= Tan solo ayer, 29 nuevos casos, para llegar a 82.
= Aquí, en Sinaloa, solo uno; pero, vendrán más
= Suspensión de clases ¡ya! Piden madres de familia
= Quirino Ordaz ante la posibilidad de nueva decisión
Aunque en diez estados del país sus respectivos gobernadores tomaron la decisión – bajo su cuenta y propio riesgo – de suspender clases a partir de hoy, martes 17 de marzo, Sinaloa respetará el acuerdo tomado en la Secretaría de Educación Pública del gobierno federal y lo hará hasta el lunes 23 del presente. Así lo ratificó el titular del sector en la entidad, Juan Alfonso Mejía a diferentes noticieros radiofónicos de la ciudad.
Al momento de sus declaraciones, el secretario estatal de educación todavía desconocía el último corte en cuanto al número de casos de Covid 19 reportados en el país. Una vez que estos se han hecho del dominio público, no descarte usted la posibilidad de que desde el tercer piso de Palacio de Gobierno venga la orden y se opte, de una buena vez, por enviar a niños y jóvenes a recluirse en sus casas, de aquí y hasta el 20 de abril próximo. La cifra subió a 82, lo que representa 29 nuevos casos en un periodo de 24 horas.
Y el pronóstico es todavía peor: el crecimiento será sustancial en el curso de las próximas dos semanas.
Cierto, aquí en Sinaloa solo tenemos un caso, afortunadamente, toda vez que el paciente internado en el Hospital Regional del ISSSTE arrojó negativo a coronavirus en su prueba, de tal modo que el único detectado, en este momento, está en la ciudad de los Mochis. La cifra da algo de tranquilidad; sin embargo, el repunte de la enfermedad es inevitable. Todo el país avanza ya hacia el llamado escenario Dos y en un santiamén estaremos en el Tres, que es el de máxima alarma.
Con estos truenos y conocida la sensibilidad del gobernador Quirino Ordaz Coppel para situaciones parecidas de algún modo, es altamente factible que en el curso del día de hoy el nombre de Sinaloa se agregue a los diez Estados que no quisieron tomar mayores riesgos y que optaron por interrumpir, temporalmente, el actual año lectivo en todos sus niveles, desde el pre escolar hasta educación superior.
De hecho, ayer corrió fuerte el rumor en tal dirección; pero lo descartó, insistimos, el propio titular de SEPYC, Juan Alfonso Mejía López.
Y es que, cuando se trata de la integridad de los hijos, todo es diametralmente diferente.
Ya desde ayer por la tarde, madres de familia de diferentes escuelas de Culiacán – tanto públicas como privadas – se organizaban para no enviar más a sus hijos a los planteles, a partir de hoy y hasta cuando la contingencia haya disminuido en tal grado que ya no represente problemas reales para la salud de la infancia y la juventud de la entidad.
Así, de este tamaño, es la psicosis que ya se advierte en las principales ciudades del Estado. Todos quisiéramos, en efecto, no caer en el pánico y mantenernos en los parámetros de la normalidad; pero, por lo que se ve, esto será ya prácticamente imposible.
Hay que decir que al gobierno de Quirino Ordaz Coppel le asiste la razón desde el momento en que pretende evitar no solo un colapso en el área de salud, sino también un caos en las finanzas del Estado, como lo sería una parálisis prácticamente total y esa es la razón por la que se adoptó la medida de esperar unos días más; pero imposible ocultar el crecimiento exponencial de casos de Covid 19 y su efecto entre la sociedad.
A nivel nacional, repetimos, ya 82. En el plano estatal, solo uno; pero ¿esto es garantía de blindaje contra la enfermedad?
Habrá que estar muy pendientes de los mensajes oficiales que nos lleguen el día de hoy. Y no precisamente en torno a las medidas de prevención a adoptar porque estas ya son de sobra conocidas, sino de un posible cambio de rumbo en la estrategia del gobernador Quirino Ordaz. Y si mucho me apura, desde la misma SEP, allá con Esteban Moctezuma Barragán.
Pendientes pues.
=0=
Y bueno.
No es que no existan temas, ni tampoco que carezcamos de material para la columna de hoy. Si los hay; pero, como padre de familia, abuelo, hermano e integrante de esta sociedad, no hay el ánimo suficiente para banalidades, como lo son, por ejemplo, los desfiguros de quienes pretenden ser candidatos, a lo que sea –no digamos ya a la gubernatura del Estado – en las elecciones del año venidero.
Dios los bendiga.