columna joseluis

Después del domingo 21 de marzo, luego que terminaron los registros de MORENA de candidatos a presidentes municipales, regidores y diputados, ante las inconformidades manifestadas en Ahome por algunos contendientes a la designación de Gerardo Vargas Landeros como candidato a presidente municipal, el PRI de allá y del estado, muy temprano el lunes, empezaron a conectar con los inconformes de MORENA para organizar protestas contra Vargas Landeros, manifestando con ello la enorme preocupación que les provoca la candidatura del malovista en aquel municipio.

 

En los diálogos atizaron las resabias e inconformidades para empujarlos a la confrontación, resultando de ello, después de arduas y múltiples reuniones, convocar a una manifestación de rechazo a Vargas Landeros, para el miércoles 24 en Los Mochis.

 

Fue una marcha numerosa de más de 200 personas y lo más sobresaliente es que los personajes de MORENA inconformes con la nominación de Vargas Landeros no aparecieron, e incluso hubo quienes se lo dijeron abiertamente al PRI, que no se prestarían para esa maniobra.

 

Dolidos y lastimados, algunos decidieron incursionar con sus candidaturas en otros partidos, otros asimilaron la decisión y algunos más decidieron desactivarse de la contienda electoral.

 

La controversia intrapartidaria siempre ha existido, porque la diferencia es parte medular de la esencia de la política consistente en el arte de construir acuerdos y algunas veces se logran, otras no y la mayoría casi siempre son parciales, con el riesgo invariable de la ruptura y con ella el ruido, en la que siempre uno y otro en discordia buscan la pepena de esos resultados, como ahora lo hace el PRI.

 

La pregunta es ¿Por qué tanto encono del PRI contra Vargas Landeros? ¿A qué le temen? ¿Qué les preocupa si no es buen candidato?

 

La verdad es que el fondo de todo implica reconocer que Gerardo Vargas, el candidato de MORENA por Ahome, es un “hueso duro de roer” por el PRI, precisamente porque saben que enfrentan a una fuerza electoral regional que ha demostrado influencia y poder en el norte de Sinaloa, como lo es el malovismo.

 

Es cierto que al PRI lo ha derrotado en Ahome el PAN varias veces y que la peor derrota se la infringió el malovismo en el 2010, cuando ganó la elección cuatro a uno, es decir, que de cada cinco votos solo uno ganó el PRI, y por cierto, quien encabezaba al PRI entonces era el mismo Mario Zamora que ahora aspira al gobierno estatal.

 

También es cierto que ninguna historia se repite igual y que siempre cambia, tanto que puede ser mejor o peor, pero el antecedente ahí está, eso es lo que enfrenta el PRI en Ahome, al malovismo junto con MORENA y no son “chicas palomas”.

 

No hay otra explicación, cuando el PRI habla de legalidad, transparencia y honestidad, pretendiendo atrapar a los morenistas, representa una trampa que hasta ahora pocos han caído en ella.