columna oswaldo villaseñorLa tolerancia llegará a tal nivel que las personas inteligentes tendrán prohibido pensar para no ofender a los imbéciles”. Frase de Fiódor Dostoyeski.  

El peor enemigo de la oposición es la misma oposición. La principal fortaleza de Morena, no es Morena ni el mismo presidente Andrés Manuel, si no que no hay una oposición partidista real que encause y permita decidir a una si fuerte oposición ciudadana.

Solo para darse una idea. En el 2024 no solo habrá elecciones presidenciales en juego, sino también habrá elecciones para Senador de la República, diputados Federales, 9 gubernaturas, alcaldías y diputados federales.

Quien se mueve desde ya por estas posiciones menores que estarán en juego? Nadie o casi nadie.

Mazatlan es el municipio que más movimiento de supremos aspirantes registra en los partidos de oposición y en Morena misma.

Y en el resto de los municipios, la oposición parece estar dormida. La razón o excusa es la misma.

Que no tiene caso gastar ni tiempo ni dinero cuando el PRI tiene dueño único al igual que Morena. En pocas palabras, mientras los dueños de los partidos no tomen la decisión, nadie se mueve.

La firma en el PRI la tiene Alejandro Moreno y en Morena la tiene el presidente Andrés Manuel López Obrador.

En MC la firma la tiene Dante Delgado, en el PT, Alberto Anaya, en el Partido Verde, Manuel Velazco y en el PAN cada vez hay menos cuadros. Son los mismos que saborearon por primera vez las mieles del poder en el caso de Sinaloa en 1995 y desde entonces se adueñaron del Panal. No han repartido la miel ni han dejado nacer, mucho menos crecer a nuevos cuadros.

Con este escenario, la oposición, en el caso de Sinaloa luce dormida.

Con dirigencias partidistas cuestionadas por su entreguismo al gobierno Morenista o cuando menos falta de evidencias de que si van en serio a ser una real oposición, el desánimo cunde y nadie se mueve.

Nadie quiere exponer su seguridad, su patrimonio y mucho menos su vida, cuando ve en los las dirigencias de sus partidos un juego que no es el de cambiar a Mexico y mucho menos ganar en las urnas.

1.-Cuanto cuesta una candidatura a una alcaldía de municipios del tamaño de Ahome, Culiacán o Mazatlán. Desde luego el monto varía y depende lo competido que se encuentre. Eso si, la suma no baja de los 30 millones de pesos y ya se ha llegado a gastar arriba de los 50 millones de pesos.

Cuanto cuesta una Senaduría con ganas de competir y ganar. Va de los 300 a 500 millones de pesos.

Ante esta realidad, de lo caro que resulta acceder al poder en Mexico y con partidos que dejaron de ser los entes de interés público a través de los cuales la ciudadanía canaliza su participación política y pasaron a ser un jugoso negocio familiar de uno o varios, nadie le quiere entrar. No con esa realidad.

2.-Antes, desde años atrás, los supremos aspirantes a las Senadurías se movían en busca de ganar la candidatura. El Rosario de desembolso económico empezaba con mucha anticipación.

En el caso del PRI todos ven a Mario Zamora o Malova como los próximos candidatos al Senado. Quien gastaría para competirla, si saben que la decisión la tiene Alejandro Moreno en sus manos.

En el caso de la posición para Mujer es casi seguro que esta recaiga en Erika Sanchez. Así ni los que la traen “segura” ponen el ejemplo de ser una real oposición y los que podrían aspirar mejor bajan los brazos.

En el caso del PAN, la circunstancia es peor. No hay cuadros, cuando menos al día de hoy que haga un trabajo de campo para llegar a la Candidatura al Senado.

Hay nombres de cuadros nuevos, como es el caso de Juan Pablo Castañón, pero que ni se han calado, ni traen trabajo de campo para llegar a ser un candidato fuerte en caso de llegar a la candidatura.

En el caso de Morena, personajes con aspiraciones hay varios, pero nadie se mueve por la libre porque saben que su destino y futuro lo escribirá el presidente Andrés Manuel.

3.-En el caso de los supremos aspirantes a las alcaldías, es el municipio de Mazatlan el que más efervescencia registra. En el resto de los municipios, todo luce en calma.

En Mazatlán Juan Alfonso Mejía ya levantó la mano y empezó a moverse. Lo mismo sucede con Guillermo Romero y Carlos Escobar.

Eso sin dejar de ver la deuda que tiene el Gober Rocha con Nacho Mier de hacer alcaldesa a la actual Secretaria de Pesca Flor Emilia Guerra.

En Ahome nadie se mueve, sabedores de que el destino más viable, más no seguro, para el alcalde Gerardo Vargas es seguir de frente. Solo Mingo Vazquez ya levantó la mano decido a competírsela.

De ahí para allá, la oposición parece dormida.

Ira a despertar o seguirá durmiendo el sueño de los justos.

Eso si, la máxima ya cambió. Ahora el que no se mueve no sale en la encuesta.

Es tiempo de juntar canicas.

Habrá que estar pendientes.

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