columna jose luis lopez duarte

 

Ya transcurrieron cien días desde que todos los presidentes municipales en Sinaloa asumieron su mandato, algunos por primera vez reelectos y, a riesgo de equivocarme, ninguno presentó plan alguno a pesar de que todos tuvieron tiempo de sobra para definir ideas básicas y una estrategia.

 

Esto es lamentable por el lado que lo quieran ver, porque refleja que los presidentes municipales no tienen ideas claras y que los apetitos del poder son los fundamentos de gobierno que bullen en sus cabezas, y eso sin límites provoca gobiernos autoritarios, ocurrentes, frívolos e irresponsables.

 

Y de eso existen múltiples muestras que han llegado a extremos como es el caso de Billy Chapman en Ahome, que amenazó de muerte a su síndica procuradora y hasta ha declarado que los domingos “son día familiar” para las autoridades o el caso del presidente municipal de Culiacán, que no atina con nadie, al grado que ya deshizo el IMPLAN (Instituto Municipal de Planeación) “porque servía para intereses privados” según su opinión, cuando este es un organismo autónomo con gobierno propio en el que no se puede inmiscuir a su antojo, o por lo menos si existe algún problema debe plantearlo al cabildo, pero no estar dirimiendo los asuntos en los periódicos y además sin información y profundidad, como lo requiere cualquier tema de gobierno.

 

No tienen ideas claras los presidentes municipales, que solo esperan lo que les puede dar el gobierno estatal y el gobierno de la república, y peor aún, sin saber pedirle ni a uno ni a otro.

 

En el caso de Ahome, aún persiste el colapso de los sistemas de agua potable y alcantarillado, que se suscitó el 19 de septiembre con las inundaciones de entonces, tanto que el FONDEN calculó en más de mil millones de pesos el desastre y que la única medida que asumió Billy Chapman después de poner a trabajar en el caso al que sería su director de la junta de agua, lo destituye el 1° de enero, tirando por la borda los esfuerzos de Luis Felipe Villegas y su equipo realizados por casi 4 meses.

 

En Guasave, Aurelia Leal en sus tres meses lucha denodadamente por romper el cerco político que le impusieron los sindicatos del ayuntamiento y de la junta de agua potable de Guasave, reclamando deudas históricas a sus contratos y la poderosa carga de una nómina inflada y una base laboral exageradamente alimentada por el clientelismo político de los Leyson.

 

Y en Mazatlán “El Químico” Benítez peleando duro contra los hoteleros y muchos deudores del predial urbano que se niegan a cubrir sus deudas, sin que sus propuestas prosperen porque solo avala lo que su paisano, el gobernador, dispone, siendo muy cuestionado por sus seguidores de MORENA que lo critican que no votaron por él para hacer lo mismo que el PRI y no cumplir sus promesas de campaña-

 

El de Culiacán si está bien enredado, con una propuesta de “metrobus” o “trolebús” que no tiene mayor viabilidad en una ciudad que carece de vialidades como Culiacán y su desarrollo es hora, después de 30 años que se planeó, con el ingeniero Lauro Díaz Castro, que no se orientan en ese sentido y el crecimiento sigue siendo anárquico, caprichoso y muy interesado.

 

¿Qué han hecho en 100 días? Pregúntese usted y busque respuesta.