= Infinidad de casos pendientes, del último proceso

 

= Encontradas posturas entre Vargas y Reyes Rodríguez

 

= Que “renuncien todos los magistrados”, sugiere AMLO

 

= Observa IMSS disminución en contagios en Sinaloa

 

= Feliciano Castro, coordinador de la bancada de MoReNa

 

Además de no ser, para nada, un problema menor, el conflicto al interior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación debe solucionarse lo antes posible puesto que se suscita justo en una etapa de extenuante trabajo en lo que es la máxima autoridad electoral del país: cuando hay gran cantidad de casos a resolver, derivados de las elecciones de junio próximo pasado.

En efecto, quizás no sea el caso de Sinaloa; pero si, de muchos otros estados de México surgieron gran cantidad de recursos de impugnación en contra de los resultados del reciente proceso, cuya resolución es urgente toda vez que se aproximan, a pasos agigantados, las fechas en las que deberán entrar en funciones las autoridades electas en la fecha citada, llámense gobernadores, presidentes municipales o diputados locales.

Lo peor del caso es que no se ve por donde. Existe una abierta confrontación en las posiciones de las dos partes involucradas. Tanto José Luis Vargas, el presidente destituido, como Reyes Rodríguez Mondragón, aparentemente el nuevo presidente, se denominan “autoridades legitimas”, no dispuestos a ceder un ápice en sus intenciones.

Reyes Rodríguez -el mismo a quien el presidente López Obrador acusó de insultarlo, al través de un tuit en octubre del año anterior – tiene el respaldo de los magistrados Felipe Fuentes, Felipe de la Mata e Indalfer Infante y de la magistrada Janine Otalora -; Vargas, a su vez, solo de la magistrada Mónica Soto.

¿De que acusan los magistrados inconformes a José Luis Vargas?

De falta de ética, incumplimiento de obligaciones legales, constitucionales y reglamentarias y de faltar al respeto a sus compañeros magistrados. No hace mucho, Vargas aclaró: “yo no voto en manada, ninguna de los temas discutidos por el tribunal”.

A lo anteriormente expuesto, hay que agregarle que Vargas ya estaba en la mira de tiempo atrás, de parte de la Unidad de Inteligencia del gobierno federal, bajo las acusaciones de sostener un nivel de vida superior a sus percepciones legales, las cuales ascienden a 200 mil pesos mensuales, como mínimo. De enriquecimiento inexplicable, pues.

Esto supera, con mucho, el sueldo del propio presidente López Obrador; pero, aún así, parece poco. Las percepciones de magistrados y consejeros de los llamados organismos autónomos, suelen ser estratosféricas, por lo habitual.

Dice Vargas que su supuesta destitución rompe todo principio elemental del orden legal. Los magistrados inconformes, sin embargo, le responde con la ley en la mano.

En estas condiciones, es fácil advertir que se trata de un conflicto trabado, al que no se le visualiza una salida viable para estos días; pero que tendrá que solucionarse de una u otra manera, por las razones citadas líneas arriba: la resolución de cualquier cantidad de temas electorales pendientes en el tribunal.

Por lo pronto, el presidente López Obrador, de quien en no pocas ocasiones han dicho que tiene el control absoluto del tribunal, ya aportó su solución.

-Que renuncien todos…

Y que el Poder Legislativo Federal, entonces, proceda a la elección de nuevos magistrados. Y ya entrado en gastos, a lo mejor hasta de nuevos consejeros en el Instituto Nacional Electoral.

¿Lo diría en serio López Obrador?

Y ¿por qué no?

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Por otro lado.

Ahora que giró por Sinaloa, Zoé Robledo Aburto, director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, dijo dos cosas que deberían tener un efecto tranquilizador de inmediato; pero son tan encontradas las versiones que suelen llegarnos del sector salud, que lo mejor es tomarlas con cautela:

Una de ellas, que ya se observa “un buen descenso en el número de casos Covid en Sinaloa; pero tenemos que estar siempre alertas”.

Otra, que Sinaloa ya alcanzó un 78 por ciento de cobertura en su territorio en cuanto a vacunación corresponde, porcentaje que es notablemente mayor a los 53 puntos porcentuales, que representan la media nacional. O lo que es lo mismo, que se ubica en el cuarto lugar a nivel nacional.

En otra situación, ambos puntos debieran ser suficientes para que los sinaloenses recuperaremos gradualmente la calma, después de tantas semanas de estrés y en tensión al máximo nivel; sin embargo, las afirmaciones no son lo sólidas que todos quisiéramos en esa dirección.

Efectivamente, el que en los últimos tres días Sinaloa haya reportado poco menos de 500 contagios, no es como para echar las campanas a vuelo, ni mucho menos, máxime cuando los fallecimientos superan ya los 30 por cada periodo de 24 horas. Pudiera ser, si, una leve baja, pero no una mejoría significativa.

Por lo que a las vacunas corresponde, es evidente que nuestro estado ha sido beneficiado en este sentido por el gobierno federal, como lo demuestra el hecho de que ya se aplicaron primeras dosis, incluso, entre los jóvenes de 18 a 29 años de edad, lo que todavía no sucede en muchas otras entidades del país y que un porcentaje importante de la población cuenta con una dosis del biológico cuando menos.

Aquí lo que está en duda es la veracidad de las cifras, más si estas son ciertas, está más que claro que el gobernador Quirino Ordaz Coppel va por el camino correcto, con todo y esos números de contagios y muertes que noche a noche nos ponen los pelos de punta; pero que ya están a la baja, según Zoé Robledo.

Ojalá.

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Mientras.

Ante el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, los 20 diputados electos de este partido, eligieron ayer a quien será el coordinador de la fracción de este partido, a lo largo de la sexagésima cuarta legislatura del Congreso del Estado: el guasavense Feliciano Castro, electo por un distrito de Culiacán.

La coordinación de la mayoría parlamentaria le dará a Feliciano, en automático, la presidencia de la Junta de Coordinación Política, probablemente por los tres años que durará la nueva legislatura. Lo que si es un hecho es que la JuCoPo estará los tres años en manos de MoReNa.

Y la presidencia de la mesa directiva del Congreso del Estado se alternará entre el PAS, el PRI y Acción Nacional, por acuerdos de cortesía política.

La decisión en favor de Castro Melendrez no causa sorpresa mayor, en tratándose de un personaje político estrechamente ligado al futuro gobernador Rubén Rocha Moya, aunque en días pasados, por las razones que usted guste y mande, había entrado a juego el nombre del diputado Ambrosio Chávez, de Guasave, también muy cercano a quien encabezará el Poder Ejecutivo Estatal, a partir del primero de noviembre que ya se aproxima a pasos agigantados.

E insistimos, ya es un acuerdo irreversible. Para eso, precisamente, vino Mario Delgado a Culiacán.

¿Qué os parece?

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Hasta aquí por ahora. Ya nos fuimos. Dios los bendiga. Y cuídense mucho. Ahora más que nunca.

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