En la raya

4T: La decadencia…Igual que los otros

columna joseluisCuando llegó el triunfo de AMLO, el 2018, que representaba la alternancia en la presidencia del país por la izquierda después de haber vivido la alternancia del 2000 con Vicente Fox y el PAN, de manera muy diferente arribó con un programa de gobierno cuyo pilar era la lucha contra la corrupción y la moralización del país, a diferencia de Vicente Fox que llegó queriendo acabar con las “víboras y tepocatas”.

 

Como era normal y siempre ocurre en los gobiernos, no se anunció todo y se va poco a poco desarrollando, empezando el presidente López Obrador y la 4T como un tornado cuando destruyó el nuevo aeropuerto de Texcoco, frenó la construcción de la cervecera “Constelation” en Baja California y la detención de Emilio Lozoya Austin, exdirector de PEMEX que habría de derribar todas las piezas del dominó de la corrupción.

 

Y junto, sin menos ruido, pero con más sentido de gobierno, reforzaron los programas sociales que venían desde el gobierno de Salinas de Gortari, el que sustituyó los gobiernos de la “justicia social” del PRI, estableciéndose ahora como programas constitucionales, quitándole lo opcionales y aleatorios y convirtiéndolos en obligatorios.

 

Al mismo tiempo que arrancaba con obras faraónicas el aeropuerto Felipe Ángeles, la refinería en Tabasco Dos Bocas y el famoso Tren Maya, que serían los símbolos del sexenio de la transformación que pretendía.

 

Hoy, a casi cinco años y prácticamente ya en la recta final del gobierno de la 4T y AMLO, son el reflejo de un gobierno decadente, incapaz, corrupto, antidemocrático y absolutamente retrógrada desde el punto de vista del progreso del país, sus instituciones y la vida social.

 

Fracaso que han pretendido ocultar con el gobierno más politiquero de la historia que todos los días miente, tergiversa y engaña a la sociedad, que superan en buena medida a los anteriores del PRI y el PAN.

 

Es tal el desorden, la falta de ideas y la pérdida permanente de escrúpulos y vergüenza, que se han convertido, como dijera el expresidente José López Portillo en uno de sus informes de gobierno, “que ya lo peor que nos podía pasar era convertirnos en un país de cínicos”, como nos lo recordó recientemente nuestro amigo Juan de Dios Meyer en una de sus “notas para mis nietos” que edita todos los días, en relación a los escándalos con que amanecemos un día sí y otro también, como el caso de la ministra Yazmín Ezquivel, el drama del Metro de la Ciudad de México y así se puede hacer una lista larga.

 

Lo peor, creo que el juegos más perverso y peligrosos que han inventado, es el de las famosas “corcholatas”, lo mascarada clásica del presidencialismo priista, que nombraba al sucesor del presidente de la república entonces, pero como ahora ya no se podía imponer, inventaron su juguete para construir en el imaginario social que de ahí debería salir el nuevo presidente, porque ellos son los herederos de AMLO y los “continuadores” de la obra de la 4T.

 

No violan la ley de manera cotidiana inconscientemente, la violan porque en su ADN político para imponerse a los demás y hacerlo sentir, por el efecto de la costumbre, que así deben ser las cosas.

 

Pero no entienden que no están en un país de tontos y que toda frase tiene su época, como las de Goebels, cuando creen que por el hecho de violar la ley múltiples veces se hará costumbre y existirán impunes.

 

No piensan que la sociedad es un ente vivo, que razona desde que despierta hasta que se acuesta, viéndola y enjuiciándola todos los días, y lo peor que creen que lo van a lograr, como en otros tiempos, y ahora en otros países, imponer por la fuerza con el ejército y otros poderes su voluntad por más vulgares e insulsos que hayan sido.

 

La sociedad mexicana está viva, ha conocido la ineptitud, ineficacia, corrupción e intolerancia a los demás, que pretenden resumir todo en un juego de engaños y palabrería, como si no hubiera dejado huella con el pisoteo que han hecho de todo.

 

Por eso, el desengaño llegará pronto, y debieran advertirlo para que, por lo menos, lo asimilen.

 

Los invito a compartir la mesa de análisis político que dirige el Dr. Héctor Muñoz los lunes, miércoles y viernes a las 6:30 de la tarde, con la participación de los analistas Fernando Camacho, Leonel Solís, Oswaldo Villaseñor y un servidor. Los esperamos en Facebook dr hector muñoz

 

Twitter @jhectormunoz