= MoReNa ganó, de acuerdo al guión, las dos gubernaturas
= Baja California, contundente; Puebla, con algo de comodidad
= La fiesta, sin embargo, no fue completa. Era complicado
= Sacaron la casta gobernadores de los otros cuatro Estados
= El PRI celebra ¡su 7 por ciento en BC! Quien lo hubiese creído
De acuerdo a lo previsto el Movimiento de Regeneración Nacional ganó las gubernaturas de Baja California y Puebla y en menos de un año pasó de cero a siete estados bajo su control político. En Baja California, con el empresario Jaime Bonilla como candidato, lo hizo de manera contundente y en Puebla, con el político Miguel Barbosa, en grado menor; pero con cierta comodidad a final de cuentas.
Además, MoReNa también alcanzó la mayoría en el congreso de BC y conquistó, al mismo tiempo, las presidencias municipales de Mexicali, Tijuana, Tecate y Ensenada.
Sin embargo, la fiesta no fue total en MoReNa porque en el resto de las entidades federativas en las que se realizaron elecciones ayer domingo, los resultados marcaban tendencias a favor de Acción Nacional, a reserva de conocer números definitivos.
Lo de siempre: nadie gana todo, ni tampoco nadie pierde todo en política.
De cualquier modo, las cifras de los comicios de ayer domingo, en seis estados de nuestro país, ratifican la existencia del factor “Andrés Manuel López Obrador”, aunque en una intensidad menor en comparación con lo que se vivió el año pasado, cuando MoReNa, con AMLO como punta de lanza, fue una aplanadora en casi todo el territorio nacional.
Lo anteriormente expuesto es un fenómeno lógico y natural y su explicación no conlleva un riesgo de derrame cerebral ni cosa por el estilo: López Obrador aún mantiene altos niveles de popularidad en la mayoría de los estados de nuestro país; pero el ejercicio del poder desgasta invariablemente y los resultados de estos comicios son un reflejo claro de la situación política imperante en México, once meses después del apabullante triunfo del Movimiento de Regeneración Nacional en las últimas elecciones federales.
Y bien, a reserva de tener resultados definitivos – subrayamos –, la situación en los diferentes estados que tuvieron elecciones, era la siguiente, al momento de redactar esta columna para nuestros pocos, pero fieles lectores:
En Tamaulipas, el PAN aventajaba en la abrumadora mayoría de los 22 distritos electorales locales, en la inteligencia de que ahí solo se renovaría el congreso local.
A su vez, en Quintana Roo, con 15 diputaciones de mayoría en contienda, también Acción Nacional se perfilaba para quedarse con la hegemonía en el Poder Legislativo de aquella entidad.
En cuanto a las presidencias municipales en juego en Durango (39) y en Aguas Calientes (11), las tendencias también estaban a favor de Acción Nacional, al menos en las más importantes ciudades de ambas entidades federativas.
Incluso, en el propio estado de Puebla, el PAN aseguraba haberse quedado con la ciudad capital.
Así estaban las cosas, a eso de las 10 de la noche.
De cualquier forma, las posiciones políticas más relevantes – las joyas de la corona pues – lo eran las gubernaturas estatales y estas dos pasaron a manos del Movimiento de Regeneración Nacional, luego de haber estado en poder del partido blanquiazul.
El caso de Baja California era el más emblemático, de todos. Ahí Acción Nacional gobernaba desde 1989, cuando la victoria de Ernesto Rufo Appel sobre Margarita Ortega, resultado reconocido por el entonces presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Luis Donaldo Colosio y por el presidente Carlos Salinas de Gortari. Aquello fue histórico: primera derrota del partido dominante y primera victoria de un partido de oposición.
Ahora, MoReNa tendrá siete gubernaturas, que representan el 22 por ciento del total: Baja California, Puebla, Ciudad de México, Veracruz, Chiapas, Tabasco y Morelos, en coalición con el extinto partido Encuentro Social.
En lo cuantitativo, el PRI se mantiene como el número uno, con 12 y el PAN se quedará con 9. El PRD con 2, Movimiento Ciudadano con una y una en manos de un independiente.
El mapa político que surge en el país, tras los resultados de las elecciones de ayer domingo, se mantendrá hasta las elecciones del 2021, cuando se renovarán las gubernaturas de 14 estados de México, en comicios concurrentes con el proceso para el relevo de los 500 diputados actuales de la cámara baja del Congreso de la Unión.
Además de las dos gubernaturas, el presidente López Obrador también ganó un congreso local más, como lo es el de Baja California y eso lo mantendrá más que bien pertrechado para el proceso del 2021, que ya comienza a generar verdadera pasión política en todo el país.
La conclusión está en armonía con lo que ayer anticipábamos: se conservará el efecto AMLO, sí; pero no con la intensidad de un año atrás.
Y así fue: ¿estamos?
= GOBERNADORES SACAN ADELANTE AL PAN =
Y bien.
