Lapidaria, contundente y mordaz, fue antier Paola Garate, la presidenta estatal del PRI, cuando califico a la senadora Imelda Castro, quien pretende reelegirse como tal, cuando le espeto a la senadora, que “ni un chicle motita” había traído a Sinaloa en su paso de casi 6 años por el senado de la república, como manifiesta ineptitud de una gestión senatorial gris e intrascendente.
Seguramente la frase será un distintivo que acompañara a Imelda Castro por el resto de su vida y políticamente, esta descalificación de su desempeño, es un nockout político fulminante, como aquel del mexicano Juan Manuel Márquez al filipino Many Pacquiao en la última pelea que sostuvieron por allá en el año 2012.
sin duda, esta contundente descalificación que le ha propinado Paola Garate a la morenista Imelda Castro, significara un enorme impulso a Paloma Sánchez y Eduardo Ortiz, quienes compiten al lado de Xóchitl Gálvez en contra de la senadora y al secretario de gobierno Enrique Inzunza, otro defenestrado ante la opinión publica por graves acusaciones de la Juez Ana Karina Aragón Coutiño, que lo ha acusado de acosador ante la fiscalía del estado.
La formula de MORENA al senado no viene bien y no cuenta con soporte de calidad, prestigio, valores y resultados, indicadores que perfilan cualidades para cualquier competencia y máxime para una contienda electoral.
Desde sus nominaciones, la fórmula de MORENA Imelda – Enrique, viene dando tumbos en la contienda electoral, al grado que no han logrado posicionarse como los líderes de un movimiento y por consecuencia de una campaña electoral.
Quizá lo más destacado de Imelda Castro y Enrique Inzunza, haya sido “la sacada a bailar” a Claudia Sheinbaum en su reciente visita a Sinaloa de la candidata presidencial, quien por poco se cae del templete en la intentona de un destello de popularidad.
Lo que si han destacado, es el impresionante gasto propagandístico a medios de comunicación, sobre todo con entrevistas en espacios estatales, estelares y muy caros, que con todo y eso, no les alcanza para figurar y con el “descontón” de Paola Garate, pues prácticamente los desalinea políticamente, lo que los pone en condiciones que Paloma Sánchez y el bloque opositor, los puede acorralar.
Cabe reconocer que si no fuera por todo el bagaje ideológico de la 4T y el respaldo político de López Obrador, ya pudiéramos firmar que están derrotados y con muchas dificultades de levantarse de la lona.
Vamos a ver cómo funciona la estrategia de los esquiroles del PVEM, P.T, PES y M.C., cuando ya no pueden constituirse como opción y trabajan intensamente en la compra de votos, estrategia que tiene grandes posibilidades de revertírseles, lo que sería una catástrofe, no solo en Sinaloa sino en todo el país.
Ya empiezan a pasar factura los desfiguros, como le ocurrió a Samuel García en Nuevo León el sábado pasado, cuando fue claramente abucheado en “el clásico regio”, que se jugó entre Tigres contra Rayados. Y esta realidad ya arrastra en su caída a su pareja Mariana Rodríguez, candidata al gobierno municipal de Monterrey.
Seguramente Sinaloa no será la excepción y por lo pronto Paola Garate “ya pego el chicle”.