= Con 19 muertos y 21 lesionados
= Antaño “carreterazos” era lo habitual
= Apoya el Estado a todas las víctimas
= Versión de JSM sobre elección del 2004
El espeluznante accidente carretero de este martes, que dejó, en principio, la friolera de 19 personas fallecidas y 21 con lesiones de moderadas a graves, nos remonta a otras décadas del siglo pasado, cuando solo contábamos con la carretera federal número 15 (comúnmente conocida como “la Internacional”) y cuando las que tenemos en la actualidad parecían sueños francamente irrealizables.
Quizás esta tragedia no sea la peor de la historia; pero lo que si podemos asegurar es que es una de las más graves, hasta el momento, presunción basada en el número de víctimas: muertos y personas con severas complicaciones, que ya son objeto de atención médica comprometida y profesional.
El percance se registró casi al amanecer de esta trágica fecha, cuando un tráiler volcó sobre la maxipista Culiacán-Mazatlán (en las inmediaciones del poblado de la Cruz, cabecera municipal de Elota) y quedó atravesado sobre la carretera, antes de ser impactado de manera brutal por una unidad de transporte de pasajeros que cubría la ruta Guadalajara-Los Mochis, una de las más demandadas de la región.
Ambas unidades estallaron en llamas y la mayoría de las 19 víctimas mortales perdieron la vida en el momento; otras, calcinadas en los momentos en que, entre el fuego y los hierros retorcidos luchaban por su salvación.
Las escenas captadas a través de teléfonos celulares dan una idea clara de lo dramático del momento. Una tragedia en toda la extensión de la palabra. Un desgraciado accidente. De esos fortuitos, en los que resulta imposible fincar responsabilidades, ni mucha menos culpar a alguien de una situación determinada,
Enterado del hecho, apenas minutos después de su registro, el gobernador Rubén Rocha Moya giró indicaciones inmediatas a los titulares de todas las dependencias involucrados (Salud, Seguridad, Protección Civil, entre otras) para obrar en función de la magnitud del percance, inclusive el uso del equipo aéreo del gobierno estatal y esto facilitó el traslado de las personas lesionadas a hospitales de La Cruz, Culiacán y hasta Los Mochis, para su adecuada atención.
Lamentablemente, a cada gobernador del Estado le toca hacerle frente a situaciones similares. Y Ya le pegó a Rocha, cuando corre el tercer año de su administración.
Antaño, repetimos, los accidentes carreteros eran frecuentes, a lo largo de la carretera Internacional, entre El Carrizo, Ahome y La Concha, Escuinapa. Recordamos algunos, dantescos, en Rancho Viejo, Mocorito y en El Reventón, Elota -en el que perdieron la vida muchos estudiantes de la Universidad Autónoma de Sinaloa – independientemente de aquellos menores, que eran cosa de todos los días, ante la carencia de una infraestructura carretera acorde con el dinamismo de nuestra entidad.
Hoy tenemos un accidente como los de aquella época. Ya hacía tiempo que no registrábamos uno similar. A lo mejor el primero de muchos años con estas características; pero tampoco será el último por desgracia.
Así de sencillo.
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(Como lo esperaba, una gran cantidad de amigos, familiares y quienes formaron parte de su equipo de colaboradores, se dieron cita en el templo “El Portal de Belén” del fraccionamiento “La Primavera” para recordar a Jesús Aguilar Padilla, en su primer aniversario luctuoso. Un servicio religioso cálido y emotivo, en el cual pasaron lista de presente dos personajes estrechamente ligados a Aguilar Padilla, especialmente durante los últimos años de su carrera política: Jesús Vizcarra Calderón y el gobernador actual, Rubén Rocha Moya, entre muchos otros)
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Por cierto.
A propósito de nuestra columna del domingo próximo pasado, en la cual recordamos aquella noche de octubre de 2014, en la que Jesús Aguilar Padilla surgió como ganador sobre Heriberto Félix Guerra en la elección gubernamental más apretada en la historia de Sinaloa, Juan S. Millán, entonces gobernador y reconocido mayoritariamente como uno de los políticos más completos de nuestro Estado, nos hace algunas precisiones que acrecientan la importancia de nuestro relato de días anteriores.
-De acuerdo contigo, en el 70 por ciento de lo consignado en tu columna -nos dice el ex gobernador.
Respetosamente desacredita la versión del operativo electoral supuestamente por él ordenado, desde el tercer piso de Palacio de Gobierno, una vez enterado, por Roy Campos Esquerra (director general de Consulta Mitofsky) a eso de las 4 de la tarde, en el sentido de que la elección se había cerrado de tal modo que su empresa no daría a conocer resultados de las encuestas de salida, si la diferencia era menor de 2 puntos porcentuales entre uno y otro candidato: Jesús Aguilar Padilla y Heriberto Félix Guerra. “Esos operativos son una fantasía. Nunca ocurrieron”.
(Y tiene toda la razón: imposible organizar cualquier operativo de manera exitosa, a menos de un par de horas para el cierre de las casillas electorales)
-Ese día y toda la noche -apunta – estuvo en mi oficina Rolando Ocampo, brillante actuario, del nivel de Roy. TV-Azteca si dio a conocer su encuesta de salida, con 5. 5 puntos de ventaja para Jesús Aguilar, al igual que Víctor Torres (Línea Directa) a nivel local.
(Si lo recuerdo, no fue precisamente al corte; pero si como a las 8 de la noche)
Da mas detalles quien en ese tiempo todavía gobernaba Sinaloa:
-Como a las 10: 00 de la noche, Rolando, que analizaba la información recibida de las casillas y proyectaba tendencias exactas me informó: solo faltan 70 casillas por examinar; se gana con un margen no mayor a 1. 5 por ciento y no menor al 1.2
Añade:
-Pero me dice Oscar Lara Aréchiga (su secretario de Finanzas): “¿ya viste de donde son 60 de las 70 casillas? ¡De Mazatlán! De inclinación panista”. Entonces volví a preocuparme. Sorprendentemente los resultados fueron favorables a Jesús Aguilar, gracias a que Miguel Angel García Granados hizo buen papel como candidato. Perdió; pero con reducido margen.
Y concluye:
-En ese momento, supe que tendríamos que prepararnos para hacerle frente a un conflicto postelectoral que necesariamente terminaría en los tribunales.
Y en efecto, así fue.
La mañana del 28 de diciembre de 2004, apenas 72 horas antes de su toma de posesión como gobernador de Sinaloa, el Tribunal Federal Electoral de la Federación falló en favor de Jesús Aguilar Padilla, con una sentencia inapelable y definitiva.
En tres días se organizó todo y a final de cuentas, el acto se desarrolló en medio de una atmósfera de absoluta tranquilidad.
Y bueno pues de acuerdo con el ex gobernador Millán: esta clase de relatos contienen buenas dosis de imaginación y creatividad; pero tienen algo importante: se nutren de las versiones que circulan alrededor de un evento determinado y eso las hace más atractivas para el lector.
Por supuesto, muchas de estas historias, reseñadas por los periodistas de la vieja guardia -Toñico Pineda, Chema Figueroa, Héctor Paliza, etc – no son totalmente ciertas; pero esto no los priva de la riqueza necesaria como para pasar a formar parte del enormemente rico anecdotario político sinaloense.
Digo.
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Y hasta aquí por hoy. Nos vamos ya. Cuídense mucho y Dios los bendiga. Ahora y siempre…)
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