columna jose luis lopez duarteSi ha habido un dirigente político y ligado íntimamente al sector salud durante el periodo de la pandemia, ese ha sido Héctor Melesio Cuén, quien ahora, con todo ese acervo científico y social, lo ha convertido, en medio de la cuarta ola, en capital que trabaja con todos y con todo, para que los avances contra el COVID no se reviertan y empeoren las cosas.

 

Es cierto que con todo y lo que hemos vivido estos dos años, hay gente tan necia y torpe, y lo peor con todo el poder, como “El Químico” Benítez (quizá después del COVID, lo peor que le ha caído a Mazatlán), que no solo han sido obstáculos, sino promotores de la proliferación del virus.

 

Es cierto también que las fuerzas del sector, más allá de su debilidad estructural y la inherente a particulares de su personal (como edad y comorbilidad), del bajo presupuesto, responden todos con ímpetu y enjundia del liderazgo del nuevo gobierno y específicamente las mayores certidumbres que han dotado las experiencias para combatir la pandemia.

 

Sí, así es, pero las autoridades estatales han advertido que la cuarta ola del virus no es una amenaza sino una terrible realidad, que urge combatir, incluso contra los necios e irresponsables, porque nadie sabe cuál puede ser la evolución y, aunque muchos digan que la cepa es de menor riesgo, el daño puede ser catastrófico.

 

Y eso lo viene a confirmar que en los primeros tres días del año se han detectado 874 casos en Sinaloa, resultando (como siempre) el epicentro en Culiacán, con 370 nuevos casos, seguido por Ahome con 107 y Mazatlán con 103, por lo que el gobierno del estado, con el mando de Héctor Melesio Cuén en la campana anticovid, quien advierte que en los próximos días tendremos un promedio de cien casos diarios, como en los momentos más álgidos de las olas anteriores, por lo que las medidas serán radicales como entonces.

 

Retomar las medidas de entonces será la consigna, además de medidas específicas en los centros álgidos de contagios, como restaurantes, bares y comercios donde se exigirá el certificado de vacunación COVID, con la advertencia de que estas medidas pueden radicalizarse como ya ocurrió ayer, al suspender por diez días todas las clases presenciales y según el nivel de alcance, que se espera no llegue, el aislamiento social, aunque sea por lapsos de tiempo cortos.

 

La cuarta ola tiene una ruta similar a las tres anteriores, pero con un riesgo muy diferente, trae un nivel de transmisibilidad 20 y hasta 30 veces superior a las anteriores, lo que las autoridades de la OMS temen, que aunque es menos letal y donde hay vacunación actúa como muro de contención, puede provocar colapsos hospitalarios y ello agrava la enfermedad.

 

Héctor Melesio Cuén ha sido categórico al respecto “se tomarán las medidas que sean necesarios”, ojalá se pudiera hacer algo con “El Químico”.