columna joseluis

Para mis amigos Salvador y Rogelio Valle Valle, así como a toda su familia, mi más sentido pésame por la muerte de su padre Don Guido. D.E.P.

 

En la vida de todos y en todas las épocas, desde el origen del hombre, tres temas siempre han estado presentes: El de la vida, el sexo y las drogas. Ante los tres, desde que se desarrolló el lenguaje y la vida en sociedad, desde las formas más simples, se han discutido, y desde los tres, paulatinamente se han desarrollado ideas comunes e indiscutibles, por lo que el tema de las drogas y el narcotráfico, un problema global existente prácticamente en todos los países del mundo, no debe ser un tema excluido y hasta vetado, mucho menos por los políticos y gobernantes.

 

Comento el tema porque en la reciente entrega del periodista Carlos Loret de Mola a LATINUS en la sección entrevista, donde comparecen los principales contendientes por la gubernatura de Sinaloa, Rubén Rocha Moya por MORENA – PAS y Mario Zamora por PRI – PAN – PRD, dándose la pregunta ¿Habrá pacto con el narco?

 

Lo que contestó Rubén Rocha, palabras más palabras menos, es que no hay que pactar, es un delito federal, el estado puede cooperar y llegar a un arreglo, en Estados Unidos es donde más drogas circulan y hacen acuerdos, habría que diseñar una política nacional de estado y una estrategia para buscar acuerdos con base en las leyes, no tengo telarañas, he sido de la idea de legalizar las drogas blandas como la mariguana.

 

Al respecto Mario Zamora contestó: Será un gobierno sin pactar con el narco, respetará lo que haga cada quién, lo del “culiacanazo” fue estúpido y tonto, no tiene por qué haber una guerra entre Jalisco y Sinaloa (los cárteles), todo mi respeto para el señor presidente, es el presidente de todos los mexicanos, Quirino Ordaz Coppel votará por Mario Zamora.

Al final del día, lo que expuso en su pregunta Carlos Loret de Mola es muy simple y lógico. La vida en Sinaloa desde hace ya más de 50 años, su desarrollo en todos los sentidos, ha sido junto y con el narcotráfico, con todas sus secuelas de ilegalidad, violencia, inseguridad, drogadicción y descomposición social, tanto que parece un destino inevitable.

Pero como todo en la vida, existen vías para que este fenómeno, convertido ya en una gran empresa sinaloense con todos sus agravantes, las autoridades deben abordarlo y buscar, como dice Rubén Rocha, en el marco de una política general de estado, desarrollar estrategias que permitan paliar, por lo menos, sus efectos más nocivos, evitar daños en lo posible y tratarlo como un asunto de todos, porque al final todos estamos inmersos en él.

De que es una tarea muy compleja, profundamente sensible, con múltiples aristas y dimensiones globales, que requiere mucho tiempo, aplicación y trabajo de las instituciones del gobierno de tal manera que se den resultados para tener una mejor sociedad. La hipocresía no sirve, es un obstáculo.

En otros países y latitudes del mundo ha existido este tipo de situaciones profundamente enraizadas y empoderadas en la sociedad que parecían irresolubles y se ha podido, todo es cuestión de empezar sin prejuicios, complejos e intereses. Como dice Cuén, “Se puede… Claro que se puede”.