columna joseluisAyer, muy temprano, la taquilla de “la feria ganadera” fue atacada a balazos e incendiada, como un claro reto a las autoridades, que en voz del secretario de gobierno Feliciano Castro, si o si la feria se llevara a cabo, como si fuera un guru todopoderoso al que al parecer, sean cuales sean las condiciones que imperan previo a su inauguración y aun después de ella, la feria se llevara a cabo, como si fuera algún mandato divino y no una fiesta popular.

 

“La feria ganadera”, que fue realizada por allá a principio de los años ochentas en el gobierno de Antonio Toledo Corro, como un homenaje al trabajo de los hombres del campo dedicados a la ganadería, con un claro sello de una feria popular que, al paso del tiempo, derivo más en una especie de festival artístico al convertir “el palenque”, en un auditorio de conciertos de música popular.

 

Miles y miles de sinaloenses de todos los municipios, lo mismo que visitantes de Durango, Sonora y Nayarit abarrotaron año con año esa fiesta popular, convirtiéndolo en lo más representativo del folclore Sinaloense, de la cultura popular.

 

Ha pasado más de 40 años y ya es tradición para el pueblo esta fiesta, sin embargo, ahora que estamos en medio de una crisis de inseguridad y que del terror natural que provocan las confrontaciones armadas, los asesinatos, las desapariciones, se le ha agregado indicios de una escala mayor con actos cuasi terroristas, como los incendios de Bacurimi y el asesinato de Jorge Peraza, aunado a la aparición de explosivos en casas de seguridad y amenazas de bomba fuera de la zona militar y en un centro comercial.

 

El hecho de que el terror, como mecanismo de disputa en la confrontación de facciones del crimen organizado, ya nos habla de un estado de incertidumbre mayor, que, si se presenta como una acción de guerra, ya estaremos hablando de otra escala del conflicto y de otros efectos contra la sociedad.

 

El daño acumulado en 60 días desde que iniciaron las hostilidades, el número de muertos, desaparecidos, robos y extorsión cierre de negocios y pérdidas de empleos, ya resultan inéditos de 15 años a la fecha en Sinaloa.

 

Solo la pandemia de Covid-19 ha resultado hasta el momento más letal que esta lucha de facciones en muertos y en los impactos económicos, ¿pero qué tal si escala esta crisis?

 

Si empeoran las cosas (como puede ocurrir), tendrá que ser el resultado de lo que la delincuencia haga, pero sería más catastrófico, que resultara por la omisión, los errores y hasta la soberbia del gobierno.

 

Si, por que esos desplantes del Secretario del Gobierno, del sí o si la feria ganadera va, no es una posición empática con los riesgos que se tienen.

 

Seguramente que las fuerzas van a “blindar” la feria ganadera en cuanto se inaugure, pero quien no tiene duda de que ese blindaje se puede romper.

 

Yo creo que es razonable que el gobierno considere esa probabilidad sobre la feria ganadera, por que lo peor sería luego buscar culpables. ¿Ya para que?