columna joseluis

El candidato del PRI Mario Zamora, al llegar a la candidatura a gobernador y sentirse desde el principio por debajo de Rubén Rocha, el candidato de MORENA y el PAS, decidió una estrategia de confrontación abierta para tratar de acortar distancias, que ante los escasos efectos está llegando al delirio de autoproclamarse como el personaje que todo lo tiene, todo lo puede y todo lo sabe, y por lo tanto merece el apoyo de todos, según esta lógica.

 

Así han hecho de todo contra Rubén Rocha en esos afanes, tanto que algunos ingenuos y más los interesados, le han dado valor y han pasado, quieran o no, a formar parte de la porra del PRI, aunque a algunos no les importe y otros no se den cuenta.

 

De alguna manera en las gradas ha tenido algún efecto este protagonismo, como el que me platicaba un amigo de Guamúchil que habían sido invitados a un evento de Mario Zamora y su esposa le comentaba “qué bonito habla el candidato” y me decía que le contestó “¿qué sabes tú de este muchacho, vieja?” y ella responde “¡Nada!”, y le pregunta de nuevo “¿Crees tu que tenga más méritos que Rocha?” y ella contesta “¡No!... pero habla bonito”.

 

Y siguió la plática preguntándome “¿Cómo la ves?” “así es esto”, le dije, en la competencia electoral ha habido mucho candidato que llega al gobierno por el apoyo de grupos de poder, más que por su talento, trayectoria y capacidad de cambiar, en realidad han sido muy pocos los que he conocido con esa capacidad de ser líderes, más allá de hablar y hablar, pero que al final del día no han hecho nada, pasan y siguen sin hacer nada y de todos los partidos, no creas que nada más del PRI, le dije.

 

Es cierto, cualquiera se puede poner un antifaz y una capa y propalar que es el nuevo superhéroe que viene a rescatar a Sinaloa y uno se pregunta ¿Y antes dónde estabas?

 

En los últimos cincuenta años, Sinaloa se ha constituido en la sociedad que es, con todas sus estructuras y superestructuras jurídicas, sociales y culturales, en las que muchas mujeres y hombres han construido “camino al andar”, incluso quienes se han enfrentado entre sí, destacando como líderes sobresalientes de esos procesos, y entre muchos, yo he señalado a Lauro Díaz, Manuel Clouthier del Rincón, a Rubén Rocha, a Juan Millán Lizárraga, los hermanos Coppel, a Jesús Vizcarra Calderon, a Francisco Labastida Ochoa, a Héctor Melesio Cuén, a Óscar Loza, a Meché Murillo, a Liberato Terán, a Camilo Valenzuela, a Ahudomar Ahumada y varios más, donde no encuentro, ni en la calle, ni en las tribunas, ni en las confrontaciones públicas, ni en ningún movimiento a un Mario Zamora, ese es el fondo del asunto.

 

O sea, concluyó la plática con mi amigo, “se parecen a los cazadores, son muy mentirosos”, pero esa es plática de entretenimiento, le contesté, como los cuentos del “Güilo mentiras” de don Dámaso Murua, estos no, estos si friegan, quieren el gobierno, le comenté.