Acción Nacional entrega un resultado de obscuridad y claridad en las elecciones de ayer.
Por un lado pierde Baja California y Puebla, estados que conservaba en su poder y que eran parte de su patrimonio político más importante a nivel nacional.
Por otro, sin embargo, da una tórrida pelea y frena el avance de MoReNa en las elecciones para presidentes municipales de Durango y Aguas Calientes y en los congresos locales de Quintana Roo y Tamaulipas.
Tras el panorama marcada por las encuestas de intención de voto, era la meta mínima a aspirar y cumplieron (creo) con el objetivo.
La explicación se encuentra en el trabajo político de los gobernadores de estos cuatro estados, que hicieron gala de toda su experiencia para poder sacar adelante el resultado. Uno de ellos, por cierto, afiliado al PRD; pero aliado de Acción Nacional.
Cierto, el gobernador de Baja California también era panista y el interino de Puebla, entre azul y buenas noches; pero la historia de estas dos entidades era otra cosa. Muy diferente.
Perdió el PAN, en efecto.
Sin embargo, pudo haber sido peor. Y como dicen luego: de lo perdido, lo que aparezca es bueno.
¿No?
= EL PRI, EN CAIDA LIBRE =
¿El PRI?
Que mantuvo su votación del 2018 y que incluso, hasta la aumentó un poquito, lo que prueba la supervivencia del llamado “voto duro” a decir de la presidenta del Comité Ejecutivo Nacional, Claudia Ruiz Massieu.
Sin embargo, hasta las 10 de la noche, no sabíamos todavía de una posición concreta conquistada por el PRI en las elecciones de ayer. Ni municipios, ni diputaciones.
Cierto, tendrá regidurías en los municipios en contienda y también diputaciones en los congresos estatales; pero, hasta ahora, todas ellas por el principio de la representación proporcional.
Patético.
En plena debacle, la señora Ruiz Massieu celebró el 7 por ciento que presumiblemente alcanzará su candidato a la gubernatura de Baja California, lo que le permitirá al PRI mantener su registro en aquella entidad.
Con eso está dicho todo.
En fin.=
DE AQUÍ Y ALLA =
01.- El próximo sábado, 08 de junio, la diputada local Gloria Imelda Félix se convertirá en la nueva dirigente estatal del sector popular del Partido Revolucionario Institucional en Sinaloa. Gloria Imelda, ya con toda una carrera en la política sinaloense – dos veces diputada local, diputada federal y presidenta municipal de Mocorito – llegará a la CNOP-Sinaloa con una misión difícil en extremo; pero no imposible: revivir a este sector del PRI, que no logró sobrevivir al abandono en el que se le condenó hace algún tiempo y terminó por morirse literalmente. Gloria Imelda es una mujer entusiasta, con capacidad de trabajo y vocación política. Puede darle buenas cuentas a quien de hecho ya la puso ahí porque llegará a la asamblea del sábado venidero como candidata única a este cargo de dirección partidista. Que tenga suerte. La va a necesitar.
02.- Con algunas horas de diferencia se nos adelantaron en el viaje sin regreso dos personajes ampliamente conocidos en las filas del Partido Revolucionario Institucional: el periodista Heriberto Millán Godinez, tres veces secretario de prensa (ahora comunicación institucional) del Comité Directivo Estatal: con Víctor Gandarilla, en 1993; con Cenobio Ruiz, en 2009 y con Martha Tamayo, en 2015 y José Manuel “Pichi” Cervantes, que sumaba cuatro periodos como secretario de Organización, con Martha Tamayo, Rosa Elena Millán Bueno, Carlos Gandarilla García y ahora con Jesús Valdés Palazuelos. Heriberto murió la noche del martes 28; Pichi Cervantes, un día después. Ambos por infarto al miocardio. Los dos de alta estima para el columnista y su familia: Millán, con una carrera paralela a quien esto escribe, desde el ya muy lejano 1972. José Manuel Cervantes, compañero de dominó, en el club que preside el amigo Antonio Castañeda. Los dos, Millán y Pichi, personas de gran corazón, de buenos sentimientos y de probado espíritu de servicio. Descansen en paz.
Y:
03.- Cuando se daba por hecho su presencia en Mazatlán, con motivo del día de la Marina Nacional, el gobernador Quirino Ordaz Coppel se trasladó al puerto de Topolobampo, para llevar allá el protocolo correspondiente, al lado del presidente municipal de Ahome “Billy” Chapman. En el puerto de Mazatlán, el acto lo encabezó el alcalde de la ciudad Químico Benitez y en las Arenitas, Culiacán, el presidente municipal Jesús Estrada Ferreiro. Todo dentro del guión plenamente conocido.
= EL COLOFON =
Y hasta aquí.
Nos vamos ya, con nuestros deseos de que haya tenido usted una gran semana y que esta que se inicia hoy sea la mejor de su vida. Disfrútela plenamente, al lado de su familia. Uno nunca sabe.
Dios los bendiga.
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