columna joseluis

 

Las encuestas en tiempos de pandemia no paran y se llevan a cabo para mantener despierta a la gente y hacer sentir que la política aún existe, cuando estamos a un año y días de votar al sucesor de Quirino Ordaz al mando del gobierno del estado.

 

No hubo novedades, particularmente en cuanto a MORENA y Rubén Rocha encabezando las intenciones de voto, mientras que el PRI apenas aparece como segunda fuerza en el estado, siendo los demás relegados a un lejano tercer lugar, tanto el PAN como el PAS con Héctor Cuén.

 

El PRI sin duda sigue siendo fuerte y resulta explicable el segundo lugar, pero creo que se diluirá porque no hay qué lo acuerpe y se ha colocado a la sombra de AMLO como prenda que alguien le entregó y la va a usar provocando una desbandada a otros partidos, pero no a MORENA.

 

Y junto a eso existe el hecho de que el más popular de sus personalidades, Jesús Vizcarra Calderón, hoy por hoy es más proclive a MORENA que al PRI, o por lo menos aliado cercano al presidente López Obrador.

 

En consecuencia, ese segundo lugar pasará a ocuparlo el bloque que integra el PAN o el PAS, o los dos juntos, más las fuerzas que aporten MC y PRD, lo que convertirá a la competencia electoral entre esos dos bloques.

 

A la política, y a la política electoral también, la pandemia le está colocando en un predicamento cuando los plazos se empiezan a modificar, y si la crisis sanitaria empeora quién sabe qué pasará, pero lo que sí es seguro es que hará más fuerte al gobierno de continuar.

 

A los políticos también los está calificando la pandemia y son muy pocos los que están aprobando, destacándose Rubén Rocha, Jesús Vizcarra, Héctor Cuén y Mario Zamora, que hasta ahora parecen los únicos que estarán en el taste cuando sea posible iniciar las campañas.

 

Por ello las encuestas, si en general son referencias puntuales, en estos momentos son meros pases de lista para refrescarnos la memoria que ya debemos pensar en el sucesor de Quirino Ordaz, pero que no significan gran cosa por ahora, pero que cumplen con ese propósito, porque la vida continuará después del COVID-19.

 

Lo cierto es que el coronavirus dejará su huella que puede ser tan profunda que desde ahora marcará a los políticos y sus partidos, para bien o para mal, por la sencilla razón de que habrá facturas que cobrar, según sea el resultado.

 

Hasta hoy caminan en la cuerda floja MORENA y AMLO, quienes serán los principales receptores de los resultados de esta crisis.