columna joseluis

La esencia de la política es trabajar por construir siempre un eslabón cada día, eslabón por eslabón, hasta construir una cadena que signifique un proyecto político que permita a quien pretenda realizar transformaciones sociales, tener una idea clara y cimientos firmes que le den fortaleza ante los retos que significan esa transformación.

 

Esto es lo más importante que cualquier líder político debe considerar, aun cuando existan múltiples circunstancias, algunas negativas y hasta desagradables, pero que solo así es posible superarlas todas más allá de cualquier reyerta y desaguisado que se hayan dado. Solo con un proyecto de producir un cambio en la vida de una sociedad es posible superar todo ello, incluso lo desagradable.

 

En esta tesitura considero que se ha colocado en las últimas tres semanas Rubén Rocha Moya, precandidato único al gobierno de Sinaloa por parte de MORENA, trabajo que se ha venido realizando no sin contratiempo y sobresalto, no solo con aplausos sino también con críticas muy fuertes de personajes de su partido, como también de aquellos que añoraron verlo fracasar en su intento de esta candidatura y desde ahora persiguen el objetivo de que no gane la gubernatura del estado.

 

La competencia electoral es como las guerras donde todos los días se libran batallas y que no termina hasta que se define un vencedor, por lo que vale considerar en primer término, por lo que debe reconocerse que Rubén Rocha así lo asume porque tiene más de dos años con estos esfuerzos, desde que recorrió todo Sinaloa para agradecer el voto de los ciudadanos que lo llevó al senado de la República como también el trabajo legislativo y su interlocución y colaboración ante múltiples problemas de la sociedad sinaloense.

 

Por eso no extraña que desde el primer día que emergió como precandidato único de MORENA, haya iniciado un ciclo tan complicado como el anterior, dedicándose a construir la organización territorial, los liderazgos locales y los movimientos políticos, procurando en todo momento incorporar a todos los simpatizantes de MORENA, igual que a ciudadanos sin partido y ciudadanos de otros partidos que simpatizan con él, lo que le permitirá ampliar la red social para elevar la capacidad de competencia electoral.

 

Es cierto que en meses anteriores, lo principal fue buscar aliados, acuerdos y compromisos políticos con fuerzas nacionales de MORENA para lograr la nominación de su partido, hoy se trata de construir la fuerza electoral que le dé la victoria y para eso ocupa de todos aquellos que quieran apoyar y cooperar con este triunfo.

 

Por eso ha resultado sorpresivo el rechazo de algunas personalidades de MORENA a que Rubén Rocha promueva un acuerdo con el PAS y sus dirigentes, alianza electoral que resulta estratégica para esos objetivos ya que le suman la fuerza más activa y organizada que existe en Sinaloa, alianza que elevaría mucho sus expectativas de victoria.

 

Ya hemos dicho antes que la competencia electoral es como una guerra y por eso mismo como en las guerras estas se ganan con la apertura y disposición de construir acuerdos y alianzas con otros actores políticos, porque solo sumando el triunfo es más factible.

 

Por ello debe tenerse muy presente que la campaña electoral de Rubén Rocha y MORENA, representan hoy por hoy, la mejor oportunidad que tiene el pueblo de Sinaloa para que arribe al gobierno del estado, no solo un ciudadano insignia de las luchas sociales democráticas y progresistas de los últimos cuarenta años en Sinaloa, sino también de que sea posible de abrir la oportunidad de una perspectiva auténticamente democrática para el estado.

 

En estas jornadas preelectorales ciertamente se vienen construyendo los instrumentos para la lucha electoral pero es indispensable también contar con un proyecto para la transformación de Sinaloa, que sea la base de los acuerdos políticos, plataforma para propaganda electoral y guía para los programas de gobierno.

 

Quizá con un acuerdo programático sean más factibles las alianzas electorales y se superen las fobias y antagonismos que algunos viven en estos días. Una alianza con el PAS es indispensable.