columna joseluis

Nuestro respaldo total al reclamo de los periodistas sinaloenses a las autoridades municipales de Culiacán, Ahome y Mazatlán.

Me comentaba un amigo que se encontró en la Ciudad de México a Jesús Estrada Ferreiro y lo saludó: “Hola Señor Presidente”, “¿Qué tal?” le contestó, “¿Cómo va por Culiacán?” le volvió a preguntar, “Muy bien con la gente” respondió, “Pero con los periodistas muy mal, voy a cerrar muy fuerte este año para prepararme para mi candidatura a gobernador” terminó el diálogo.

Sin duda, resulta fácil deducir lo que está pasando por la cabeza del presidente municipal de Culiacán y entender porque no cumple con las funciones para las que fue electo y menos con el ideario de un cambio que promovió su partido MORENA y que el electorado culiacanense plasmó en las urnas.

Jesús Estrada ha resultado como un personaje que no se inviste aún como primera autoridad de Culiacán y representante de todos los culichis. El continúa siendo el personaje de pugna y reyerta sobre cualquier tópico y nivel de conflicto. El mismo método y tono, lo es para tratar el tema de la basura como el de la inseguridad, hablar con un regidor o un simple ciudadano, una mujer o un hombre.

Pareciera que el presidente municipal de Culiacán no distingue y todo es igual, trátese de lo que se trate, al extremo que ya se han encendido los focos de alarma en los altos niveles de MORENA, así como también en los más disímbolos liderazgos, preocupados por la salud política del municipio y el primer edil.

¡Suficiente! Han dicho ya múltiples sectores de la sociedad, ahora todas las asociaciones de periodistas y no se diga las decenas de miles de electores que sufragaron por él y ahora están profundamente arrepentidos, viendo ya sus ilusiones sueños de cambio en el cesto de la basura.

Ya casi se cumple un año desde que tomó posesión Jesús Estrada Ferreiro y hasta la fecha ha resultado un fiasco que a quien más ha afectado es a los habitantes de Culiacán y la vida institucional y democrática del gobierno municipal.

Pareciera que, como ocurrió el 1° de julio del 2018, el manto electoral de AMLO les seguiría arropando todos los días en palacio municipal o en su flamante Suburban para sacarlo de cada atolladero.

No, el gobierno  municipal desde el pasado 1° de octubre no es así y ha dependido de Jesús Estrada Ferreiro, que los ha llevado con sus desatinos al punto de que los ciudadanos ya dicen ¡Basta!