ARTURO TORRES Sato dejó buenos números en el Servicio Estatal del Empleo para el estado de Sinaloa, al concluir el pasado gobierno estatal, porque antes del gobierno de Quirino Ordaz, Sinaloa se mantenía fluctuando entre los lugares 27 y 30 a nivel nacional, es decir, totalmente reprobado en generación de empleos, mientras que en su momento, Arturo Torres, de la mano de Javier Lizárraga Mercado colocaron a Sinaloa entre los lugares 3º. y 7º , pero hoy, la entidad está sufriendo para generar trabajo, ese que necesita el sinaloense, pero algo se debe hacer desde las oficinas del Servicio Estatal del Empleo, que depende de Secretaría de Desarrollo Económico, por tal motivo es Javier Gaxiola Coppel, el responsable de promover la generación de empleo ya que es una de las funciones primordiales de SEDECO y es urgente la necesidad de generación de empleos, sobre todo ahorita que está por iniciar el último trimestre del año, con una economía golpeada e inflación creciente, entonces, generar trabajo para el sinaloense es una de las formas de darle buenos resultados al gobernador Rubén Rocha Moya, entonces, habrá que esperar si Javier Gaxiola presenta algún plan de generación de empleos, ojalá que así sea.
AMLO SIGUE QUERIENDO ENGAÑAR a la población, en un momento difícil, donde la información es mediática, donde todo es casi transparente y donde los hechos no se cambian con palabras, discursillos ni campañas publicitarias, mucho menos con encuestas inducidas, pero los daños que el presidente Andrés Manuel López Obrador está generando a México, son verdaderamente catastróficos, con un autoritarismo descomunal, algo que la historia no había registrado, porque la perversidad de Luis Echeverría Álvarez ya fue superada por la de AMLO, la incapacidad para gobernar de López Obrador es única, su perversidad es peligrosa y amenazante, algo que pudiéramos pensar que México no resiste más y eso se ha expresado en varios momentos, uno de esos fue en el senado, durante la sesión más reciente, donde AMLO pretendió que se aprobara la modificación a un artículo transitorio para ampliar la permanencia del ejército mexicano en las calles del país, bajo el pretexto de la necesidad de dar seguridad a los mexicano, cuando en el fondo todo es MILITARIZAR A MÉXICO, para dar golpes letales, siendo uno de esos, DESAPARECER AL INE, pero, los senadores de oposición FRENARON ese primer intento pero insistirá en que esto suceda, veremos si los senadores se mantienen firmes o por ahí logran que algunos cambien de opinión, porque el perverso “Echeverría Moderno”, pretende hacer pedazos a México y hoy es solamente en el senado donde hay un bloque de contención que pueda detener alguna de las barbaridades de este represor y resentido presidente Andrés Manuel López Obrador.
EL MÁS SANGRIENTO de los gobiernos de México en su historia es el de AMLO, así se lo demostró el periodista Jorge Ramos y el presidente López Obrador se enojó, lo negó y quiso inducir al periodista para que se diga lo que AMLO quiere que se diga, pero como dice Jorge Ramos; “al presidente le molesta que le muestren su realidad, quiere que le digas lo que él quiere escuchar, no le gusta que lo cuestionen y hay que cuestionarlo”, pues así fue y el perverso presidente se ufanó de ser un presidente muy popular, pero esa no es la verdad en México, ya que sus encuestas son ENCUESTAS INDUCIDAS, porque hace mucho tiempo se perdió la ética de las encuestadoras, ya que su trabajo es complacer al cliente y el cliente es quien paga porque se hagan dichas encuestas, por tal motivo siempre que se trata de un cliente político, se hace una ENCUESTA INDUCIDA para que la gente responda favorablemente, pero en la realidad, es más de un 58% de mexicanos que rechazan el gobierno de AMLO y eso se puede palpar en la calle, en los mercados, en los hogares y centros de trabajo, porque la crisis es el mejor termómetro para medir a un gobierno y el de AMLO está reprobado, tal vez por eso anda desesperado y molesto, intentando romper la ALIANZA entre partidos políticos y veremos cómo se comporta la sociedad y los líderes partidistas.
