columna joseluisDespués de la terrible semana que paso el presidente López Obrador y la 4t en su conjunto, esta semana que acaba de pasar cerraron con lo que podría ser considerado su peor error, sino mire usted, el rechazo de la suprema corte a la militarización de la guardia nacional al declarar inconstitucionales las reformas que realizo el congreso de la unión, no solo fue un “coscorrón” a los diputados y senadores que votaron por que la guardia nacional se fuera a los cuarteles, sino que también se lo asesto al presidente de la república que fue quien impulso el proceso de militarización, como lo fue también la paliza que Alejandra del Moral, la candidata de la oposición en el estado de México, le propino a la Mtra. Delfina Gómez, candidata de MORENA, y lo peor, después de esa atarantada sufrida con ese par de impactos, los llevo al parecer ya de una manera desesperada a destapar de facto al secretario de gobernación como su candidato presidencial, un acto más motivado por la desesperación que otra cosa.

Por qué no se pueden soslayar las reacciones del presidente López obrador ante estos hechos, como fueron las instrucciones burdas, insolentes y groseras de ordenar a los diputados y senadores de boicotear el funcionamiento del INAI (instituto nacional de acceso a la información) al informarles que es decisión del presidente AMLO no se nombren los comisionados faltantes, lo cual implica una parálisis operativa del instituto, que incluso fue definido por el gobierno federal como el “estado ideal” ya que era lo que más convenía al gobierno y a MORENA.

Como tampoco se puede pasar por alto las reacciones para apaciguar a los gobernadores, como el caso de Layda Sansores de Quintana Roo y Alfonso Durazo de Sonora, quienes habían expresado que el secretario de gobernación se estaba “pasando de la raya” en la pugna interna contra Claudia Sheinbaum, a la que ellos apoyan particularmente en su afán de ser la candidata presidencial de MORENA.

Y en eso no es casual la reacción de los gobernadores de la cuenca del golfo de California (Baja California Norte y Sur, Sonora, Sinaloa y Nayarit) donde prácticamente con el gabinete de seguridad en la mano, les indico al igual que hizo con los senadores, cual es la línea a seguir.

Y lo peor de todo, salir el secretario de gobernación con el discurso de que todo va bien en el país, que no hay inestabilidad, cuando vemos el debate, la fricción interna del país, el choque hasta con sus convencidos y la sangría que provoca la violencia en el país, lo que habla que las sensaciones y percepciones no son las mismas para los gobernantes que para los gobernados.

De concretarse la maniobra de colocar al secretario de gobernación como candidato presidencial de MORENA, estaremos ante la consumación más burda y rupestre del “dedazo” y el continuismo que pretende López Obrador, quien cree que la fuerza es la condición para ganar el gobierno el próximo año.

Da tristeza ver al “morenismo” a todos los niveles y en todos lados, sumisos y apocados, empezando por las otras “corcholatas”, como Ricardo Monreal, que, en su cara, en su casa y con su gente, le dijeron las órdenes del presidente sobre el INAI. Y que Sheinbaum y Ebrard, no muestren reacción o iniciativa alguna ante tal avasallamiento da mucho que pensar frente a estas acciones del secretario de gobernación federal.

Y mientras aquí en Sinaloa los otrora “amigos de Claudia”, tan activos y promotores de su candidatura, hoy por hoy pintan bardas y colocan espectaculares para Adán Augusto. Y esos son los que se dicen demócratas y de izquierda. Mira tú.