columna joseluis

Feliz año a todos, con el deseo principal de recuperar la salud para nuestro pueblo y se le ponga fin a la pandemia del COVID-19, que nos ha infringido una dolorosa derrota y que en este momento continúa en su apogeo.

 

México y el mundo cerraron el 2020 con los peores índices de esta enfermedad en todo el año, cuando en Estados Unidos superaron los 4 mil fallecidos por día y aquí en México los últimos dos días del año sumamos 2 mil fallecimientos.

 

La segunda ola, o repunte, como usted lo quiera llamar, de la pandemia está resultando brutal, tanto que los pronósticos de fallecimientos que se hicieron en diciembre, que para marzo en México sería alrededor de 150 mil, es muy probable que se supere con creces por el agotamientos de las estructuras sanitarias, como también provocar el relajamiento que implica ofrecer una esperanza sin la certeza en la mano aún, como es la vacuna, augura los meses de enero, febrero y marzo un resultado catastrófico en los índices de la pandemia en nuestro país.

 

Muchas familias de toda la población habían resistido la primera ola, pero no resistieron la segunda por falta de medidas y previsiones del gobierno, que no atacó con profundidad ni los efectos del otoño y el incipiente invierno, cuando ameritaba vacunar contra la influenza a toda la población, tomar previsiones en el abasto de los medicamentos para los tratamientos, así como reforzar la red hospitalaria, no fue así, incluso hubo centros COVID que fueron desmantelados y ahora, a las carreras, los están levantando de nuevo.

 

En Sinaloa la primera ola fue brutal, en los primeros tres meses acumulamos 2 mil fallecidos y luego, en los siguientes cinco meses, acumulamos otros 2 mil muertos más, siendo probable que regresemos a los índices de contagios y fallecimientos que tuvimos al principio.

 

Por ello, es muy conveniente primero reconocer la acción del gobierno de Sinaloa con la creación del call center COVID, sobre todo para los más necesitados o que menos tienen, al resultar un valioso, oportuno, responsable y profesional instrumento, que realiza esfuerzos denodados en atención, oportunidad y seguimiento de la pandemia, que seguramente está ayudando en mucho al sistema de salud.

 

Fallecidos ya casi llegamos a los 4300 y seguramente para marzo rebasaremos los 5 mil fallecidos por COVID en Sinaloa, por lo que es fundamental que el gobierno de Sinaloa se aboque con todo a contener esta ola que si nos descuidamos puede ser peor que la primera.

 

Sinaloa nunca había vivido un año tan trágico y vaya que hemos vivido bastante tiempo en ella, donde se ha condensado años de muertes y asesinatos, tanto o más que todos los del actual gobierno. Ojalá y se actúe con el reforzamiento de las medidas de prevención y sanidad.

 

Desde aquí, vaya un reconocimiento a todos los que luchan a brazo partido contra esta tragedia, al personal de salud, y a los deudos de los fallecidos por la pandemia vaya nuestra solidaridad.