columna joseluisEl pasado martes, el coordinador de los diputados de MORENA en la cámara federal, Ignacio Mier, anunció que la discusión del dictamen sobre la reforma electoral que se había aprobado en comisiones, se posponía hasta el 6 de diciembre, argumentando lo voluminoso del mismo (mil hojas) y que era para darles tiempo a los diputados de que lo leyeran, pero ayer, salió de nuevo Ignacio Mier diciendo que siempre no sería el 6 de diciembre sino hasta el mes de abril del 2023 cuando se discutirá dicho dictamen.

 

No hay por parte de MORENA argumentos para hacer este aplazamiento, como no sea que no cuentan con los votos suficientes para aprobar las reformas constitucionales que contiene el dictamen de las comisiones y que no les alcanza el tiempo para pretender convencer a diputados y senadores que les faltarían para la aprobación.

 

Más aún, cuando el bloque de contención parlamentaria que constituyó la oposición, se ha reconstruido y de nuevo se muestra sólido, después del descalabro que sufrió con el plazo que estará la guardia nacional bajo el mando del ejército, sea hasta el 2028, cuando se dio la maniobra del PRI y su dirigente Alito Moreno para apoyar a MORENA en aquella reforma constitucional.

 

Y peor aún, que voces relevantes de la opinión pública de los Estados Unidos, como el periódico “Washington Post” y algunos senadores de aquel país, que demandan que la reforma que propone el presidente López Obrador y MORENA representa un retroceso en la vida democrática del país.

 

Pero además están las opiniones del Partido Verde, aliado de MORENA, que han manifestado que no están de acuerdos en varios aspectos de dicha reforma electoral, como también lo están algunos diputados y senadores que comparten posiciones con el senador Ricardo Monreal, que están en la misma tesitura de no aceptar esos cambios al INE y los partidos políticos que propone el presidente López Obrador.

 

Este nuevo elemento que representa suspender la reforma de ley electoral, será quizá el episodio político con el que cierre el año, si no es que se rompen los diálogos con Estados Unidos y Canadá sobre la demanda de violaciones al T-MEC, lo que de suyo ya es un descalabro para MORENA y el presidente.

 

Y creo también que es la intención de dejar en el imaginario social las sensaciones que dejó “la marcha del presidente” del pasado domingo 27, y que al mismo tiempo no le peguen otro “jalón al tigre” de la sociedad que resultó en la defensa ciudadana del INE del pasado 13 de noviembre.

 

Precisamente porque si continuaba esa posición de la reforma electoral en el debate nacional, se corría el riesgo de que volviera a convocarse en ese contexto del ataque al INE, otra movilización ciudadana que sería mucho más gigantesca que la primera y eso ya sería muy difícil detener u opacar, frente a la coyuntura del 2024. No, “si el miedo no anda en burro”.

 

Los invito a compartir la mesa de análisis político que dirige el Dr. Héctor Muñoz los lunes, miércoles y viernes a las 6:30 de la tarde, con la participación de los analistas Fernando Camacho, Leonel Solís, Oswaldo Villaseñor y un servidor. Los esperamos en Facebook dr hector muñoz

 

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