la enorme desigualdad que prevalece y crece en el país, como también la existencia de un régimen político obsoleto que prohíja el centralismo, autoritarismo y corrupción, debe concluirse que sí, es mucho dinero el que proponen para los partidos, pero que también no sirve de nada reducir el monto si no se enfrentan en conjunto el cambio de régimen presidencialista que produce ricos en charola de plata y al vapor, pobreza al por mayor, autoritarismo, violencia y corrupción.

 

¿Qué van a lograr para la sociedad con reducirle ese presupuesto a los partidos? Lo que van a obtener es que MORENA tenga más ventajas logísticas y estratégicas sobre los demás partidos de las que ya tienen, ventajas que seguirán aplicando frente a la coyuntura electoral del 2021, y respecto a qué problemas pueden resolver en el país con ese dinero no tiene comparación con, por ejemplo, lo que se lograría si AMLO decidiera una reforma fiscal como la que se hizo el 2014 en materia de ISR, IVA y IEPS, cuando se elevó la recaudación fiscal en un año casi en 200 mil millones de pesos.

 

Al final, reducir el presupuesto de los partidos políticos es mera propaganda política que tiene mucho pegue, pero que elude los problemas estructurales que padece el país y que no se le entra ni con vocación, ni convicción y lamentablemente sin visión.

 

El régimen presidencialista ya debe terminar. No se trata solo de derrotar al PRI, como ya ocurrió el año 2000, se trata de transformar el viejo régimen político que construyó y que prevalece, que si no se da una transformación a fondo AMLO y MORENA van a fracasar muy pronto.

 

El sistema de partidos políticos ya cumplió su objetivo en esta república representativa, por lo que se debe cambiar y definirse otro nuevo sistema de competencia política. Eso sería un verdadero cambio político, lo del gasto de los partidos es mera politiquería electoral. Creo.