Agenda Política

Semana de pesadilla; Culiacán clama por el regreso a la normalidad

columna jorge= Retorno a clases, predicamento principal

 

= Decisión valorada a fondo, con responsabilidad

 

= Todavía el fin de semana, expresiones de violencia

 

= Por votarse la nueva ley orgánica de la Universidad

 

= Un 15 de septiembre extraño; sin grito de la Independencia

 

La semana recientemente concluida ha sido, sin duda, la más difícil para el gobernador Rubén Rocha Moya en poco menos de tres años de su mandato constitucional; pero la sociedad aspira -y confía – en una mejoría gradual en el curso de los próximos días, hasta que Culiacán (y las comunidades involucradas) recupere su ritmo habitual.

Debe admitirse que desde las primeras horas del lunes 09, nuestra ciudad comenzó a estremecerse con las primeras acciones de violencia, que se replicaron durante casi todos los días (enfrentamientos, bloqueos, levantones, ejecuciones, vehículos incendiados y disparos al aire), mismas que, lamentablemente, se manifestaron todavía durante el fin de semana, ante la consiguiente desilusión de todos quienes aquí vivimos y que oramos por la conclusión de la pesadilla.

En un principio, el gobernador Rocha intentó por todos los medios persuadir a la ciudadanía en el sentido de que llevara a cabo sus actividades normales en eras de no entorpecer la dinámica de una ciudad que se aprestaba, como todos los años, a disfrutar con intensidad y fervor patrio la mexicanísima fiesta de la Noche del Grito -con la actuación confirmada de Pepe Aguilar y su familia – y de vivir la celebración, con la emoción y alegría que distingue a los sinaloenses; sin embargo, la cruel realidad terminó por imponerse a las buenas intenciones.

Efectivamente, ante la gravedad de los acontecimientos (que no son “cosa mayor”, a juicio del presidente López Obrador), sobrevino la suspensión oficial de clases en todos los niveles educativos; el transporte urbano dejó de prestar sus servicios; comercios, establecimientos, restaurantes y otros giros, cerraron sus puertas y las perdidas económicas se han estimado en más de mil millones de pesos, independientemente del daño psicológico sufrido por niños, jóvenes y adultos, que reviven, aunque en grado menor, la amarga experiencia causada por la pandemia del 2020, el 2021 y todavía parte del 2022.

En forma curiosa y a pesar de los hechos suscitados a lo largo de la madrugada del domingo, Culiacán lució este día un tanto cuanto tranquilo, con el transporte en operación normal; “aperturados” los centros comerciales y los principales restaurantes de la ciudad, con notable afluencia de gente, inclusive -es lo que yo ví, nadie me lo contó -; sin embargo, la autoridad valora, detenidamente, la posibilidad de llamar a clases, en todos los niveles, para martes o miércoles de la semana en curso.

Afortunadamente, este lunes 16 de septiembre es “feriado” y la autoridad deberá ocupar todo el día en analizar la situación y verificar, con toda objetividad, la existencia de condiciones para convocar a clases a todas las escuelas del centro de la entidad. De acordarlo en sentido positivo, será algo así como una señal extraordinaria para toda la sociedad; pero si las circunstancias aún no reflejan luz verde, lo mejor es esperar, para no exponer a nuestros niños y jóvenes a correr riesgos innecesarios.

Para nadie existe duda que las causas de esta violenta semana es un enfrentamiento entre las huestes de los hijos de Joaquín “Chapo” Guzmán y el hijo de Ismael Zambada, como derivación directa de los hechos del 25 de julio próximo pasado, que provocaron la detención del “Mayo Zambada” en la ciudad de El Paso, Texas y también todos estamos de acuerdo de que, a partir de ese día, Sinaloa se convirtió en una auténtica bomba de tiempo, factible de explotar en cualquier momento, lo que justamente ocurrió ya.

Que quienes nada debemos, nada tememos, nos dicen y estamos de acuerdo; pero, a como se han desarrollado las cosas, la posibilidad de sufrir las consecuencias indirectas de uno de esos enfrentamientos es real y vigente. Por eso, y no por otra cosa, es que ha sido la propia sociedad la que ha tomado la decisión de recluirse en casa -aunque sin llegar a los extremos de la pandemia- y de solo salir al exterior, en casos estrictamente necesarios.

Hay que subrayar que nadie está por su gusto en esa condición, mucho menos aquellos que solo viven de su salario y que han dejado de percibir ingresos, y que lo que más desean, al mismo tiempo, es volver a la normalidad; pero siempre y cuando exista el entorno necesario para ello.

Hasta ayer domingo no se percibía exactamente una condición propia; pero podría darse en el curso de la semana. Una decisión inteligente, prudente y lo suficientemente razonada.

Quiera Dios.

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Mientras.

De conformidad con el acuerdo original, la Comisión de Educación del Congreso del Estado -que preside el diputado sin partido Adolfo Beltrán- dio a conocer, el viernes pasado, los resultados de la consulta aplicada al interior de la Universidad Autónoma de Sinaloa, como requisito ineludible, para reformar la ley orgánica de la institución. Una consulta que se llevó a cabo, a pesar de la inactividad decretada por las autoridades de nuestra máxima casa de estudios superiores.

La consulta consideró un total de seis preguntas en las papeletas entregadas a los universitarios, de cuyas respuestas se derivaron los siguientes resultados:

1.- ¿Está de acuerdo en la gratuidad de la educación en la UAS? 1377 respuestas afirmativas y 36 negativas.

2.- ¿Elección de rector con el voto libre y directo de todos los universitarios? 1360 afirmativas; 33 negativas.

3.- ¿Elección de directores de escuelas y facultades? 1353 por el “si”; 40 por el “no”.

4.- ¿Elección de consejo universitario paritario? 1350 por “si”; 40 por “no”.

5.- ¿Paridad en el consejo universitario? 1317 afirmativas: 73 negativas.

Y:

6.- ¿Paridad en la estructura administrativa de la UAS? 1309 a favor; 81 en contra.

La consulta ya fue considerada como legal por el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, diputado Feliciano Castro Meléndez, de tal suerte que ya puede incluirse en el dictamen de la comisión de Educación, para la redacción final de la nueva Ley Orgánica de la UAS.

Así las cosas, la nueva ley será votada antes del 30 del mes en curso, todavía por la sexagésima cuarta legislatura del Congreso del Estado.

Observado así, parece algo sencillo y de mero trámite.

Pendientes.

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En tanto.

Anoche, sin gente en la plaza cívica de la sede del Poder Legislativo Estatal, el gobernador Rubén Rocha Moya encabezó el acto protocolario alusivo al tradicional grito de la Independencia.

La ceremonia cumplió con todos los puntos del ritual; pero sin el bullicio, ni el fervor patrio aportado habitualmente por la multitud.

Presentes, exclusivamente, los colaboradores más cercanos al gobernador.

Primera vez en la historia contemporánea de Sinaloa que un 15 de septiembre se celebra de este modo. Lamentablemente no existieron las condiciones apropiadas para garantizar la seguridad de las 35 o 40 mil personas que año con año acuden a este evento sin igual.

Ya el viernes, en las instalaciones de la Novena Zona Militar, el gobernador Rocha había presidido el acto alusivo al aniversario de la gesta heroica de los cadetes del Colegio Militar. De los Niños Héroes pues.

Tiempos complicados; pero ya saldremos adelante.

Ojalá.

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Y hasta aquí por hoy. Nos vamos ya. Cuídense mucho y Dios los bendiga. Ahora y siempre.

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